A ti, Chico Converse, o Kim NamJoon:
¿Quién imagino alguna vez que realmente te convertirías en la persona más brillante, en esa que siempre quisiste ser?
Y cuando pensaba que no volvería a verte, no, no lo hice.
Pero tus canciones, ya escritas y...
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2010년 12월 20일
— ¡HyeRi! — fue lo primero que escuché en toda el día, mi madre gritándome desde algún sitio de la casa.
Abrí los ojos poco a poco, era bastante tarde aunque fuese lunes, pero el resfriado que tenía no me motivaba a estar ni despierta, mucho menos a ir a clase. Tal vez fuese ya por la tarde y yo seguía metida en la cama durmiendo.
Enseguida oí los pasos de mi madre seguidos por otros dirigiéndose a mi habitación.
— Está enferma, ¿no te ha avisado? La verdad es que el fin de semana ni se levantó de la cama, por eso no ha ido a clase — le escuché decir justo antes de girar el pomo de la puerta.
Estaba oscuro así que a penas visualicé dos figuras, en cuanto mi madre encendió el interruptor, me lleve una gran sorpresa.
— ¿Podemos hablar? — sonrió felizmente, supuse que lo hizo para que mi madre se fuese y se tranquilizase.
En cuanto se fue de la habitación y volvió a cerrar la puerta, me incorporé sentándome en la cama y EunJi se acercó para sentarse en el borde de la cama conmigo.
— ¿Qué ocurre? — le pregunté, si mal no recuerdo, estaba molesta conmigo.
— No sabía por qué no habías venido y tampoco respondes a los mensajes — supuse que JiHyun y EunJi me preguntarían, pero no tenía ganas ni de avisarles.
— Ah, debí haberme quedado sin batería el sábado o el domingo — señalé mi teléfono móvil en mi escritorio, y EunJi se levantó para agarrarlo.
— ¿Dónde está el cargador? — me preguntó con toda buena intención, y yo solo señalé al lado izquierdo de mi mesita de noche — ¿y esto... — volvió a preguntar con un tono algo más curioso, no me había dado cuenta de que había dejado la sudadera y la camiseta del amigo de NamJoon a la vista, justo encima de mi mesita de noche. — Ah, ¿es de... NamJoon? — pareció curiosa, agarró la sudadera y la desdobló, fijándose en ella, pareció darse cuenta que era algo más pequeña como para ser de NamJoon — no, no es suya, ¿de quién-
— Es de un amigo suyo — le respondí, volviendo a tumbarme en la cama.
— ¿Pero cuándo? O sea, si fuese de NamJoon, bueno vale, supondría cosas... ¿pero de un amigo suyo? ¿sales con- — ya me molestaba oír la de preguntas que hacía cuando había algún chico de por medio, ni si quiera un"qué tal estás", pero me interrogaba sobre una sudadera.
— EunJi, salí con NamJoon el viernes, empezó a llover, la compañía era el único sitio donde podíamos refugiarnos bien, su amigo tenía ropa de sobra y yo estaba empapada, fue un acto de amabilidad, ¿sabes? Encima me lo dejó porque NamJoon se lo pidió — le expliqué, y aún así me molestaba tener que explicarle tremenda estupidez — ¿querías algo más a parte de averiguar si salgo con alguien?
