Lunes; 01:00 a.m.
-Matías. -Sabrina susurro. -Matias despierta.
-¿Qué? ¿Qué pasa?. -Preguntó abriendo los ojos. -¿Te duele algo? ¿Te sientes mal? ¿Quieres ir al médico?.
-No, nada de eso.
-¿Entonces qué pasa?. -Le preguntó frotando su ojo derecho y bostezo. -¿Qué tienes?.
-Sed. -Hizo una mueca y toco su vientre. -Tenemos sed.
-¿Qué?. -Matias tomó su teléfono que se cargaba en la mesa de noche. -Son la una de la mañana.
-¿Y?.
-Bien, iré por agua. -Se levanto bufando.
-No quiero agua. -Dijo y Matías la miro. -Quiero jugo.
-Bien, en la nevera hay jugo de manzana o pera ¿Qué quieres?.
-Ella negó. -No, quiero jugo de mango.
-¿Qué?. -Matías miro a Sabrina como si estuviera loca. -¿De dónde voy a sacar jugo de mango a esta hora? ¿A dónde voy a conseguir los mangos?.
-Ella se encogió de hombros. -No se, pero queremos jugo de mango, por favor. -Pidió con una pequeña sonrisa.
El bufo y miro nuevamente su reloj, 1:04 a.m. ¿Dónde iba a conseguir mangos a esta hora?.
-¿Lo quiere justo ahora?.
-Sip.
-¿No quieres esperar como a las 8:00 de la mañana cuando vayamos al colegio?.
-No, ahora Matías. -Se estaba empanzando a enojar. -Tu hijo quiere jugo de mango, ahora. -Pronunció la palabra lento y alzo una ceja cruzándose de brazos.
-Esta bien. -Salió de la habitación y bajo las escaleras sin hacer ruido.
Busco en la nevera y solo estaban esos dos juegos que ella no quería, ¿Por qué no quería la manzana? Era rica, jugosa, nutritiva, el mango era muy difícil de conseguir a la una de la mañana. Cerró la nevera y se apoyó en ella, abrió nuevamente la nevera como si no el mango fuera aparecer por arte de magia lo cual obviamente no ocurrió.
Se sentó un momento y pensó ¿Dónde puede encontrar mango a esta hora? Pensó y pensó, cuando se acordó de la pequeña anciana que vivía a tres casas de él tiene un árbol enorme llenos de mangos tal vez podría ir ahí y quitarle unos cuantos mangos. Así que subió las escaleras, entro a la habitación, ella abrió los ojos.
-¿Tienes el jugo?. -Le preguntó y el negó tomando una chaqueta.
-No, pero ya lo voy a tener. -Le informó.
-Matías...
-Vengo en unos minutos, ya va. -Dijo y cerró la puerta sin dejar hablar a Sabrina, salió de la casa y camino a la casa de la anciana, se subió a la cerca cayendo hacia el otro lado, miro a todos lados, nadie lo vio todo el mundo está durmiendo como el debería estar haciendo no escalando árboles para buscar mangos para su chica embarazada.
-Bien Matías, no te vayas a caer. -Suspiro, se tambaleó un poco y tomó el primer mango. -Bien, dos más.
Tomó el otro mango, escucho como un perro empezó a ladrar.
-Carajos. -Murmuro cuando el perro empezó a ladrarle al árbol. -Solo me falta uno más, cállate por favor. -Le pidió mientras trataba de alcanzar el último mango que estaba un poco lejos.
-¿Quién anda ahí?. -Preguntó la señora saliendo de su casa con una pequeña linterna. -Baja de ahí ladro de mangos. -Gritó la señora.
Matias cerró los ojos y con los dos mangos bajo poco a poco del árbol, se cayó cuando estaba apunto de llegar al suelo.
ESTÁS LEYENDO
Embarazada a los 15
Teen FictionVoy a tener un bebé, un bebé y yo solo tengo 15 años ¿Qué voy hacer?.