Horan.
Me encantan las comidas con la empresa y me gusta el ambiente de compañerismo con todos, pero en este caso, no quiero ir. Diran, ¿por qué?, pues simplemente porque va Niall.
-Buenas señorita ___-Dice un señor en cuanto se abre el ascensor.
-Buenas.- Respondo con una sonrisa.
Entro en la suit y me quedo asombrada con lo inmensa que es.
-Pero..- Sigo admirándola asombrada.
-25 mil la noche.- Niall parece que lee mi mente.- Tú no podrías permitirte esto.
-Puedes callarte.- Lo busco en la escalera.
-Si fueras mi secretaria, sí podrías permitírtelo.- Me sonríe.
-En la vida, no sueñes Horan.- Le pongo los ojos en blanco.
Se pone a mi lado sonriéndome y besa mi mejilla lentamente.
-Espero que sea de tu agrado.- Coge mi mano y me lleva hasta el inmenso salón.
Todos mis compañeros beben vino y ríen alrededor de la gran isla que hay en la cocina. Saludo a todos y luego beso la mejilla de todos. Luego de un rato de charla, la cocinera nos avisa de que la cena está lista, y todos vamos a tomar asiento. Busco algún asiento que me agrade, y mientras busco, Niall palmea el asiento de su lado. Ya que por su distracción no me he dado cuenta de que todos tomaron asiento, me siento al lado de Niall que es el único lugar libre.
-Para comenzar la cena, pido un brindis por la empresa.- Niall se levanta.
Todos nos levantamos y brindamos. Greg, el hermano de Niall y jefe de una de las plantas del edificio, pide que la empresa siga subiendo y que todos sigamos trabajando con ellos. Después, nos sentamos y degustamos la cena tan exquisita que preparó la cocinera de 5 estrellas. En el medio de la cena, me entran ganas de ir al baño debido a que bebí de,asiado vino. Me levanto y Niall me mira.
-¿Puedo ir al baño?- Niall asiente.- ¿Dónde está?
-Te acompaño.- Me sonríe.
-Creo que puedo llegar sola.- Le sonrío de mala gana.
Sin acerme mísero caso, se levanta y con su mano en mi espalda, me dirige hasta el baño.
-¿Alguna vez en tu vida vas a dejarme en paz?- Lo miro.
-No.- Niega.- Hasta que no aceptes que puedes trabajar solo y exclusivamente para mía.
-Estoy bien en mi puesto.- Me paro a su lado.
-Puedo llevarte a lo más alto.- Abre la puerta del baño.
-Quiero quedarme en tierra firme.- Entro.
-Te he visto trabajar.- Se apoya en el marco del baño.- Vales para esto y más.
-Gracias, pero no.- Cierro la puerta del baño.
Cuando termino de hacer pis, me lavo las manos y me las seco en una de las toallas más suaves que probé nunca. Lo que hace el dinero. Salgo y Niall ya no está. Ando por el pasillo sin saber hacia donde era, y llego a un lugar que no había visto antes. Siento curiosidad sobre todo eso que se ve en la oscuridad y abro la luz. La habitacíon es muy bonita y tiene una cama magistral. La ropa de Niall se ve al fondo en el armario, perfectamente ordenada. Todos sus perfumes y relojes están colocados de una manera muy curiosa y limpia. Dejando mi lado curioso, apago la luz y vuelvo al salón a seguir con la cena. Bebo y bebo, demasiado. Estaba contenta con ese arcohol en mi cabeza y me lo estaba pasando mejor que nunca.