Los desechos de la tormenta // LS

Papas a medianoche

Harry y Louis estaban sentados en el piso de la habitación del rizado, recargados contra su cama y viendo la televisión, con varias bolsas de papas a su alrededor.

La puerta del cuarto estaba cerrada con seguro, porque después de la escena que le había hecho Taylor, Harry no quería arriesgarse a que lo cacharan con las manos en la masa.

O en el tritón, más específicamente.

Apenas habían alcanzado a conseguir las papas, porque el supermercado estaba cerrando cuando ellos llegaron, pero el amable señor los dejó pasar por el capricho de Louis y unos refrescos.

Ahora los dos estaban felices y relajados. Louis tenía una pierna encima de Harry y el rizado tenía su brazo alrededor de los hombros de Lou. Sus respiraciones estaban acompasadas, haciendo que sus pechos subieran y bajaran al mismo tiempo.

- ¿Lou...?

- ¿Hazz?

- ¿Cómo es vivir en el mar?

- Jajaj, ¿A qué te refieres?

- No sé... Que comen, como duermen, con que se curan, usos y costumbres...

- ¿Usos y costumbres? Jajajajaj, ay, Harry... Comemos algas y lo que sea que cazemos/atrapemos. Normalmente usamos algas o algunas entrañas de ciertos peces para curarnos, dormimos como sea, si te acomodas, te duermes y ya.

- ¿Van a la escuela?

- Mmm, no. Ahí los padres se encargan de educar a sus hijos en casa y les enseñan las cosas más básicas y/o necesarias. Después, cuando los padres consideran que sus hijos están listos, les enseñan los oficios de la familia.

- Oh...¿Y tú qué oficio aprendiste?

- Ser el nuevo jefe de la tribu, lamentablemente. - respondió Louis, con una mueca de desagrado.

- ¿Tú no quieres?¿Porque?

- No, definitivamente,no... No quiero por todo lo que implica. Es demasiado estrés que no estoy dispuesto a soportar. Todos a mi alrededor vigilarían cada paso que dé, dispuestos a criticarlo y a decir porque no sirvo para eso. El poder te cambia, lo ví con mi padre. Antes no era así, el no me odiaba... Y yo no quiero terminar como él, por eso.

- ¿Tu padre te odia?

- Bueno, ya sabes, en realidad no es mi padre, pero él me crío. Y no creo que me odie, solo lo siento así.

- ¿Porque?

- Es que cada cosa que digo o hago, el tiene algo que criticarle. Si hago chistes, que son malos y no dan risa, si me pongo a jugar con cualquier cosa, que ya estoy muy grande para eso y que madure por favor. - dijo Louis con los ojos llorosos - Y me duele cada cosa que me dice, aunque finja que no. Extraño cuando era su niño favorito, cuando no peleábamos por todo... Y cada día se hacía peor, porque el me decía algo horrible y yo hacía algo que sabía que la iba a hacer enojar, entonces el me regañaba, me decía cosas hirientes y yo volvía a hacer algo que lo hiciera enojar...

- Era un círculo vicioso - dijo Harry.

- Si, efectivamente. Creo que también es por eso no quiero ser jefe de la tribu, para hacerlo enojar... Para ver cómo se vuelve loco, tratando de convencerme de alguna manera, por las buenas o por las malas... Ahora me doy cuenta. - dijo Louis pensativamente. - Y tal vez sería más fácil dejarme llevar y hacer lo que él dice,en vez de nadar contra corriente, pero simplemente no puedo, va contra lo que he forjado durante años.

- Oh, Louis, eres todo un rebelde sin causa.

Louis bostezó y se acomodó en su pecho.

- Lo soy, Harry.

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Harry se despertó por el dolor de cuello que lo estaba matando en ese momento. Se intentó acomodar, pero Louis no le permitía moverse.

Miró su reloj. Eran las 3:45 am y ellos se habían quedado dormidos los dos sentados y recargados contra la cama de Harry.

La televisión seguía encendida pero en silencio,como la habían dejado cuando se pusieron a hablar, haciendo que sus sombras se alargaran en la pared detrás de ellos.

Harry intentó moverse de nuevo y está vez lo logró. Se paró y se estiró. Apagó la tele y se puso la pijama.

Luego, con sumo cuidado, para no despertar a Louis, lo cargó y lo colocó en la cama. La luz de la luna se filtraba por un pequeño hueco entre las cortinas y le daba en la cara a Louis, haciendo que sus pestañas se vieran largas y su piel sumamente blanca.

Harry se quedó un rato observándolo y preguntándose como alguien podía ser cruel con él.

Finalmente se acostó a lado de Louis y lo abrazó, deseando protegerlo de todo lo malo.