-ˏˋ ⁿᵃᵐʲᵒᵒⁿ | 𝗯𝗹𝗼𝘀𝘀𝗼𝗺𝘀 𝗼𝗳 𝗳𝗮𝘁𝗲 ࿐ྂ

v e i n t i t r e s

Caminaba a la par que NamJoon, esta vez íbamos tranquilamente, charlando sobre temas aleatorios, enlazando un tema con otro. Tenía muchísimas ganas de enseñarle la librería a la que acudía siempre que me sentía triste, feliz, o simplemente aburrida. Mi sitio favorito después de Yeouido, esperaba que NamJoon no lo conociese, ya que quería que fuese una sorpresa.

— ¡Ya veo el sitio! — comenté emocionada, visualizando el pequeño local, luciendo tan acogedor como siempre.

— Aquí sí has sido predecible, es una librería — sonrió, haciendo el amago de abrir la puerta.

En cuanto cruzamos aquella puerta el olor de los libros comenzó a ser notorio, incluso NamJoon mencionó aquel detalle, supe que le gustaría.

— HyeRi, qué alegría verte — me saludó la señora mayor que obsequiaba la librería, la mujer me conocía debido a mis frecuentes visitas, y no me extrañaba que nos hubiésemos hecho cercanas.

— Buenas tardes, señora Yoon — saludé, provocando una gran sonrisa en la mujer.

— Buenas tardes — siguió NamJoon, sonando tan educado como siempre.

— ¿Es tu amigo? — me preguntó mientras su sonrisa se ensanchaba aún más, clavó una mirada juguetona en él.

— Sí — reconocí — es NamJoon, Kim NamJoon — le presenté.

Y a continuación de saludar a la dueña, paseamos por cada estante, visualizando un montón de libros. Pudimos estar cerca de quince minutos así, él no sabía qué libro escoger, y yo menos.

— Eh, chico converse — le llamé, puesto a que se encontraba de espaldas — hagamos algo: yo escojo tu libro, pensando que podría gustarte, y tú el mío — le propuse, rápidamente asintió con una sonrisa.

— Adelante — accedió, retrocediendo sus pasos y dirigiéndose a una estantería en la cual se había parado antes.

— ¿Debería ayudarte? — se acercó la señora Yoon, una vez mi amigo converse estaba lejos, y lo más probable era que no nos escuchase.

— Tal vez, sí — le sonreí, como modo de agradecimiento por su ayuda.

— ¿Cómo es él? — me sonrió la mujer, con sus ojos brillantes, como si le hiciese ilusión.

— NamJoon es alguien... — ¿a caso tenía palabras para describirle? Song HyeRi nunca se quedaba sin palabras, menos cuando tenía que responder a esta pregunta — es alguien diferente, particular. Señora Yoon, él realmente es muy inteligente, no se imagina cuánto — le comenté aquella característica con una sonrisa no intencionada — le gusta la música, el café, y encuentra bonita la simplicidad. Es dulce por dentro— seguí explicando, esperando que de verdad no me escuchase.

— Déjame entregarte algo — y tras esas palabras, desapareció, dejándome al lado del mostrador.

Aproveché para echar un vistazo al Chico Converse, quién leía la sinopsis de un libro en el que previamente me había fijado. ¿De verdad había elegido el mismo que me había llamado la atención a mí?

— Aquí tienes — la señora Yoon me entregó un libro con una portada azul, y en ella había una silueta humana, su diseño captó mi atención, y al leer la sinopsis, me entusiasmó.

— Muchas gracias — agradecí inclinándome, llevándome una gran sonrisa de su parte.

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Una vez escogidos los libros del otro, guardé el que eligió el chico converse para mí, y él guardó el que me había recomendando la señora Yoon. Ahora paseábamos en las calles cercanas al río, las cuales también me gustaban mucho, pero no frecuentaba tan a menudo. Sin embargo, NamJoon me contó que él sí solía pasar por aquí en cuanto nos adentramos en la zona, y me recomendó un par de sitios a los que dijo que podríamos ir. El último sitio que comentó era una heladería artesanal, que abría desde que empezaba el verano.

— Tomaré helado de menta, por favor — pedí al chico que atendía,una vez NamJoon ya había pedido.

— ¿Helado de menta? ¿Te gusta el helado de menta? — me preguntó con una mueca de desaprobación cuando nos alejamos del local, siguiendo con el paseo.

— Sí — asentí — es refrescante en verano.

— Es horrible — se quejó, mirando mal a mi helado — es como si comieses pasta dental fría — aseguró.

— ¿Ah, sí? — pregunté con una notable ironía — entonces puedes usar mi pasta dental — acerqué la cuchara a su boca, con tal de molestarle.

— ¡HyeRi! ¡no me acerques eso! — retrocedió sus pasos, y agarró mi muñeca, pareciendo temeroso ante el simple helado.

— ¿Song HyeRi? — escuché una voz tremendamente familiar a un lado, pero aún lejana.

— Oh, no. Oh, no — soltó preocupado mi amigo, girándose, y dando la espalda al lado del que provenía la voz — es JiHyun.

— ¿JiHyun? — solté, más alto de lo que quería, debido a mi sobresalto.

— Vaya sorpresa — vi como se acercaba el chico, junto con su novia — ¿quién es... — dirigió una mirada a NamJoon, el cual todavía permanecía dándole la espalda — ¿Kim NamJoon? — pareció sorprenderle.

— ¡JiHyunnie! — se giró el chico converse, cambiando por completo su expresión, y sonriendo al joven — no había reconocido tu voz — le soltó, sin más.

— ¿Conoces a... — me miró JiHyun, y puse notar lo confundido que estaba.

— Oh, verás — corté su frase con naturalidad — HyeJin nos presentó una vez, y resulta que hablando, nos dimos cuenta de que nos gusta la misma autora de libros. ¡Incluso vamos a la misma librería! — comencé a intentar explicar, notando una mirada fija de parte del chico converse.

— Ah, supongo que eso lo explica, ¿entonces habéis quedado juntos? — siguió preguntando, haciendo la situación aún más incómoda.

— ¡Qué va! — respondí, sonriendo — nos acabamos de encontrar allí mismo, en la librería — señalé las bolsas que cargábamos — y como hacía calor queríamos tomar algo.

— Exacto — sonrió el chico, pero, al menos a mi parecer, no era su verdadera sonrisa.

— Ah, ella es Jung HaNeul, es mi novia — presentó a la chica, aunque yo ya sabía de ella — él es Kim NamJoon, es de los chicos del grupo. Y, Song HyeRi, que ya sabes de ella.

— Hola — sonrío la chica, de la que sabía muchas cosas gracias a JiHyun, pero con la que nunca había intercambiado muchas palabras.