-Toma.- Dejo la lista en la mesa de escritorio.
-¿Eso que es?.- Coge el papel.
-Lo que tienes que comprar para la casa.- Quito la mano de encima de la lista.
-¿Cuando vamos? ¿Ahora?.- Pone la mano en la pantalla de su ordenador, para cerrarlo.
-Vas a ir tú.- Me cruzo de brazos.
-Pero...-Me mira.
-Te dije que yo contigo ya no hago nada.- Niego.
-Venga ya ___.-Se levanta.- ¿Cuantas veces tengo que pedirte perdón?
-Ve con tu amiga esa a hacer la compra.- Salgo del despacho.
Me encuentro a James por el pasillo, que va cargado de folios para hacer su tarea. Una vez que entra en su habitación, cierra la puerta un poco para que eñ ruido de sus hermanos gritando no lo distraiga.
-Ya casi comemos, ¿sí?.- Le digo a Lucy mientras bajo las escaleras.
-Sí mami.- Asiente.
-¿Qué quieres comer amor?.- Me agacho a su altura y toco sus coletas.
-¿Pizza?.- Me sonríe.
-Algo que no sea pizza.- Le hago la misma sonrisa.
-¿Espaguetis?.- Sigue con su sonrisa.
-Perfecto.- Asiento aceptando su propuesta.
-¡Bien!.- Choca su mano con la mía.
-Que te quiero.- La abrazo fuerte y beso toda su cara.- Eres lo más bonito del mundo.
-Aish.- Se sonroja.
-Te amo.- Beso su mejilla y me levanto.- ¿me ayudas?
-Sip.- Asiente y guarda su peluche en la caja de juguetes.
La cargo y antes de ponerme a hacer la comida, entro en el salón para mirar la cuna de Danny. Está sentado en la esquina, jugando con sus peluches varios calladito y con su chupete puesto.
-Hola cielo.- Acaricio su nuca.- Ya veo que te has despertado de la siesta.
Me mira y me sonríe con los ojos arrugándolos.
-Mami.- Señala a Danny.- ¿Me puedo quedar con Danny?
-Claro amor.- La meto en la cuna.- Ten cuidado, ¿vale?
-Sí.- Asiente y agarra el piano de Danny.
-Cuida de tu hermano.- Le pongo bien las coletas y salgo del salón.
-¿No había cerveza?.- Niall mira la lista y luego en el frigorífico.
-Tu lo has dicho.- Miro el frigorífico vacío.- Había.
-Si hace dos días había 3 almenos.- Las busca.
-No hay.- Vuelvo a afirmar que no hay.
-Pero...- Rasca su nuca.
-Me las bebi yo.- Cojo la cacerola del mueble.
-¿Tú?.- Suena extrañado.
-Sí.- Digo cortante.- Yo.
-Bueno....vale.- Baja su tono de voz.
-¿Con que quieres la pasta?.- Echo agua en la cacerola.
-Ya sabes como me gustan.- Coge la bolsa de la compra.
-Ya no se ni lo que te gusta.- Niego.- Pensaba que te gustaba yo.
-Y me gustas.- Cierra la puerta del armario.
-Te gustan otras ya.- Lo miro.
-Me gustas princesa.- Suspira.-Me encatas.
-Vete ya si no quieres quedarte sin comer.- Suelto aire fuerte para calmar mis nervios.
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-Mamá, ¿no comes?.- James me mira.
-Luego como yo amor.- Recojo todas las cosas de la cocina.
-Vale.- Dice no muy convencido.
Me siento al lado de Danny para vigilar como come. Se cansa del tenedor y opta por utilizar sus manos para comer. Su boca entera se llena de tomate, hasta las pestañas. Limpio su boca con una servilleta y él intenta escabullirse.
-Hoy nos vamos de partido.- Niall levanta su mano.
-¡Sip!.- James choca la mano con su padre.
-Yo también quiero.- Dice Lucy triste.
-La próxima vez vamos los tres.- Niall acaricia la mejilla de Lucy.
-Si claro.- Baja su mirada.- Siempre James.
-Ay amor.- Acaricia su pelo.- Te lo prometo. Te llevo donde quieras.-La levanta de su silla y la sienta en su pierna.- Sabes que papá nunca te miente.
-Ajam.- Toso falsamente.
Niall me clava una mirada semejante a una estaca y luego mira a Lucy de nuevo.
-Pinky promise.- Alza su dedo pequeño.
-Pinky promise.- Lucy coge su dedo.
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-Mamá nos vamos.- James toca mi brazos.
-Adiós amor.- Beso su mejilla.- Cuidado, ¿vale?
-Sí.-Me abraza.
-¿Llevas la gorra?.- Señalo su mochila.
-Sí.- Asiente.
-Cuidado.- Beso su frente.- No te separes de tu padre.
-No.- Niega.
-Pásatelo bien.- Arreglo su ropa.
-¿Estás bien?.- James me mira.
-¿Yo?.- Lo miro.- Sí.
-Te quiero.- Besa mi mejilla.- Adiós mami.
-Adiós cielo.- Me despido con la mano.
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Subo la calefacción y vuelvo a acostarme de nuevo. Me tapo hasta el cuello y cierro los ojos para volver a dormirme. Justo cuando voy a volver a caer en el sueño, Niall abre la puerta de la habitación, haciendo que la luz del pasillo me de en toda la cara.
-Ouch.- Se queja cuando se choca con la silla.
Apaga la luz del pasillo y enciende la del baño. Se desviste y se pone unos pantalones de chandal grises para dormir. Dobla toda su ropa y la deja en la silla.
-Se que no vas a preguntarme, pero quieres saberlo.- Se mete en la cama.- El partido muy bien.
Bosteza y se tapa. Se mueve un poco y en uno de estos movimientos, me toca con su pie.
-James se lo ha pasado genial.- Parece que lo estoy viendo sonreir.
-Ya le preguntaré mañana a James.- Intento cortarlo.
Suspira y se calla la boca al fin. Pongo las manos en mi barriga y la masajeo para intentar evitar ese dolor de regla tan horrible.
-Tengo la regla.- Lo informo.
-Entonces no hay embarazo...-Dice bajo.
-Menos mal.- Suelto.
-Si amas a nuestros hijos, ¿por qué no otro más?.- Se mueve cambiando de posiciones.
-No quiero tener que ver nada más contigo.- Me pongo boca abajo.- Solo lo hago por los niños, si no, te pondría de patitas en la calle.
