c a t o r c e

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Los días se iban a acercando, tachaba días del calendario colgado en mi pared de la habitación, estresándome cada vez más contando los días. Aquella presión también se veía presente en los demás, en ojeras, café, siestas en clase, bibliotecas llenas, apuntes desordenados y ayudas mutuas.

Los días habían pasado hasta que se convirtieron en simples horas, cuatro horas exactamente. Haría aquel examen a las nueve de la mañana, y yo me había despertado antes de lo previsto sintiéndome agobiada. Pasé mi mirada por los folios esparcidos por la mesa y aquellos libros que tanto odiaba, el desorden me provocó aún más nerviosismo, haciendo que me levantase y empezase a ordenar todo mientras repasaba los ejercicios. Visualicé la letra y notas del chico que me había estado ayudando últimamente y curiosamente me sentí más aliviada. Mi tranquilidad duró unos segundos muy breves, alterándome por el sonido de una llamada entrante en mi teléfono. Lo alcancé maldiciendo todo en ese momento por tener que salir de la cama, pero mi repentino enfadado cesó cuando leí el nombre en la pantalla.

— Oye EunJi, ¿qué ocurre? — dije con una voz ronca, en un tono bajo.

— ¡HyeRi! — escuché su voz cansada — No entiendo nada, absolutamente nada, quiero llorar — soltó con un tono estremecedor que encogió mi corazón — ¿Tú entiendes algo? Dime que sí, por favor — me pidió.

— EunJi... — la nombré con el corazón completamente encogido — ¿Quieres que vaya a tu casa? Puedo explicártelo, todavía es muy pronto, tranquilízate —  intenté consolarla, reconociendo su agobio enseguida solo por experiencia.

— ¿De verdad? — sonaba incrédula — te estaría más agradecida que nunca.

— Llego en nada, estate atenta y así no llamo al timbre para no despertar a nadie — tuve en cuenta las horas que eran y el bienestar de su familia.

— Muchas gracias — me dijo con un tono que era difícil de escuchar en ella, para luego cortar aquella llamada.


──────────

Me encontraba caminando con mi amiga hacia el edificio que más odiábamos 20 minutos antes del examen. EunJi y HyeRi llegando justas de tiempo a todo, cómo no. Había pasado cerca de cuatro horas repasando y explicándole todo a EunJi, bebiendo café y agobiándome todavía más. Sabía que no era para tanto, lo sabía, pero los números y las fórmulas simplemente podían conmigo.

Ya habíamos cruzado el sorprendente pasillo que comunicaban todas las clases, y estábamos a centímetros de entrar cuando sentí una vibración en el bolsillo. EunJi no notó que me paré en ese instante y entró en la clase con abundantes estudiantes sumergidos en resúmenes. Saqué mi teléfono del bolsillo y una notificación salió en la pantalla de inicio.

Chica cerezos, tienes el examen en nada
07:53

Te va a salir bien
07:53

Solo confía, has estudiado muchísimo
07:53

Releí aquellos mensajes a lo mejor cinco veces, sintiendo como mi corazón se relajaba poco a poco. Era cierto que estaba esperando algún mensaje de NamJoon desde que nos dimos el número de teléfono, pero nunca pensé que me enviaría uno así. Mi reacción fue una sonrisa sin duda.

— ¿Cómo puedes sonreír tanto? — se acercó JiHyun, inclinándose para observar también los mensajes — ¿chico converse? — me preguntó cuando leyó el nombre del contacto.

— ¡Park JiHyun! — apagué el móvil — espacio personal — remarqué cada sílaba de la última palabra.

— No cuando tienes un examen en menos de diez minutos y estás leyendo los mensajes de un chico — se burló, entrando al aula.


──────────

He de admitir que el sonido que se emitía por el edifico cuando las clases terminaban siempre me hacía feliz, pero hoy más que nunca. Había terminado los tres exámenes que más me habían estado agobiando por días, todos hechos, nada mal, a decir verdad. Estaba realmente feliz, porque era la ronda de exámenes del curso. No tendría más hasta meses y meses. La felicidad se hacía notar en ambos profesores y alumnos, estos reían y la gente con sus amigos volvían a rodear la escuela.

Querido amigo Converse
16:28

Todo ha salido bien!
16:28

Era la primera persona a la que se lo tenía que comentar, y mi sonrisa no se desvanecía mientras escribía aquellas palabras con mi móvil. Caminaba con mis amigos de siempre de camino a nuestras casas, todos andábamos más ligeramente, sin cargar pesadas mochilas y sin hablar de futuros exámenes y temarios. Mi felicidad inundaba mi estado de ánimo hoy, y había estado ausente mucho tiempo.

-ˏˋ ⁿᵃᵐʲᵒᵒⁿ | 𝗯𝗹𝗼𝘀𝘀𝗼𝗺𝘀 𝗼𝗳 𝗳𝗮𝘁𝗲 ࿐ྂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora