𝕿aeyong y Yuta iban junto a Taeil en el carruaje. No estaban muy acostumbrados a subir a un carruaje de tal calidad, a diferencia de las demás aldeas, el puesto de líder en la aldea tierra se ganaba mediante votación. Taeil había ganado justamente, y la aldea entera lo quería. Era un buen gobernante, seguía las leyes y había aprendido lo que era llegar desde a bajo.
Renjun dormía plácidamente en la parte trasera, Taeyong aprovechó para acariciar su cabello. El chico era muy poco amante del contacto físico, a lo que Lee aprovecho su pequeño momento de tolerancia. Renjun restregó inconsciente su rostro con la mano de Taeyong, como si de un gatito se tratase.
El camino fue lento, la aldea del aire era la aldea vecina y la más cercana a la casa de los chicos, viajaron hacia el sur unas cuantas horas y Taeil los dejó frente a la entrada hacia el templo del aire, dónde Chittaphon vivía como líder de esa comunidad.
—Llevaré a Renjun a la aldea de fuego conmigo— les dijo Taeil una vez los chicos bajaron sus cosas— el martes los quiero a primera hora en casa.
—Claro papá— se burló Yuta— tranquilo, traeremos tus hojas de sauce.Sin embargo Taeil no pareció tomarlo como broma, si no que frunció el ceño.
—Tengan cuidado, no conocen las afueras de esta parte de la ciudad. —el mayor bajo del carruaje y se acercó a ellos. Yuta no se atrevió ni a soltar esa risita nerviosa que usaba cuando no veía la salida, simplemente palideció cuando Taeil les entregó un pequeño collar a cada uno, de oro con una pequeña cruz— abranla.
Los chicos obedecieron. Los ojos de Taeyong se iluminaron al ver un trébol de cuatro hojas y un retrato miniatura de San Patricio.
—Cerca de estas colinas habitan muchos duendes, el trébol de cuatro hojas impedirá que sus hechizos los alcancen, la imagen de San Patricio los mantendrá alejados y la cruz—hizo una leve pausa— para que Dios los acompañe y los proteja de los animales que yo no pueda.
Taeil siempre era así, se tomaba demasiadas molestias con esos dos. Yuta y Taeyong realmente lo querían mucho, sobre todo porque cuidaba a Renjun de la misma forma. Los tres se dieron un abrazo fraternal, Taeil besó sus frentes y fue cuando los despidió. Ambos se colocaron sus collares y subieron las cansadas escaleras hacia el templo del aire.
La aldea del aire era bien conocida no solo por estar ubicada en lo alto de las colinas, si no porque también era un centro espiritual. Los hijos de todos los habitantes eran educados por igual. Nadia sabía quién era hijo de quién, pero les funcionaba. Así se centraban únicamente en su poder espiritual. Los únicos con conocimientos de sus antepasados en esa aldea eran los líderes, que descendían de los Yaksha, de Tailandia.
La llegar a la cima, Yuta se sentía en su hogar. Amaba las montañas, y verlo correr de un lado a otro de emoción por entre las grandes esculturas budistas llenaban de calidez el corazón de Taeyong. Un chico vestido con túnicas turquesa acompañado de otro con una túnica blanca, se acercaron. El de la túnica blanca era Ten, sin duda. Yuta podía reconocer a su amigo caminar a kilómetros de distancia. Lo hacía con tanta gracia que parecía estar flotando. A su lado, Donghyuck, el enamorado de Taeil. Un chico de cabello castaño claro y sonrisa burlona, demasiado inquieto para ser un aprendiz de Chittaphon Lechaiyapornkul.
—Yukkuri, Taeyonggie. Me alegra tanto que estén aquí— Ten los recibió con una cálida sonrisa.
—Gracias por recibirnos Ten, realmente...— Taeyong había empezado a hablar, pero fue interrumpido por Yuta.
—Ahorremonos la bienvenida Ten. Quiero ver cómo han crecido mis caléndulas.Taeyong se sintió avergonzado, sabía que Yuta y Ten eran buenos amigos desde hacía un buen tiempo, pero ya no podía hablarle de esa forma. Chittaphon ahora era una persona muy importante socialmente, aunque siempre lo fue para Yuta. Ten sonrió y los invitó a dejar primero sus cosas en sus habitaciones. Eran pequeños cuartos, similares a los cuartos de los monjes en los monasterios, sin nada más que su cama, un pequeño escritorio y un banco junto. No había habitaciones compartidas, sin embargo a diferencia de los monjes, las camas eran extremadamente suaves. Aunque no había habitaciones compartidas, Taeyong y Yuta se las arreglaron para meter una segunda cama en una pequeña habitación, Taeil les había dicho que se cuidaran y eso harían. Iban a dormir juntos, por si había un malvado espíritu del sueño que quisiera poseerlos mientras dormían.
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✞𝕾𝖊𝖔𝖓𝖁𝖎𝖑𝖑𝖆𝖌𝖊✞ nct•
FantasySeon Village 𝕰n un mundo donde la fantasía es realidad, donde todas las criaturas pueden existir, los humanos simplemente somos los niños consentidos de Dios, y las demás criaturas, producto de su inequidad. 𝖀n día, varios habitantes de la ciudad...