Capítulo 35

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- Siento que ahora nuestras vidas cambiaron. -Matías abrazo a Sabrina por atrás y le dió un beso en la mejilla.

-Espero que para bien, hemos tenido meses muy difíciles. - Se volteó y lo abrazo. -Ya quiero irme a casa y ver a Estrella.

-Ya nos vamos amor, nos falta firmar algunos papeles y estaremos en casa. - Le dió un beso en la frente. - Te traje ropa para que te cambies.

La puerta se abrió en ese momento y Mónica entro con algunas bolsas y una enorme sonrisa en su rostros.

-¡No puedo creerlo! Soñe con este día tantas veces que Dios. - Suspiró de alegría. - Estoy tan feliz por ustedes, ¿Dónde están mis hermosos sobrinos?.

-En un chequeo, hoy salimos del hospital. - Mónica corrió a abrazar a Sabrina y a Matías. - Felicidades a los dos, se que serán unos grandes padres y fabulosos.

- Esperemos que sea cierto.

- Las voy a dejar chicas, cambiante amor.

Matías salió de la habitación y dejó a Sabrina con su mejor amiga para que platicaran.

- Fue tan difícil venir, me dijeron lo que pasó, siento mucho no haber estado contigo cuando me necesitabas.

-No te preocupes, sé que estamos en temporadas de examen y pero estoy bien.

- Me alegra tanto. - La abrazo. - Me tengo que ir, prometo ir más tarde a tu casa para ver a los bebés.

Sabrina miro de arriba a bajo a su amiga y se dió cuenta que estaba con el uniforme de la escuela, estaba llegando tarde a la segunda clase.

- Te espero, estaremos en la casa de Diana.

- Bien, entonces le diré a mi madre que me deje ahí, te quiero.

- Yo también.

Salió de la habitación, Sabrina entró al baño y se cambió como Matías le dijo cuando ella salió del baño, Matías entraba con su hija en brazos junto a la doctora que cargaba al pequeño.

- Todo está listo, cuando quieras nos vamos. - Dijo Matías.

- Es ahora o nunca. -Sabrina suspiró y tomo a su bebé. - Muchas gracias doctora, le debo tanto.

- No te preocupes, solo sigue con las indicaciones y trayendo a los bebés para sus chequeos.

- Claro que si, nos veremos pronto.

Se despidieron de la doctora y al salir de la recepcionista, dejaron a los bebés en la sillas para el auto con mucho cuidado. Matías manejo con sumo cuidado, ya que tenía lo más preciado en la parte trasera de su auto, al amor de su vida y a sus dos hijos. Llegaron a la casa de Diana y se bajaron para luego entrar al dulce hogar que olía a galletas de chispas de chocolate.

-¡Llegaron!. -Exclamo Diana saliendo de la casa. -Al fin están aquí.

- Hola mamá. - Matías la abrazo con fuerza.

A pesar de que amaba estar en su departamento, extrañaba mucho su hogar, a sus padres y a sus hermanos. Extrañaba el olor de su hogar, esas paredes que lo habían visto crecer desde hace 17 años.

- Hola Diana. - Sabrina la saludo con alegria. - Me da gusto estar aquí.

- Y a nosotros que esten aquí, me alegra que hayan decidido quedarse un mes aquí en la casa.

- Bueno, somos padres primerizos y creo que necesitamos mucha ayuda con estos dos.

- Pero si son los niños más tranquilos que conozco.

Embarazada a los 15Donde viven las historias. Descúbrelo ahora