t r e i n t a y t r e s

99 12 3
                                    

Por fin habíamos alcanzado el destino que al chico converse se le ocurrió cuando nos hallábamos bajo la lluvia en el centro de Gangnam, ese al que le había seguido sin tener ni idea de dónde acabaría

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Por fin habíamos alcanzado el destino que al chico converse se le ocurrió cuando nos hallábamos bajo la lluvia en el centro de Gangnam, ese al que le había seguido sin tener ni idea de dónde acabaría.

NamJoon hizo el amago de pasar por las grandes puertas, pero yo antes, aún sin soltar su mano, le pregunté dónde estábamos y qué era el edificio ante nosotros. Tampoco se podía quejar de mi pregunta, pues tampoco se veía como un refugio cálido al que cualquier persona entraría por la lluvia de Seúl, ni mucho menos.

— No te preocupes, ¿te acuerdas del grupo de música? Pues aquí es donde comienza todo — rió, y soltó mi mano suavemente para insertar el código y abrir la puerta, enseguida noté como mi mano perdía la calidez que había logrado el contacto con su piel.

Fue saludando con leves reverencias a la gente que encontró de camino al pequeño estudio al que llegamos, y yo traté de imitarle, con una evidente timidez e incomodidad.

Giró el pomo de la puerta, y lo primero que visualicé fue un chico, sin duda joven, supuse que alrededor de la edad de NamJoon, su tez era pálida y contrastaba con su pelo negro azabache que recaía en su frente. Su expresión mostraba sorpresa, estupefacción al mirarme con sus pequeños y rasgados ojos de arriba a bajo, como si fuese la única chica que hubiese entrado a este edifico.

— Chica Cerezos, éste es Min YoonGi — dijo señalando al chico, que recorría su mirada por mi cara como si analizara mi más mínimo movimiento — hyung — en ese momento supuse que NamJoon sería más joven que él — ella es Song HyeRi — nos presentó, y yo pude soltar un tímido "hola" al igual que él, acompañado de una leve reverencia.

El chico converse soltó una pequeña carcajada denotando lo graciosa que le parecía esta escena, que para mí y para el chico pálido era de lo más incómoda. No era mi mejor momento para dejarle mi primera impresión a alguien, básicamente porque no sé qué podrían esperar de una chica que lleva el pelo pegado en la cara, su abrigo mojado, un maquillaje arruinado, y una cara roja acompañada de una respiración agitada tras haber corrido por todo Gangnam.

— Ah, hyung, no sabes lo muchísimo que está lloviendo fuera — le explicó como si el pobre chico no pudiese intuirlo.

— Vaya NamJoon, pensé que veníais de la piscina municipal — no pude evitar reírme ante aquel comentario del chico desconocido, que me miró de forma más amable tras ello, como si hubiésemos liberado toda la tensión que había en la sala.

— HyeRi — esta vez se dirigió a mí sin darle mucha importancia al anterior comentario — voy a intentar buscar algo de ropa, siempre tengo porque solemos quedarnos a dormir a veces — me explicó, y a continuación, abrió un pequeño armario que se ubicaba al final de la habitación. Parecía más una estantería que un armario, por lo que ni siquiera me había percatado de ello. NamJoon comenzó a rebuscar en una sola mitad del armario, y tras un minuto soltó varios suspiros al sacar un par de camisetas.

-ˏˋ ⁿᵃᵐʲᵒᵒⁿ | 𝗯𝗹𝗼𝘀𝘀𝗼𝗺𝘀 𝗼𝗳 𝗳𝗮𝘁𝗲 ࿐ྂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora