En la mañana del San Valentín, Sabrina se levantó sin ganas de hacer nada, se dió un baño, se colocó un mono gris y una camisa blanca, se peino y se hizo una cola de cabello. Tomo a Álex quien también se había despertado y bajo las escaleras con él. Le dió un beso antes de ponerlo en su silla.
-Buenos días. -Saludó y se sentó para recibir su desayuno.
Hoy Ricardo le tocaba cocinar, así que preparó waffles para sus hijos y panqueques de corazones para su esposa, con huevo revuelto y tocino.
-Gracias mi amor.
Sabrina no deseaba ver ninguna muestra de amor, pero hoy iba hacer un buen día para el restaurante las personas irían a llevar a sus parejas y comerían muchos postres y ella podía ir y realizar todos los postres.
-Bueno, yo tengo cosas que hacer hoy. -Matías fue el primero en levantarse. -Nos vemos en la tarde, que pasen un buen día. -Se despidió de todos con la mano y se fue.
-Yo iré a bañar a Álex y nos vamos. -Diana se levantó y tomo a su bebé.
Sabrina le dió de comer a Estrella y le dejo agua, no le gustaba dejar a su bebé sola, pero tampoco la podía llevar para el restaurante. Cuando todos se subieron al auto, Sabrina se acomodó mejor, dejarían a Sebastián en el colegio y luego irían al restaurante. Sabrina se sentía cansada sin haber hecho nada, se bajaron del auto cuando llegaron al restaurante, limpiaron y acomodaron las mesas, ayer habían decorado el restaurante con lindas luces y corazones por todo el lugar y frases de amor, en las mesas había muchas flores hermosas.
-El restaurante se ve hermoso. - Comentó Sabrina admirando el lugar.
Después de un largo día de trabajo, llegó el medio día, Sabrina estaba almorzando cuando Matías entro con una enorme sonrisa y un ramo de rosas hermosas.
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-Hola. -Matías se acercó con Sabrina.
-Que hermosas, Ana se va a sentir muy feliz al verlas.
-Lo dudo mucho, porque estás rosas son para ti. -Se las entrego con una sonrisa.
Ella miró a Diana quien sonrió y asintió.
-Gracias. -Susurro.
-Es hora de irnos. -Dijo Rodrigo- hoy el restaurante cierra temprano.
Todos se subieron al auto, Sabrina estaba encantada con el ramo de rosas que Matías le había regalado. Al llegar a casa, todos subieron a sus habitación, Sabrina estaba muy cansada y solo quería descansar.
-Te dejare dormir un rato, pero cuando despiertes quiero que te pongas hermosas, iremos a cenar y luego te mostraré una gran sorpresa que les tengo. -Miro a su vientre y le dió un beso. -Descansa princesa.
Salió de la habitación y fue a preparar los últimos detalles de la gran sorpresa. Sabrina estaba un poco ansiosa y curiosa, ¿Cuál será aquella gran sorpresa? Ella pensaba que Matías se iría todo un día con Ana, pero no, le dió un ramo de rosas, una cena y luego una gran sorpresa. Aunque sorprendida ya estaba con todos esos detalles. Pero decidió dormir, tenía que descansar para tener mucha energía para Matías.
