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𝕸uy al pesar de Ten, Hendery lo iba a acompañar a Tailandia. No era que le molestara el chico, en absoluto, si no más bien era eso, que su presencia le agradaba demasiado. Hendery era lindo, atento y un completo idiota. Un Yuta del aire.

Cuando era joven había tenido un enamoramiento pasajero por Nakamoto, no se arrepentía, había hecho cosas tiernas por amor, además de que Yuta nunca le rompió el corazón, simplemente poco a poco se fue dando cuenta que ese amor era simplemente por lo mucho que quería a su mejor amigo de la infancia, y el único que tuvo. Antes de que mandarán a Yuta a la aldea tierra, ambos chicos se criaron en la ciudad con su tutor, Siwon. Crecieron pegados el uno al otro hasta que ambos cumplieron quince y fueron mandados a sus respectivas aldeas. Ahora,que Yuta tenía veinticuatro y él veintidós, sabía que el gemela de Nakamoto había llegado, y seguramente en esos momentos peleaba a su lado para sobrevivir.

No sabía que ese japonés fuera tan importante para ti.

Bien, adiós tranquilidad.

Apenas llevaban media hora de camino hacia Tailandia y Hendery ya había comenzado a hablar. Lo peor era que Ten le seguiría el paso y acabarían bromeando y confundiendo el pobre corazón del líder. El cual no quería enamorarse, aún no.

Fue mi primer amigo.
¿Y cómo se entendían? Digo, acaban de llegar de países diferentes y no hablaban el mismo idioma.
Llegamos con un nivel de coreano aceptable Chittaphon soltó una risitaaunque solía llamarle oppa todo el tiempo porque era mayor que yo. Mucho después me enteré que solo las mujeres le dicen así a los hombres. Supongo que por eso nos veían raro cuando lo hacía de pequeño.

Y entonces la melancolía volvía. Ten en otro caso diría algo como: "ya que nos venga a visitar Yukkuri él mismo te dirá lo gracioso que era."

Pero no sabía si volvería a ver a su Yukkuri. No había rastro de que algún humano hubiera ido por esos senderos, solo huellas de lobos y uno que otro gigante. El líder suspiró, hasta que sintió unos brazos envolver su cintura con delicadeza. Hendery lo abrazaba como si nada alrededor de ellos existiera. Ambos estaban metidos en el carruaje, cubiertos por cortinas y probablemente nadie estaría espiando, pero aún así, Chittaphon se sentía expuesto. No era como si Hendery fuese muy menor para él, tendría ¿Cuántos? Unos veinte años, pero aún así actuaba tan infantil, como si tuviese quince, era como ver a Yuta a la edad a la que los habían separado. Guapo, gracioso, extrovertido y todo un ídolo adolescente.

Hendery...
No me apartes, por favor...

El chino estaba tan cerca de su rostro, que podría haberlo besado ahí en ese preciso instante, pero se contuvo. No quería hacer sentir incómodo a Hendery, no como alguna vez lo hizo con Yuta.

Sé que soy joven e inexperto, también se que Yuta es la persona más importante que tienes aquí, pero si él ya no... estuviera con nosotros, creeme que Yuta buscaría de todas las formas comunicarse contigo. Y creeme que Yuta está bien, cuando pierdes a alguien que amas, sientes el vacío por muy lejos que estés, ya no lo sientes.

Bien, ahora sí que Hendery lo había sorprendido.







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Ya que Chittaphon estaba de viaje, Taeil era el líder temporal de la aldea del aire igual que de la suya. Doyoung estaba ocupado con la depresión de YoonOh, así que Moon aceptó quedarse con el puesto. Caminó por un tramo de las montañas. Recordando a su primo, recordando a Yuta.

¿Estarían bien? ¿Tendrían comida? ¿Aún estaban vivos?

No quería despertarse y que le dijeran que ya habían visto sus cadáveres, que era lo único que quedaba de ellos. Se sentó en el piso, totalmente exhausto.

¿Estás bien anciano?

Aquella voz, simplemente lo hizo sonreír. Volteó hacia atrás, viendo cómo Donghyuck se acercaba con las mejillas sonrojadas. Oh, su pequeño Haechan, como le llamaba ahí. Un niño tan lindo que el líder no se pudo contener. Taeil era normalmente muy serio, sin embargo por momentos como ese, donde el menor llegaba de la nada y le hablaba, lo hacían cambiar como un adolescente enamorado, como si su amado le compartiera la juventud.

Ya sabes, pensando en cuanto tiempo me queda aúndijo Taeil bromeando de vuelta.
La verdad dudo que mucho.

Y entonces Donghyuck se sentó detrás de él y lo abrazó por la cintura, recargando su barbilla en el hombro ajeno. Miraban la ciudad por desde las alturas, asombrando se de lo grande que era el mundo, una y otra vez. De lo grande que era y de que aún así, se habían encontrado. Porque Taeil creía en las almas gemelas, creía en ellas porque Haechan era la suya. De eso no tenía dudas.

Hablando en serio Tae ¿Cómo te sientes?
Aparte de anciano.
Taeil...
Si, ya sé, ya sé.

No era de algo que le gustara hablar. Quería simplemente olvidarse de que había perdido a sus amigos, quería olvidarse solo por un rato.

Estoy bien. En lo que cabe. Los extraño pero...ya sabes. Estamos trabajando.

La respuesta corta pero sincera del chico le dió a Donghyuck suficiente para apartar el tema, solo quería saber que su amado estaba saliendo adelante.

¿Quieres comer galletas? Sehun hizo algunas.
Creo que paso esta vez.
Entonces entremos, va a anochecer.

Se levantaron del piso y caminaron de la mano hacia donde dormían, no había nadie ahí que los juzgara, no había nadie que tuviera algo que decir a cerca de su amor.

Que bueno que rechazaste las galletas, Sehun no sabe cocinardijo Donghyuck intensionalmente mientras pasaba a lado de Oh. El chico volteó con mala cara pero siguió en sus asuntos sin prestar realmente atención.
Ya cierra la boca Haechan.

Con una risa, Taeil caminó de la mano de su pequeño novio. Y le decía pequeño únicamente por la edad. El único inconveniente en que ellos salieran, era la edad. Haechan tenía veinte, mientras que Taeil ya iba a cumplir veintiocho. La única razón por la que aún no lo hacían oficial era porque debían esperar a que el menor cumpliera al fin veintiuno. Así que con risas y caricias en sus manos, caminaron hasta el cuarto de Donghyuck donde se besaron un buen rato. Donghyuck sentado sobre las piernas de Taeil era la vista más perfecta que se podía tener de su amor. Donghyuck disfrutaba de recibir cariñitos y Taeil de dárselos.

¿Por qué eres tan bonito mi amado rayo de sol?
¿Y tú por qué tan cursi anciano?
No me importa las veces que me digas anciano. Yo te amo demasiado para enojarme.

Qué bellos eran aquellos días dónde se la pasaban días enteros así, no se cansaban, lo hacían una y otra vez. Se besaban, se tenían el uno al otro, pero en esos momentos Taeil simplemente despertaba de su hermoso sueño y volvía a la realidad, del hermoso sueño que vivía con su amado niño, regresaba y se sentía intranquilo.  Inquieto de no saber el paradero de cuatro de las personas más importantes para los líderes.

Estoy sintiendo que algo anda mal Tae. Tranquilo, Ten hará lo imposible por saber del paradero de ambos.
Lo sé, lo que me inquieta es saber cómo los encontraremos.
¿Cómo?
Vivos, o muertos.
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;RACHELRED✞

✞𝕾𝖊𝖔𝖓𝖁𝖎𝖑𝖑𝖆𝖌𝖊✞ nct• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora