-¿Por qué?.- Me cruzo de brazos.
-¿Por qué tienes un alma tan negra?.- Dice mi madre acomodando su camisa.- Tiene sentimientos.
-Me da igual los sentimientos de Niall mamá.- La miro con odio.
-Llámalo hermano.- Me corrige.
-Niall nunca va a ser mi hermano.- Niego.
-Pues puedes irte de casa.- Corta la zanahoria perfectamente.- A ver dónde vas a ir.
-Te odio.- Suelto aire fuerte.
Subo las escaleras endemoniada y clavando mis uñas en la palma de mi mano, por no pegarle a mi madre.
-¿Podrías callarte un poco?.- Niall sale de su habitación.
-Tú cállate mejor.- Lo miro mal.
-Qué genio.- Se ríe.
-Te odio.- Le tiro el cojín de la silla que hay en el pasillo.
-También te odio.- Me tira un beso y entra en su habitación.
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-Ahí está tu hermano el buenorro.- Dice Megan mientras mira a Niall bajarse del coche.
-No es mi hermano.- Lo miro.- Y menos buenorro.
-Pero va a serlo.- Lo sigue mirando.
-No.- Vuelvo a negar.- Es el hijo del novio de mi madre, nada más.
-Pues para mí.- Levanta su mano.
-Sales con él, y no te hablo más.- Le amenazo.
-Vale.-Rueda los ojos.
-Vamos.- Choco mi codo con el suyo y comienzo a andar.
-Odio Historia.- Megan se queja detrás mía.
-Venga.- La animo.- Solo te quedan 5 meses.
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-¡___ me meo!.- Niall llama a la puerta del baño.
-Ve al jardín.- Quito la toalla de mi pelo.
-¡Venga ya!.- Aporrea la puerta.
-Espérate.- Cuelgo la toalla y agarro el desenredante de pelo.
-Voy a entrar.- Abre la puerta.
-¡Niall!.- Toco mi cuerpo asegurando que tengo toalla.
-Tranquila.- Se baja la cremallera.- No es el primer culo que veo.
-¡No vayas a mear!.- Me tapo los ojos.
-No puedo aguantar más.- Oigo el sonido de su pis cayendo.
-Eres un puto cerdo.- Le doy la espalda.
-Soy un humano.- Tira de la cadena.- Tambié meo.
-Adg.-Me quejo.
-Ya.- Se sube la cremallera.
-Que guarro.- Miro sus manos.- ¿No te lavas las manos?
-Nop.- Pasa su mano por mi brazo desnudo.
-¡Ahhhh!.- Muevo el brazo.- ¡Cochino!
-Ya están limpias.- Me sonríe con los dientes y se va.
-¡Vete al infierno!.- Le grito desde fuera del baño.
-Allí nos vemos- Me dedica una última sonrisa y entra en su habitación.