✞𝕾𝖊𝖔𝖓𝖁𝖎𝖑𝖑𝖆𝖌𝖊✞ ｎｃｔ•

✞𝕷𝖎𝖊✞

𝕳abía pasado una semana y Renjun ya tenía preparado el libro que le regalaría a Jaemin. Lo único que faltaba era agregarle color. Gracias a los zafiros que Taeyong y Yuta le habían dado, había logrado obtener colores bonitos para sus bocetos, sin embargo no había amarillo.

Recordaba tener algo de pintura amarilla en sus cosas de arte en su hogar en la aldea de la tierra, y había olvidado pedírselos a Taeil.

Lucas debía estar en la aldea del aire ese día, así que tendría que ir solo. Temprano en la mañana, se puso de nuevo su ropa de terrano, dejado de lado las lindas prendas que Baekhyun le había confeccionado y salió del lugar. Jaemin y Jeno no le dirigían la palabra, sin embargo Renjun no se los iba a reporchar. Había arruinado el trabajo de Jaemin, y ahora no podía simplemente enojarse porque lo ignoraron. Pero bueno, al menos gracias a esto había podido hacer el libro para Jaemin sin problema y sin sospechas.

Caminó directo a la entrada principal, la ciudad era enorme, sin embargo no dejaba de ser una jaula para humanos. Huang caminó a paso seguro y al llegar de encontró con Chanyeol, era raro pues Chanyeol era uno de los defensores principales de Seon, no el guardián de la puerta.

-Renjun, que sorpresa ¿Me veniste a ver?

Ren sonrió. Conocía un poco a Chanyeol pues siempre solía ir junto a Taeil para protegerlo. A pesar de ser originario de la aldea de fuego, a Chanyeol lo mandaban a hacer muchas cosas más en otras aldeas, y no era de sorprenderse, pues Park era uno de los pocos defensores en el mundo entero que tenían poderes reales. Yeol tenía el poder de las cenizas en sus manos, lograba lanzar fuego y hacia temblar volcanes. A lo que sorprendió que estuviese cuidando la puerta.

-Claro que si hyung. Aunque no me hubiese esperado que estuvieras aquí.
-Ni yo-dijo Yeol haciendo una mueca- soy uno de los pocos guerreros con poderes y me ponen a cuidar una puerta, se nota que tienen miedo de perderme. Pero no sé de qué les sirve que sea defensor si lo único que defiendo es que nadie cruce la puerta.

Jun río de nuevo mirando a Yeol.

-¿No puedes dejar pasar a nadie?-preguntó curioso-¿Ni a este pobre chico en busca de pintura?

Chanyeol negó y Huang suspiró.

-Lo siento mucho Jun. Pero están claras las leyes. Después de todas las desapariciones, no dejan cruzar a nadie que no tenga un permiso especial.
-Oh, por favor Chan, déjame pasar. Dejé mi pintura amarilla aquí, Taeil hyung está ocupado para traermela y en esta aldea no la puedo conseguir.
-Lo siento Renjun.

Huang busco por todas partes una forma de convencer a Chanyeol. Pero no había más que un desolado pasillo, nadie se atrevía a pasar por ese lugar, y menos tan temprano. La gente comenzó a creer que las puertas estaban embrujadas, a lo que muchos tenían miedo de estar cerca de la puerta.

-Estoy seguro de que podrás hacer algo aún sin tu pintura amarilla.
-Es lo único que me falta.

Dios, era un artesano, alguien sumamente creativo. ¿Por qué no se le ocurría ni una buena idea?

-Es por seguridad de todos...

Pero Renjun no estaba escuchando. Su vista se clavó en una larga soga que igual servía para atar caballos, pero ahora estaba amarrada a un poste, casi gritandole a Renjun que la tomara. Cuando el chino se acercó al objeto, Yeol lo siguió con una mirada curiosa. Realmente Chanyeol era como un niño de gran tamaño. Miraba todo con curiosidad y se emocionaba con cualquier cosa.

-Mira, pasaré la puerta con esta cuerda-dijo Ren amarrandose la soga a su estrecha cintura-esta amarrada al poste de esa casa, el portal tendría que arrastrarme con todo y casa ¿Vez? No hay ningún riesgo.