v e i n t i c i n c o - nj.

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Si HyeRi se sentía mal, tenía claro que aparecería el día siguiente en Yeouido, aunque el calor abrasase su pálida tez, allí estaría, debajo de aquel icónico cerezo

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Si HyeRi se sentía mal, tenía claro que aparecería el día siguiente en Yeouido, aunque el calor abrasase su pálida tez, allí estaría, debajo de aquel icónico cerezo. Últimamente mi horario estaba más apretado y no salía tanto, pero si hoy tenía que ir porque allí se encontraría la Chica Cerezos, iría. De camino en el autobús saqué el móvil del bolsillo y entré a la galería de fotos, encontrándome la pequeña lista que encontré sin querer pero que tan bien me venía en momentos como este, en el que quería sonsacarle una sonrisa a HyeRi pero no sabía cómo. "Hagamos algo hoy" , dije para mi interior, paseando la mirada de propuesta en propuesta, esperando escoger algo de la lista de la chica que fuese factible.
"Montar en bicicleta cerca del río" , aquel deseo de Song HyeRi podía ser concedido con satisfacción y así, hacerle sentir mejor.


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Mi intuición no se equivocaba, porque la chica se hallaba sentada, leyendo el libro que escogí hace unos días a tempranas horas de una mañana de julio. Por lo que sabía, cuando todo iba bien (hace aproximadamente dos semanas), HyeRi ni siquiera había venido, había estado un tiempo en casa, y yo tampoco venía apenas a Yeouido. Pero no había nada mejor que el parque de cerezos para que la chica se sintiese mejor cuando algo pasaba, y para mí era comprensible, el aura entre esos árboles era curativo, por alguna extraña razón.

— ¿Cómo va tu lectura? — me acerqué, sonriente, con tal de darle un pequeño susto, cosa que conseguí.

— ¡Chico Converse! — se llevó una mano al corazón, dejándome claro que la había asustado  — va bien — empezó a hablar tranquilamente mientras yo me acomodaba al lado — hoy me apetecía venir más que cualquier otro día.

— Ya lo sé — me reí, denotando obviedad — ¿estás mejor?

— Sinceramente — hizo una breve pausa, como pensándose la respuesta — estoy mal. Me siento muy culpable, odio mentir. Y además EunJi nunca había sido así — confesó, cerrando el libro y mirando al césped sobre el que se sentaba.

— ¿Tienes pensando algo o... ? — pregunté, con tal de saber sus intenciones.

— No es algo que pueda arreglar — dijo seria, devolviendo su mirada a mis ojos — he cometido un error y claro que me voy a disculpar, pero voy a darle un tiempo primero para que a ella también le de tiempo a asimilar todo. No quiero apresurarme tanto — se explicó, con calma, impresionándome.

— Haces muy bien, es la opción correcta — sonreí, intentando que tuviese confianza conmigo, pero confirmé su estado de malestar cuando el único gesto que recibí por su parte fue un leve levantamiento de una de sus comisuras, y me sentaba mal porque la chica siempre sonría cuando alguien lo hacía, para ella todas las sonrisas eran contagiosas, y era alguno de sus encantos — HyeRi — alargué sus vocales mientras golpeaba su brazo, cuando dirigía su mirada hacia el suelo — déjalo pasar y ya, ¿vale? No cambia nada que estés de mal humor y triste estos días — comenté.

-ˏˋ ⁿᵃᵐʲᵒᵒⁿ | 𝗯𝗹𝗼𝘀𝘀𝗼𝗺𝘀 𝗼𝗳 𝗳𝗮𝘁𝗲 ࿐ྂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora