Los desechos de la tormenta // LS

Huevos y tocino

- ¡Harry, Harry! ¡Despierta! Tenemos que ir a ver a la señora que de ayer.

Abrió los ojos y se encontró la cara de Gemma justo encima de la de él.

- ¡Ahhhhhhh!

- ¡Shhhhh, cállate! Los demás siguen dormidos. Vamos,ya párate. Si quieres comer algo antes de irnos ,te veo en la cocina en cinco minutos. - le dijo su hermana, antes de salir del cuarto,al ver que ya estaba despierto.

Aún medio dormido,se levantó de la cama y buscó una muda en su maleta.

Sacó un pantalón negro y una playera negra con un diseño en blanco.

Pasó al baño y al volver la vista a la bañera se casi se hace encima porque no se acordaba de el tritón.

Lucía tranquilo, aunque en una posición un tanto incómoda según Harry. Las heridas de la cara habían cicatrizado casi por completo. Era increíble cómo el agua de mar había acelerado el proceso de curación. A la herida del abdomen le faltaba más, pero también estaba mucho mejor.

A lado de la bañera estaba el tarro de marmite,ya vacío. Lo tomó y lo tiró al bote de la basura del baño y luego procedió a lavarse los dientes.

Bajó a la cocina y no encontró a Gemma, así que supuso que ya se había salido.

Se dirigió a la puerta, tomó su abrigo (negro también)  y las llaves que estaban colgadas en la entrada, pues a Gemma, siempre que salía, se le olvidaban .

Afuera efectivamente estaba Gemma, mirando su celular.

- Tardaste mucho, ¿qué pasó?¿te quedaste dormido de nuevo?

- No , ví cómo estaba mi paciente y me lavé los dientes. ¿Qué me hiciste de comer?

- Jajaja,¿Quién dijo que te iba a hacer de comer? Te lavé una manzana y ya. Siéntete afortunado. Vamos.
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Llegaron al "Tritón sin cola". No sé veía a nadie alrededor.

- Mmmm, ¿Gemma? Creo que no era tan temprano.

- Cállate, no creo. Veamos si hay alguien atrás.

Rodearon el local y atrás hallaron una puerta abierta.

- Vamos, Harry.

- Noooo, Gemma,es allanamiento de morada.

- Harry, contrólate, me estresas. - le dijo Gemma antes de entrar. Harry resignado, la siguió.

La puerta daba a un pasillo y el pasillo a la cocina del lugar. No había nadie, pero se veía que alguien estaba acomodando la despensa en las alacenas. Todo se veía limpió y ordenado. Olía ligeramente a limpiador multiusos de lavanda. Había distintos cuadros y varios representaban tritones en diferentes actividades: nadando, peleando y había uno que estaba besando un humano. Antes de ponerse a reflexionar más a fondo de lo cuadros, apareció una mujer con un delantal verde y azul. Los miró y sólo empezó a cocinar.

Harry le hizo señas a Gemma en plan de "¿Qué está pasando?".

Gemma lo ignoro y se puso a ver su celular.

Sin saber que hacer,se puso el también a ver su celular, cuando vió un mensaje de Gemma.

† Gemma: No nos ha corrido, supongo que nos podemos quedar.†

La mujer seguía cocinando mientras arreglaba un poco más a su alrededor. En una mesa puso tres manteles y tres juegos de cubiertos, además de una pila de pan tostado, mantequilla, mermelada y una jarra de leche.

La cocina olía a huevos y tocino, haciendo que el estómago de Harry rugiera horriblemente, rogando por un poco de la comida que estaba viendo y oliendo.

Finalmente, la mujer llevó tres platos y sirvió el huevo con el tocino.

- Veo que tienen hambre, así que comamos y ya después hablamos. - dijo la señora mientras empezaba a unatarle mantequilla a un pan.

Empezaron a comer,y todo estaba delicioso, los huevos tal vez un poco salados, pero no demasiado. El pan estaba muy crujiente y la mantequilla cremosa, Harry sospechaba que era hecha en casa al igual que la mermelada, que tenía trozos gigantes de fresa. Vaya,si que sabe cocinar, pensó Harry.
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Cuando acabaron de comer los tres, la señora se limpió la boca y preguntó:

- Muy bien, ¿Qué quieren saber?

- La verdad no sabemos, somos tan inexpertos, que ni siquiera sabemos por qué cosas deberíamos preguntar.

- Bien, ya veo. Tendré que empezar desde el principio.

" Deben saber que yo siempre he vivido aquí, mi familia es de aquí, lleva asentada en éste lugar alrededor de 100 años. Desde que nací, mostré un interés bastante amplio por las historias fantásticas de mi abuelo. Él decía que en el mar que daba al pueblo vivían tritones, una especie de variante de las sirenas. Qué tenían poderes diversos,vuna gran fuerza, mucha astucia, y qué eran difíciles de ver, pues ellos te elegían a ti

La familia nunca le creyó, pero yo sí, aunque nunca tuve pruebas reales.

Pero un día, concretamente un día antes de que muriera,me llevó con el a un paseo por la playa. Ahí me dijo que todo lo que me había comentado a mí, no eran historias, que si eran reales. Me dijo que en el pueblo, desde que se fundó, siempre había habido avistamientos de tritones, pero con el paso del tiempo y con el crecimiento de la tecnología, dejaron de aparecer. O al menos eso era lo que decían la mayoría del pueblo, aunque la verdad era otra. Los tritones seguían ahí, solo que ya no se dejaban ver por casi nadie.

Después de que mi abuelo muriera, yo empecé a investigar de ellos y a encontrar pruebas de su existencia, pero la gente seguía sin creer. Al final,me di cuenta que era una perdida de tiempo y que de todos modos no había un buen motivo para que todo el pueblo supiera que eran reales. Terminaron todos por llamarme loca y decidí mejor ya no mencionarlos nunca más, sólo seguir investigando."