✞𝕾𝖊𝖔𝖓𝖁𝖎𝖑𝖑𝖆𝖌𝖊✞ ｎｃｔ•

✞𝕱𝖎𝖗𝖊✞

𝕭ien era sabido que la aldea de fuego estaba bien dirigida, y era nada más y nada menos que porque su líder era Jung Yoonoh, también conocido como Jaehyun.

Jung Minhyung, más conocido como Mark, era el hermano menor del líder de la aldea, vivía con sus dos mejores amigos, Jaemin y Jeno, los cuales eran pareja, en el centro de la aldea.

Era una persona importante, y era el siguiente en la lista si en el mejor de los casos, su hermano renunciara al puesto como líder de aldea, cosa que esperaba que nunca sucediera. Y aunque era muy poco probable que él, llegara a ser el líder, su educación se basaba en eso. Su función era ser la mano derecha de Jaehyun. Esas eran sus aspiraciones en la vida. Jaemin y Jeno la tenían mejor. Ellos eran hijos de bien acomodados funcionarios en la suprema corte.

La aldea fuego era reconocida más allá de sus iluminadores, porque era la aldea de la justicia. Ahí estaban los tribunales y cualquier cosa como permisos solicitar algún material a la aldea de la tierra, sacar documentos oficiales o incluso un permiso para salir de la ciudad, debían ser consultados en la idea de fuego.

Allí también estaba el portal al Inframundo para ver a Anubis. Cuando un delito era cometido en la ciudad, (casos realmente aislados) eran llevados frente a Anubis, el cual pesaba su corazón con una pluma, si su corazón era puro, entonces se mantendría a la altura con la pluma y este no sería juzgado por sus crímenes, sin embargo, si su corazón era más pesado, este sería devorador por Ammit, una Diosa con cabeza de cocodrilo, patas delanteras de León y patas traseras de hipopótamo.

Jaehyun nunca había sido testigo de un juicio, ni su padre, ni el padre de su padre. Nunca había lidiado con algo más que manifestaciones pacíficas cerca de la capital de iluminadores inconformes con cambios de horario.

La aldea fuego también era hogar de los fénix. Jaehyun tenía el suyo, había pertenecido a su familia desde hacía muchísimo tiempo. Solía hacerla llorar para cuando Mark se lástima y con sus lágrimas curar a su hermano. Jaehyun amaba a Mark como a nadie más en el mundo. El único superviviente de su familia a un desastroso accidente que habían tenido cuando su carruaje se cayó en un acantilado cuando iban hacia el centro. Jaehyun se había quedado en casa porque se sentía mareado, y al parecer, su madre la cual era hechicera, había usado toda su magia para hacer que Mark puediera sobrevivir. Desde ese momento, Jaehyun se prometió que no dejaría que la muerte de sus padres fuera en vano, él iba a cuidar a Mark a costa de lo que fuese. Mark iba a sobrevivir.

Mark era un joven bastante calmado, solía reírse de cualquier cosa y le gustaba leer sobre magia y hechicería. Jaehyun solía decirle que seguro tendría sangre mágica en la sangre, como su madre, pero Mark ya tenía veinte años, ya era casi imposible que sus poderes salieran a esa edad.

Para los ojos de Jaehyun, su hermanito era la persona más inocente y noble que conocía, y hasta cierto punto tenía razón.

Era miércoles, el día en el que Jaehyun viajaba hasta el centro para su reunión con el consejo de Seon, Mark había dejado a Jaemin y a Jeno unas cuantas monedas en un bolso de cuero para asegurar su silencio. No es que los chicos necesitaran el dinero, pero el dinero que les daban sus padres estaba supervisado, y sería muy vergonzoso que sus padres vieran que se lo gastaban en pócimas de amor carnal, que les daba pues...Mark nunca se había atrevido a preguntar lo que realmente les hacían esas pócimas.

Eran las once, su hermano no regresaría hasta el sábado en la mañana, así que no se preocupaba si llegaba tarde. Dejo el caballo amarrado cerca de la frontera del mundo mágico, a esa hora los defensores acaban de hacer sus guardias y dejaban el trabajo a los hechiceros para que conjuraran hechizos de protección. Mark no veía casi, estaba a pocas cuadras del límite y aún era temprano, no se había demorado mucho, él debía seguir ahí...