-Está bien.- Escribi en el papel mientras que aguanto el teléfono con el hombro.- Ajam...
-Y también una noche de Spa para 2, por favor.- Dice la muchacha al otro lado de la línea.
-Perfecto.- Escribo.- Le pasaremos la factura por gmail.
-Gracias.- Dice amable.
-Gracias a usted señorita.- Cierro la libreta.- Nos vemos en unos días.
-Bye.- Termina y cuelga.
Dejo el teléfono en el cargador y me levanto de la silla del escritorio. Estiro mi espalda y luego mis piernas.
-Holi.- Niall aparece abriendo la puerta.
-Hola.- Muevo mi cuello.
-Me voy a dar las clases de golf.- Se coloca bien la gorra blanca.
-¿Has revisado que todas las habitaciones estén perfectas?.- Lo miro.
-Sip.-Asiente.- Todo en orden.
-Vale.-Asiento.
-¿Qué te pasa?.- Me mira.- Te veo algo dolorida.
-Me duele todo.- Me estiro.- Necesito un descanso.
-Vente conmigo a las clases de golf.- Estira su mano.
-Uf.- Agarro su mano.- Sabes que soy muy torpe.
-Yo te enseño.- Tira de mi mano y me pega a su cuerpo.
-Creo que mejor voy a ir a fumarme un cigarro a la piscina.- Lo abrazo.
-No fumes.- Me da un empujon suave.
-Me estreso.-Bufo.
-Pero no fumes.- Me mira.
-Uf.- Lo miro.- Uno solo.
-¿No ibas a dejar de fumar?.- Me agarra la cara entre sus manos.
-Iba.- Me encojo de hombros.
-Pues si quieres cada vez que quieras fumar follamos.- Me da un beso.
-Me gusta más eso.- Sonrío.
-Tengo que irme ya.- Lame mis labios.
-Jo.- Muerdo su lengua.
-Luego vengo a buscarte.- Me guiña el ojo.
-Que bien te queda el uniforme de golf.- Aprieto su trasero.
-A tí te queda bien ir de jefa.- Susurra encima de mis labios.
-Ir de jefa no.- Corrijo.- Soy la jefa.
-Eso me gusta mucho.- Me da un beso.
-Vamos anda.- Me separo de él y agarro mi bolso.
Abro mi bolso, cojo el paquete de tabaco y el mechero negro. Lo vuelvo a poner en la percha y ando hasta Niall.
-Debes de ligar mucho de profesor de golf.- Paso mi mano por su polo de color azul marino.
-La verdad es que no.- Niega.
-Si estás para comerte.- Bajo mi mano.
-Qué se le va a hacer...-Se encoge de hombros.
-Yo soy una de tus alumnas y me tiro encima tuya.- Juego con la cremallera de sus pantalones.
-Ehhhh.-Me da en la mano.- No hagas eso.
-Tienes suerte de que no tenga tiempo.- Agarro su pack por encima del pantalón.- Si no, no dejaba que te fueras del despacho.
-Uh.- Forma con sus labios una U.- Deberíamos irnos ya.-Me quita la mano.- No me calientes más, o no salgo de aquí.
-Me gusta.- Le sonrío y abro la puerta.- Pase señorito Horan.
Mira su entrepierna y casi le exploran los pantalones blancos. Me asesina con la mirada y solo puedo reirme.
-Puede ir más deprisa señorito.- Le doy con el pie en el culo para que ande más rápido.
-Te odio en este momento.- Respira para calmarse un poco.
-Lo siento gordo.- Agarro su mejilla.
-Tu y yo, hoy, en mi casa, netflix.- Me mira.
-Perfecto.-Asiento.- Pero Netflix de verdad.
-¿Quien dijo que no vieramos Netflix?.- Abre la puerta.
-Ajam.- Salgo.
-Tenemos que terminar de ver la película del otro día.- Agarra su macuto con los palos de golf.
-Era una mierda.- Saco un cigarro.
-Pues vemos otra.- Se lo cuelga en la espalda.
-Siiii.- Saco el mechero de mi bolsillo.- Chau.
-Adiós bella.- Se monta en el carrito de golf.- Esto no queda aquí.- Me desafía con su dedo corazón e índice, de sus ojos a los míos.
-Te quieroooo.- Le tiro un beso.
-Yo a tí no.- Rueda los ojos y se va.
-¡Guapo!.- Le grito.
-¡Me debes una!.- Dice y me río.