Capitulo 13

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Sabrina había pasado el mejor día con su mejor amiga, el Jueves en la noche se la pasaron hablando de lo ocurrido con Matías, incluso Mónica llego a dudar un poco, pero Sabrina le dejó claro que el bebé si era de Matías de nadie más. El Viernes llegaron al colegio, continuó con su rutina normal, al salir fueron a su casa, se bañaron, cambiaron y fueron al parque hablaron de todo un poco, luego siguieron su súper pijamada hasta las cuatro de la mañana, Mónica no paraba de hablar del baby showers de cómo sería su sobrino o sobrina, aunque ella pensaba que era niña, se despertaron a las 10:00 de la mañana, fuero a dar un paseo con los padres de Mónica y la llevaron de nuevo a la casa de Diana y Rodrigo. Estaba más relajada, tranquila, así que entro a la casa con una sonrisa, no se escuchaba ningún ruido. Entro a la cocina por un poco de agua y encontró un desastre en el lava platos.

-Por Dios, habíamos quedado que cada quien limpiara el plato donde comió. -Dijo un poco irritada.

No quería llegar y enojarse, así que respiro hasta que escucho aquella voz que arruinaba completamente su vida.

-Que vivas aquí no significa que sea la jefa, deberías lavar esos platos. -Sabrina se volteó al escuchar la voz de Ana.

-¿Qué haces tú aquí?.

-La pregunta realmente es ¿Tú qué haces aquí? Es obvio que ese bebé no es de Matías, es de un tal Diamond ¿No?. -Alzo una ceja. -Toda una fichita.

-No te metas en mi vida ¿Ok? Esto no es tu problema ¿Qué haces con la camisa de Matías?.

-Me la dio, es que no traje nada para ponerme.

Matías escucho como Ana hablaba o mejor dicho discutía con alguien, así que entro a la cocina.

-Sabrina, pensé que regresarías mañana.

-Ella se cruzó de brazos. -Pensé que no la traerías aquí.

-Pensaste mal. -Respondió Ana, por fortuna su teléfono en ese momento sonó. -Mi mamá dice que vendrá en 10 minutos por mi, me iré arreglar. -Le dio un pequeño beso en los labios a Matías y salió de ahí con una sonrisa triunfal.

-¿A qué estás jugando?. -Le preguntó Sabrina dolida. -Responde Matías, ¿A qué mierda estás jugando?.

-No sé de qué hablas.

-¿No sabes? Un día me besas, eres el mejor, el más lindos, escalas árboles por mí y todo es perfecto, luego estás con ella y me dices que no sabes a qué estás jugando.

-No juego a nada.

-¡Claro que lo haces!. -Exclamó con lágrimas en los ojos. -Matías juegas con mi sentimientos, un día eres el mejor el otro sales con esto, acabas de meter a esta tipa a la casa cuando sabes que me afecta.

-Dijiste que podía hacerlo. -Ella soltó una pequeña carcajada.

-Olvídalo Matías, yo me rindo, no puedo más. -Reconoció. -Tienes que tomar una elección, porque esto no está funcionando.

-¿Qué? ¿Me pondrás a elegir entre mi hijo y ella?.

-Negó. -Jamás te pondría a elegir entre tu hijo y ella, porque deberías escoger a tu hijo antes que todo, no te voy a poner a elegir entre nada porque sinceramente no vale la pena y ¿Sabes qué? Has lo que quieras, de verdad me rindo completamente contigo.

Salió de la cocina y subió las escaleras, entro a la habitación de Sebas y este estaba durmiendo, abrió los ojos cuando sintió la presencia de Sabrina, sonrió y salto de la cama para abrazarla.

-¿Cómo te fue en tu pijamada?.

-Excelente, me la pase de maravilla, ojalá nunca hubiese acabado.

Embarazada a los 15Donde viven las historias. Descúbrelo ahora