✞𝕾𝖊𝖔𝖓𝖁𝖎𝖑𝖑𝖆𝖌𝖊✞ ｎｃｔ•

✞𝕾𝖆𝖈𝖗𝖊𝖉✞

𝕰l miedo comenzaba a consumir a Jaehyun en cuanto comenzó a leer el libro.

Siwon lo había mandado a llamar, y supuso porqué, sin embargo, lo que Renjun había encontrado era más que perturbador. Le calaba los huesos y sus manos temblaron en cuanto leyó la última página.

—¿Mi hermano fue raptado por un Yakshasa?
—No estoy seguro— dijo el ministro acariciando su cien— no sé cómo Renjun obtuvo esto, y creo que él es la clave para averiguar lo que pasó, sin embargo, sigue desaparecido desde hace ya medio día. Temo que quien haya hecho esto, trate de capturarlo. Se suponía que no le diría a nadie que estuvo aquí, pero creo que eres el más indicado para saber esto.
—Le agradezco mucho ministro. Ahora lo más importante es encontrar a Renjun para poder hacer algo.

Una mueca en el rostro del mayor se hizo presente.

—No creo que el chico este muy contento.  Taeil me mandó un alcón pidiendo que si sabía de él le informara, me contó como lo trataron, y si yo fuera él, no les dirigiría la palabra.
—¡Esto va más allá de lo que crea o no, se trata también de encontrar a sus mentores!— Jaehyun notó que había alzado la voz, y bajando la mirada, suspiró desganado.
—Ten cuidado con lo que haces Jae, puede que estemos cerca de encontrar a tu hermano, pero si desesperas nunca lo haremos— advirtió— esta criatura tiene varios nombres, investigue un poco sobre él. No parece nada amigable y lo que está pasando coincide con la leyenda.

El castaño se sintió desfallecer.

¿Cómo podría sobrevivir su pequeño hermano a algo como eso?

Recordó el momento en el que desapareció, por un momento pensó que la puerta se había cerrado frente a él, pero cuando escuchó las versiones de los guardias, decían que Mark había caído del otro lado después de que la puerta se cerrara. Había sido una ilusión, y de algo estaba seguro después de aquellos días de investigación con Doyoung, y era que alguien había abierto ese portal.

—Lo lamento, y le agradezco por llamarme. —hizo una reverencia al mayor,  volteando para irse, deteniéndose en corto al escuchar las últimas palabras que Siwon le dirigía.
—Cuida de Renjun, él es probablemente la clave.

Jung simplemente salió de ahí.

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𝕶un y Hendery revisaban los papeles de la expedición. Al fin, después de unas horas de buscar entre los miles de papeles de la guardia de Ten en el templo del aire, lograron encontrar un archivo con la información del impostor en el grupo.

Era el expediente falso de Sicheng, que al parecer aquella persona había entregado con falsos documentos.

Sicheng por su lado, leía el expediente de Hendery cuando lo encontraron en la entrada. Con una investigación profunda de sus heridas, quizá podría dictaminar quienes realmente los habían atacado. A pesar de que el aldeano del aire había culpado a los elfos oscuros, no estaba del todo seguro. Sin embargo, recuerda haber visto una melena blanca y unas orejas puntiagudas antes de cerrar los ojos y fingir su muerte.

—La persona que te robó la identidad era una mujer de la aldea del fuego. Ella fue quien gritó que había un traidor, probablemente tratando de causar pánico para poder huir. La recuerdo por eso, pero sinceramente nunca le tomé mucha importancia— Hendery habló al rubio que segundos antes leía inmerso su expediente. Sus ojos parecieron tener una chispa de lucidez.
—¡Sé quién es!— dijo alucinado— justo el día que me robaron mi brazalete, fui a comprar granada al mercado de pulgas en la aldea del fuego. Recuerdo que una mujer muy insistente me ofreció dátiles que no tenían muy buena pinta. Tampoco le tomé mucha importancia, pensándolo bien ella estuvo muy cerca de mi mano, pero...es como si mi mente la hubiera descartado completamente.