La campana nos salva de la tarea de la señorita Megan y todos soltamos un suspiro de alivio. Recojo mis libros y los guardo en la mochila. Me la cuelgo y miro en mi teléfono el horario de clase.
-¿Dónde vamos?.- Me pregunta Louis mirando mi teléfono.
-Matemáticas.- Bufo.
-Odio al profesor.- Bufa también.
-¿De qué habláis?.- Niall se mete en la conversación.
Le dedico una mirada de asco y me voy de la conversación hacia la siguiente clase. El pasillo está lleno de gente y casi no puedo pasar. Todos gritan y piden paso, pero nunca avanzan.
-Tú y yo, hablando, ya.- Niall me agarra del brazo.
-Niall suéltame.- Susurro.
-Vamos a hablar.- Aprieta su mano.
-No tengo nada de lo que hablar contigo.- Niego.
-Por favor.- Pide casi en súplica.
-Ahora no, que tenemos matemáticas.- Me zafo de su agarre.
-En el almuerzo.- Afirma.
-Vale.-Asiento no convencido y sigo con mi camino hasta el aula de mates.
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-¿Dónde está todo lo enamorada que estabas de mí?.- Pega un golpe en la mesa.
-Se fue.- Evito su mirada.
-En dos días no se te puede pasar un enamoramiento.- Se acerca a mí.
-Niall fue un polvo.- Lo miro.
-Mentirosa.- Niega.- Los dos sabemos lo que fue.
-Tienes novia.- Miro a Alex.
-No quiero a Alex.-Niega.- Te quiero a tí.
-Ajá.- Me río.
-Es enserio.- Suspira.
-No pegamos ni con cola.- Miro mi bandeja con el almuerzo.- Tú eres una ricachona y yo soy hija de una humilde camarera.
-¿Y?.- Se encoge de hombros.- No pongas más excusas.
-No son excusas.-Lo miro seria.- Es la realidad. ¿qué dirían tus padres? ¿y tus amigos?
-Mis padres no tienen que opinar nada. Y mis amigos te aman.- Mira a la mesa de sus amigos.
-Niall mejor no...-Niego.- Vamos a dejarlo en un polvo y ya está.
-Nos buscamos todos los días en clase con la mirada.- Bebe de su botella de agua.- ¿Enserio no notas un cosquilleo?
-Sí.- Le doy la razón al fin.- Pero mejor los dos separados y fin.
-¡Amorcito!.- La voz de Alex retumba por todo el comedor.
-Bye.- Me levanto y agarro mi bandeja.
-Hey, no te vayas.- Se levanta.
-Nene.- Alex le da un beso a Niall.
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Una semana después.
-___.-Mi madre aparece por la puerta de mi habitación.- Tienes visita.
-¿Quién es?.- Me siento en la cama.
-Es Niall.- Le deja paso.
-Hola.- Hace una mueca con su boca.
-¿Qué haces aquí?.- Lo miro.
Mi madre se va y cierra la puerta tras la entrada de Niall.
-Hace dos días que no vas a clase.- Se sienta a mi lado.
-Estoy enferma.- Toso.
-Eso me dijo Dustin.- Deja una caja en mis piernas.
-No tendrías que haber venido.- Lo miro.
-Sería facil mandarte un mensaje y ya.- Señala su teléfono.- Pero prefiero verte.
-¿Sabe Alex que estás aquí?.- Miro la caja.
-No.-Niega.- Y deja el tema de Alex ya. Siempre la nombras.
-Es tu novia.- Me encojo de hombros.
-Sh.-Me tapa la boca.- Abre la caja.
Abro la caja rectangualar dorada y me encuentro una botella de vino, con dos copas.
-¿Vino?.- Lo miro.- Estoy tomando medicamentos.
-No es para ahora.- Niega.
-¿Entonces?.- Frunzo mi ceja.
-Es para celebrar que la directora Trisha, ha concedido tu beca para la universidad.- Sonríe.
-¿Enserio?.- Grito de la emoción.
-Si.-Asiente.
-¡Siiii!.- Aplaudo.- Qué feliz estoy ahora mismo.
Abre sus brazos y lo abrazo fuerte.
-Te dije que ibas a conseguirla.- Besa mi mejilla.
-Gracias por darme la noticia.- Beso su mejilla.- Gracias.
-De gracias nada.- Se separa.- Un beso.
-Ehhh.-Lo miro.- No.
-Había que intentarlo.- Se encoge de hombros.
Miro el vino y las copas. Me imagino sentada en un mantel, en el cespes de un parque, bebiéndonos el vino, entre risas, besos y golpes cariñosos. Ojalá todo fuera tan facil, y esto solo fuera un amor entre dos adolescentes de 17 años.
-¿Cuando nos bebemos el vino?.- Pone su mano encima de la mía.
-Cuando me mejore.- Miro nuestras manos.
-Está bien.- Su pulgar juega con el mío.- Te esperaré.
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-Deberías de alejarte de mi novio.- Alex se pinta los labios en el lavamanos de mi derecha.
-Solo es mi amigo.- Me lavo las manos.
-Pues no quiero que te acerques más a él.- Cierra el pintalabios.
-Lo que tú digas.- Enciendo más el grifo para no escucharla.
-Mira rata de mierda.- Se acerca a mí.- Niall es mío.
-Okay.- Me seco las manos en su blusa celeste.
-¿qué haces?.- Grita histérica.
-Ups.- Me cuelgo la maleta del suelo y salgo del baño.
-¡Ven aquí!.- Me persigue por el pasillo.
-Cállate Alex.- Paso de ella.
-Que vengas de una puta vez.- Me tira de los pelos.
-¡Alex!.-Grito.
-Maldita zorra.- Me lleva de los pelos.
-¡Alex que me duele!.- Grito histérica de dolor.
-Te jodes inútil.- Me pega contra las taquillas.
-A-le-ja-te.- Me tira saliva en la cara cuando habla.- ¿Entendiste?
-Sí.- Asiento.- ¿Y entiendes tú esto?.- Agarro su cuello y la pego contra las taquillas del otro lado del pasillo.- Déjame en paz. Tú sales perdiendo siempre.
-Perdona bonita.- Se ríe.- Eres tú la pobre.
-Yo no soy pobre.- Aprieto su cuello.- Solo que no me compro bragas de 100£.
-Ni mis bragas están a tu nivel chica.- Se ríe.- Las mías son de alta gama.
-Las mías son unas bragas cualquiera.- La miro a los ojos.- Pero que sepas, que el mismo tío que baja tus bragas de 100£, baja las mías de 10£.