Segunda parte {73}
Llevo dos semanas aislada del mundo. Niall me ha llamado diez mil veces y ha venido a casa, pero pasé de él.
Me levanto de la cama y me estiro un poco. El hambre llama en mi estómago y me obliga bajar a buscar algo que me alimente. Abro el mueble de la cocina, saco una bolsa de papas que queda y la abro.
-¡___!.- Grita Niall fuera de mi casa.
Me funde el timbre y sigo comiéndome mis papas tranquila apoyada en la encimera. Segundos después, la puerta se abre. Extrañada, ando hasta la entrada y Niall está entrando en mi casa.
-¿Como coño has entrado?.- Lo miro.
-Con la llave de la vecina.- Entra y cierra.
-Eso es para emergencias.- Agarro el paquete de papas en mi puño.
-Esto es una emergencia.-Pasa por mi lado y deja la bolsa en la mesa.
-Que pesado eres.- Bufo.
-Te he traido comida.- Abre los muebles.- Sabia que ya no tenías de nada.
Sigo comiendo mis papas mientras miro a Niall guardar las cosas en el frigorífico y el congelador.
-Vamos a salir.- Guarda la bolsa de tela en mi despensa.
-Nop.- Niego.
-Venga ya ___.- Se acerca a mí.
-No vayas a tocarme.- Dejo el paquete en la encimera.
-Estás muy mal.- Me mira de arriba a abajo.- Te voy a preparar un baño caliente.
-No quiero.- Niego.
-Pues una ducha fresquita.- Agarra mi brazo y pone su mano en mi espalda.
-Niall suéltame.- Intento soltarme.
Me empuja y me hace subir las escaleras. Me mete en el baño y enciende la ducha. Me desvisto obligada y a los minutos, Niall me deja una ropa cómoda en el WC para que me la ponga. Me llevo unos 50 minutos en la ducha, solo para que Niall deje de molestarme. Cuando ya termino, me visto y salgo del baño. Mi habitación está impecable y toda las cosas del suelo están en su sitio. Niall está acostado en un lado de mi cama como un bebé.
-¿Estás dormido?.- Lo miro.
Al no responderme, doy por hecho que sí. Me tumbo a su lado y suspiro profundamente. Me resguardo debajo de su brazo y nos tapo con el nórdico.
-Gracias.- Lo abrazo.- Lo siento por ser una mierda de persona.- Beso su frente.
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Una luz me hace abrir los ojos. En cuanto los tengo abiertos, veo que es la pantalla del reloj de Niall, que esta a dos milimetros de mi cara, en el brazo que me rodea.
Llamada entrante de Deo.
-Niall.-Lo muevo.- Deo te está llamando.
-Umh.- Se frota su ojo.- Uf.- Abre su ojo y le da al rojo de su reloj. Luego lo vuelve a cerrar.
-Llevamos tres horas durmiendo.- Bostezo.
-Quiero dormir más.- Me abraza más fuerte.- Almenos estoy contigo.
-Lo siento.- Cierro los ojos.
-Lo siento yo por no haberme dado cuenta antes.- Besa mi frente.
-Soy una mierda.- Suspiro.
-No eres una mierda.- Acaricia mi pelo.- Yo también tuve mi bajón hace unos años y nadie vino a sacarme. Yo no voy a dejar que pase lo mismo contigo.
-No tengo solución.- Rasco mi ojo.
-Yo voy a ayudarte en lo que sea princesa.- Me coloca bien la manta.- ¿Sí?.- Me aprieta fuerte con sus brazos.- Eress ahora mismo lo mejor que tengo en mi vida y no quiero que te vayas. Por favor, tú me haces feliz, y hacía mucho que no sabía lo que era eso.