Segunda parte {128}
Estiro la colcha y acomodo bien los lados que sobresalen. Cierro la ventana que abrí antes para airear un poco la habitación y me siento en la silla.
-Hola mamá.- Dejo volando el botón de audio de Whatsapp.- Estoy bien. Hoy sábado iré a dar una vuelta. Aquí todo bien.- Miento.- Cuidarse en casa.- Bajo el botón y lo mando.
Miro a la puerta, Niall está mirándome desde el pasillo. Me levanto de la silla haciendo nula su presencia y doblo la ropa del suelo encima de la cama.
-¿Qué vas a salir?.- Entra en la habitación de invitados.
-¿Tú me das explicaciones de si sales o no sales?.- Abro el armario.
-No.- La única palabra que sale de su boca.
-Pues yo tampoco tengo porqué decirte nada.- Saco unas leggins y un top.
-Puedes calmarte.- Dice suave.
-Tú llevas semanas hablándome así de déspota y de superioridad.- Le contesto igual que él lo hacía conmigo.
-Pero ahora no te he dicho nada.- Se sienta en mi cama del cuarto de invitados.
-Te estás volviendo un Bipolar de mierda.- Me quito el pijama.
-Podemos arreglar las cosas de buenas maneras.- Agarra mi cintura.
-¿A eso vienes?.- Lo miro.- A por sexo.
Se queda callado y mira mi cuerpo semidesnudo. Me aparto y me vísto lo más rápido posible.
-Te dije, que si no parabas, tú y yo no éramos nada.- Agarro mi teléfono.- O vas a que te vean eso que tengas, o te olvidas de mí.
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Abro la puerta de la casa con una mano y con la otra aguanto la caja. Cierro sin hacer mucho ruido y suelto todo encima de la silla de la entrada.
-¿___?.- Niall dice desde el salón.
-Hola.- Entro en el salón.
Miro la caja. El gatito callejero duerme plácidamente con la cabezita entre sus patas y con su respiración calmada.
-¿Y esa caja?.- Mira mis manos.
-Mira.- Agarro al gatito y quito la caja.
-Ese gato no entra en mi casa.- Se levanta.
-También es mi casa.- Miro al gato.- Es un bebé. Pobrecito Niall.
-He dicho que no.- Se acerca a mí.
-Si lo voy a cuidar yo.- Acaricio su cabeza.- ¿Que más te da?
-___.-Me mira con los ojos furiosos.
-También es mi casa.- Vuelvo a repetir y subo.
Preparo un barreño de agua para lavar al gato porque está muy sucio. Su pelito blanco aparece cada vez más reluciente y sus patitas rosadas se dejan ver. Se asusta un poco cuando lo seco, pero de nuevo se vuelve a dormir.
