Capitulo 09

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Lunes; 01:00 a.m.

-Matías. -Sabrina susurro. -Matias despierta.

-¿Qué? ¿Qué pasa?. -Preguntó abriendo los ojos. -¿Te duele algo? ¿Te sientes mal? ¿Quieres ir al médico?.

-No, nada de eso.

-¿Entonces qué pasa?. -Le preguntó frotando su ojo derecho y bostezo. -¿Qué tienes?.

-Sed. -Hizo una mueca y toco su vientre. -Tenemos sed.

-¿Qué?. -Matias tomó su teléfono que se cargaba en la mesa de noche. -Son la una de la mañana.

-¿Y?.

-Bien, iré por agua. -Se levanto bufando.

-No quiero agua. -Dijo y Matías la miro. -Quiero jugo.

-Bien, en la nevera hay jugo de manzana o pera ¿Qué quieres?.

-Ella negó. -No, quiero jugo de mango.

-¿Qué?. -Matías miro a Sabrina como si estuviera loca. -¿De dónde voy a sacar jugo de mango a esta hora? ¿A dónde voy a conseguir los mangos?.

-Ella se encogió de hombros. -No se, pero queremos jugo de mango, por favor. -Pidió con una pequeña sonrisa.

El bufo y miro nuevamente su reloj, 1:04 a.m. ¿Dónde iba a conseguir mangos a esta hora?.

-¿Lo quiere justo ahora?.

-Sip.

-¿No quieres esperar como a las 8:00 de la mañana cuando vayamos al colegio?.

-No, ahora Matías. -Se estaba empanzando a enojar. -Tu hijo quiere jugo de mango, ahora. -Pronunció la palabra lento y alzo una ceja cruzándose de brazos.

-Esta bien. -Salió de la habitación y bajo las escaleras sin hacer ruido.

Busco en la nevera y solo estaban esos dos juegos que ella no quería, ¿Por qué no quería la manzana? Era rica, jugosa, nutritiva, el mango era muy difícil de conseguir a la una de la mañana. Cerró la nevera y se apoyó en ella, abrió nuevamente la nevera como si no el mango fuera aparecer por arte de magia lo cual obviamente no ocurrió.

Se sentó un momento y pensó ¿Dónde puede encontrar mango a esta hora? Pensó y pensó, cuando se acordó de la pequeña anciana que vivía a tres casas de él tiene un árbol enorme llenos de mangos tal vez podría ir ahí y quitarle unos cuantos mangos. Así que subió las escaleras, entro a la habitación, ella abrió los ojos.

-¿Tienes el jugo?. -Le preguntó y el negó tomando una chaqueta.

-No, pero ya lo voy a tener. -Le informó.

-Matías...

-Vengo en unos minutos, ya va. -Dijo y cerró la puerta sin dejar hablar a Sabrina, salió de la casa y camino a la casa de la anciana, se subió a la cerca cayendo hacia el otro lado, miro a todos lados, nadie lo vio todo el mundo está durmiendo como el debería estar haciendo no escalando árboles para buscar mangos para su chica embarazada.

-Bien Matías, no te vayas a caer. -Suspiro, se tambaleó un poco y tomó el primer mango. -Bien, dos más.

Tomó el otro mango, escucho como un perro empezó a ladrar.

-Carajos. -Murmuro cuando el perro empezó a ladrarle al árbol. -Solo me falta uno más, cállate por favor. -Le pidió mientras trataba de alcanzar el último mango que estaba un poco lejos.

-¿Quién anda ahí?. -Preguntó la señora saliendo de su casa con una pequeña linterna. -Baja de ahí ladro de mangos. -Gritó la señora.

Matias cerró los ojos y con los dos mangos bajo poco a poco del árbol, se cayó cuando estaba apunto de llegar al suelo.

Embarazada a los 15Donde viven las historias. Descúbrelo ahora