𝕮hittaphon no podía creer lo que veía. El portal que los llevaría hasta Tailandia, estaba destruido. Estaban en medio de la nada, buscando un portal que jamás los llevaría a ningún lado.
Lo que alguna vez había sido un hermoso arco tallado en mármol, ahora estaba hecho añicos e incinerado.
—¿Qué vamos a hacer ahora Ten?—pregunto EunKwang, uno de los miembros de la aldea, de los pocos valientes que ahora perdían el valor.
—Tendremos que ir cabalgando hasta Tailandia.Una carcajada hizo que todos miraran a dirección de donde venía, era JinOh, otro reconocido miembro de la aldea.
—¿Hasta Tailandia a caballo? Para cuándo regresemos todo eso ya estará acabado. Tardaremos años en llegar.
—¿Propones algo mejor?— preguntó Hendery molesto.
—Regresar a Seon.Todos se callaron pues parecía la mejor opción, pero Ten ya llevaba tanta prisa. Había llevado gente de todas las aldeas, un hechicero y dos sanadores, pero nadie podía maquinar otra respuesta más que huir.
—Creo que antes que nada intentemos averiguar quién lo hizo. Esa persona debe estar conciente de nuestros movimientos. Tal vez nos estan observando desde...—Ten no pudo acabar porque una chica de la aldea del fuego a sus espaldas, con el terror impreso en su rostro lo interrumpió.
—¡Hay un traidor!Los murmullos no se hicieron esperar. Apenas iban treinta personas y todas parecían descolocadas. Lo último que necesitaba es que su brigada se saliera de control, pero si hay algo que rompe la unión es el miedo. Así que con calma siguió hablando.
—No, no hay traidores, debemos calmarnos...
—¡Nos a a entregar a los monstruos mágicos!
—No es así, por favor, tranquilicense...
—¿¡Por qué confiaríamos en alguien que nos saco de la ciudad para traernos en medio de la nada!?Los gritos se intensificaron junto a las acusaciones. Hendery reprendía a todos estos pues decía, era traición acusar al líder de la aldea, sin embargo, el tailandés volteó a ver a Jongdae, el hechicero que había llevado con ellos. No decía nada, simplemente mantenía esa maldita sonrisa que lo hacía lucir como un gato. El tailandés se acercó a él mientras Hendery se peleaba con los demás, Kim Jongdae ni siquiera se inmutó. No era como que Chittaphon esperara intimidarlo ni mucho menos, pues él más que nadie tenía un aura muy relajada, sin embargo esperaba que Dae dejará de burlarse.
—Tu sabes que hacer ¿Verdad?—le preguntó ignorando el caos a su alrededor.
—Eso no sonó a una pregunta líder.
—Es porque no lo es.Jongdae al que también solían llamar Chen, asintió soltando una risita burlona.
—Lo siento, es solo que verlos discutir es tan divertido.
Genial, había llevado al hechicero más idiota de todos.
—Es todo tuyo—a pesar de su actitud, Ten no ganaría nada reclamándole, así que de apartó mientas Jongdae se acercaba al portal. Todos miraron atentos y dejaron de hablar, lo cual fue un alivio. Mientras tanto Chen parecía concentrado mirando lo que antes había sido un mágico arco de mármol.
Sabía realmente muy poco sobre el hechicero, sabía que era de la aldea fuego y que su poder era el rayo, pero no sabía mucho como trabajaban esos hechiceros, solo que eran muy bruscos y descuidados. Pero era muy amigo de Sehun (demasiado a su parecer), y el menor le había dicho que lo llevará, así que haciéndole caso, pidió a Jongdae que empacarse sus cosas para salir.
—Definitivamente alguien sabía que veníamos y se apresuró para destruirlo, por suerte tenía prisa y dejó los vestigios del arco.
—¿Puedes reconstruirlo?
—Oigan, la hechicería no es tan fácil como creen. No voy a hacer esas cosas levitar como si nada, deben ayudarme a reunir las partes más grandes y reconstruir lo que se pueda.
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✞𝕾𝖊𝖔𝖓𝖁𝖎𝖑𝖑𝖆𝖌𝖊✞ nct•
FantasySeon Village 𝕰n un mundo donde la fantasía es realidad, donde todas las criaturas pueden existir, los humanos simplemente somos los niños consentidos de Dios, y las demás criaturas, producto de su inequidad. 𝖀n día, varios habitantes de la ciudad...