Los desechos de la tormenta // LS

Louis llora

Harry subió a su habitación después de explicarle a su madre que no era un vago por estar todo el día afuera, que solo disfrutaba de sus vacaciones con su nuevo amigo. Ella lo regañó un poco, para luego dejarlo marchar, pero diciéndole que mañana tendría que ayudar con las cosas de la casa, porque esta no se limpiaba sola.

Llegó a su habitación arrastrando los pies y con ganas de darse un baño, pero Louis estaba haciéndolo en ese momento, así que se sentó resignado en el piso de la habitación y encendió la tele.

Cambiaba de canal en canal, buscando algo que ver cuando salió Louis, con el cabello húmedo y oliendo a té verde.

- ¿Qué haces, Hazzie?

- ¿Hazzie? - le preguntó Harry, con una mueca de incredulidad, pero decidiendo no hacer drama - Estaba viendo que ver mientras salías - Se paró y le entregó el control de la televisión - Pero tú ve lo que quieras.

- Ah, gracias. Pero...¿Cómo funciona?

- Con estos botones cambias el canal y con estos subes o bajas el volumen - le explica, a la par que se los va señalando. - Mira, este símbolo es de subir y este para bajar, ¿Ok?

- Sip.

- Bueno, me voy a bañar - le dice y le da un beso en la coronilla.

Se mete a bañar y cuando sale, Louis está viendo una película romántica, así que se sienta con él, porque aunque le cueste admitirlo, le encantan. Y es que al vivir solamente con su mamá y su hermana, se terminó acostumbrado hasta tomarles el gusto.

Apenas va comenzando. Es de una chica que al perder su trabajo y en la urgencia de tener empleo, acepta cuidar a un hombre sin movilidad en el cuerpo, con una actitud hostil hacia todos y harto de la vida. Pasa el tiempo y obviamente se enamoran, pero el ya tenía una decisión tomada desde seis meses antes y nada lo iba a hacer cambiar de opinión.

Acaba la película y ambos están derramando lágrimas, aunque Louis es el más desarmado e incrédulo por el final. Tal vez no fue buena idea enfrentarlo por primera vez al mundo cinematográfico con una película así, es obvio que se lo iba a tomar muy en serio.

- ¿P-p-p-pero porqueeeee? - le pregunta Louis, entre hipidos y con mocos escurriendo por su nariz - ¿Porque no se quedó?

- No lo sé, Lou, él tendría sus motivos. Dice que no quería ser un lastre.

- Pero ella lo amabaaaaaa. Habría luchado por él.

- Pero no habría sido una vida plena, ella tendría que haberlo cuidado hasta que muriera.

- Pero habrían estado juntos - dice Louis elevando la voz y Harry ve que empieza a molestarse porque Harry le debate y que unido al sentimiento que le dejó la película, la cosa puede ponerse fea - El fué cobarde y huyó, no es justo,¿Tú harías eso?

- ¿Qué? No, claro que no. Yo me hubiera quedado, definitivamente.

- ¿Entonces?¿Por qué lo apoyas?

- No lo apoyo, solo digo que él tenía sus razones. - La cara de Louis daba miedo, así que se apresuró a continuar - Pero mira, yo no escribí el libro ni dirigí la película, así que no me culpes a mí. A mí me dolió igual, pero no olvides que es ficción, eso no pasó, ¿Va?

- Mmm - murmuró, pero más lágrimas salieron con furia de sus ojos.

- Oh, Louis, ven aquí. - le dice Harry, mientras le señala su pecho. Louis lo mira con ojos tristes y se apresura a acurrucarse y seguir llorando.

- No es justo. Debió de haberse quedado. Fue muy egoísta, solo pensó en él al tomar su decisión.

- Sí, lo sé. Pero el también no quería seguir así, atado a su silla de ruedas y a un enfermero.

Louis sigue hipando, aunque cada vez menos. Después de un rato y con la manga de la playera de Harry que trae en estos momentos, se limpia los mocos y mira a Harry.

- Te quiero, Harry. No sé qué hice para que hoy estemos aquí, llorando por una tragedia que no es nuestra, pero prefiero llorar contigo, que reír con cualquier otra persona. - acerca su cara a la de Harry y antes de besarlo, le limpia los restos de lágrimas que cuelgan de sus pestañas.

El beso sabe salado por las lágrimas de ambos, pero no deja de sentirse bien. Louis se sube al regazo de Harry y empieza a acariciarle el pecho, sintiendo como sus músculos se mueven debajo de sus manos. Pero no es suficiente para él sentirlos a través de la tela, así que se separa  de Harry y le quita la camiseta, para encontrarse con su piel blanca y que ahora está un poco pegajosa. Se siguen besando y traza círculos en el pecho de Harry, que se va volviendo más resbaladizo por el calor de ambos.

Abre la boca para que Harry entre y ahora traslada sus manos a los rizos de Harry, tan suaves y elásticos, jalándolos suavemente, mientras Harry suelta bajísimos suspiros.

Continúan así un rato, hasta que Harry también le saca la playera a Louis. Se detiene un momento para admirar su pecho desnudo, tonificado por su vida en el mar y sin creer que al fin alguien lo haga sentir así. Con mariposas en el estómago cuando lo besa.

- ¿Qué? - le pregunta Louis, sintiéndose de repente inseguro, bajo la mirada de Harry.

- Nada. No me lo creo. Que existas. Y qué yo sea testigo. - le contesta antes de seguir besándolo.

Después de un rato, Louis siente algo raro. Algo que de repente le estorba, que le molesta, lo incómoda. Entre sus piernas. Que le impide acercarse más a Harry, pero que cuando se frota contra él, se siente bien, extrañamente.

Y es que cuando lo hace le provoca un tirón leve en la base de el estómago, que lo hace suspirar. Se empieza a frotar más, dejándose llevar, hasta notar que Harry tiene también abultado en su regazo.

Baja su mano a él bulto de Harry y sin pensar lo aprieta. Harry pega un brinco.

- ¡Ahhhh!

- ¿Qué es eso? - le pregunta Louis.

- ¿Necesitas saberlo ahora mismo?¿En serio?

- Mmm, no creo que no. - responde, pensando que tal vez tengan que parar para la explicación, así que sigue en lo que estaba.
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Ahora los dos están dormidos. La luz de luna que entra por la cortina que es mecida por el viento los baña. Harry está dormido boca arriba y mientras Louis le abraza y tiene una pierna encima de él.

Hace rato, mientras se besaban, se había ido la luz por la tormenta que había empezado a caer, así que Gemma había ido a tocar para que Harry arreglara la luz, por lo que él le había prometido a Louis que continuarían más tarde, pero cuando regresó, Louis se había quedado dormido, así que no le quedó más remedio que acostarse ya también.

Pero mañana, mañana será otro día, perfecto para acabar con lo que empezaron.