Esa noche Matías no entro a su habitación, tampoco se dio ese baño con agua tibia que necesitaba o se acurrucó en su cama. Sabrina cerró la puerta con seguro y no lo dejó entrar, estaba tan molesta, tan dolida, tan decepcionada que se le había olvidado por completo que la habitación, que la cama que estaba llenando de lágrimas saladas era de Matías, el chico que trataba de entrar hace más de media hora.
-Deja de llorar. -Le suplico. -¿Puedes pensar en el bebé?.
-Como si tú hubieses pensando en el. -Susurro.
-Te escuche, tú dijiste que saliera, que siguiera con mi vida.
-¿Es mi culpa ahora?. -Le preguntó sentándose en la cama.
-No, pero tienes que dejar de llorar porque le estás haciendo daño al bebé, recuerda que el doctor te dijo...
-Nos dijo, a los dos las indicaciones para cuidar a nuestro bebé.
Matias suspiro.
-¿Puedo entrar y buscar mis cosas por lo menos? Dormiré en el cuarto de Sebas.
Sabrina se levantó de la cama, le buscó su pijama, su cepillo de dientes, su toalla, abrió la puerta y cuando Matías estaba dispuesto a entrar para solucionar todo, Sabrina le tiro las cosas en la cara y sin dejarlo reaccionar cerró otra vez.
-Déjala en paz. -Le dijo Rodrigo. -Anda a bañarte y a dormir, tienes que despertarte temprano mañana.
Matias suspiro y camino a la habitación de su hermanito, se sentía un poco culpable no debió decir nada de eso, se le había olvidado la presencia de Sabrina en esa habitación, Ana lo ilusionaba tanto que se le olvida todo cuando pensaba en ella. Eso le dolía a Sabrina, saber que todo lo que le había asegurado en la cocina del restaurante era mentira al igual que ese pequeño beso, beso que la aceleró a ella y creía que a él también.
-Buenos días. -Sabrina decidió que Matias tenía razón, ella le había dicho que siguiera con su vida, Ana era parte de su vida.
-Sabrina, yo quiero... -Ella levantó su mano para que se callara.
-No hables, tienes razón tienes que seguir con tu vida. -Se sentó al lado de Sebas y le dio un beso en la cabeza. -Eres libre de hacer lo que quieras, no tienes porque rendirle cuenta, preguntas o lo que sea, no me interesa. -Mintió, obviamente le interesaba, también le dolía pero tenía que empezar con su actuación. -¿Qué vamos a desayunar hoy?. -Preguntó para dar el tema por terminado.
-Sandwich. -Respondió Sebas.
-Uy que rico.
-Quiero decirles algo, tome una decisión.
-¿Sobre?.
-Mi embarazo en unos meses más va a empezar a notarse ¿Cierto?. -Todos asintieron. -No tengo porque ocultarlo, es mi bebé y no quiero que piense que cuando estaba en mi vientre yo no lo quería.
-¿Entonces? ¿Dejarás que sepan que estás embarazada?. -Preguntó Rodrigo.
-Sí, me parece correcto.
-A mí me encanta la idea. -Como siempre Diana apoyaba cualquier decisión de los dos chicos. -Un embarazo no se puede ocultar tan fácilmente y es hora que los dos le digan al mundo que van a ser papás.
Sabrina sonrió, le encantaba que hayan apoyado su decisión mientras tanto Matías no estaba del todo de acuerdo, si Ana llegaba a enterarse de que Sabrina y el tendrían un hijo las posibilidades de regresar serían mínimas.
Por otro lado Sabrina había subido su primera foto desde hace dos meses mostrando un poco su abdomen y con la descripción de 2 months.
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