Cap. III: Conciliación.

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Habían pasado un par de días refugiados en sus oficinas, en sus vidas, y en ese pinche caso que estaba sacándolos de las casillas, pero hoy, hoy era un nuevo día..

En una de las oficinas se encontraba más que concentrado Poncho, su cliente no se la había puesto nada fácil, y pensar en eso lo hacía sonreír, pues amaba los desafíos..

-. Se puede?-.

Dijo Ucker al apenas golpear el marco de la puerta, su amigo levantó la vista y le hizo un gesto de que pasara.

-. Te ha llegado esto-. Dijo tendiendo un sobre que Poncho no tardó en abrir, una sonrisa se asomó en sus labios.

-. Gracias por traerlo-. Volvió a escribir en su hoja-. Necesitabas algo?-.

-. Pues si, verás que tengo una clienta, que es una ricura-. Susurro lo ultimo-. Pero en fin, apenas tiene 15 años y se quiere indemnizar-.

-. Porque o que?-.

-. Padres alcohólicos, no la pelan mucho que digamos, tu sabes, complicado-.

-. Y cuál es el problema?-.

-. Que apenas tiene 15 güey! He intentado que de marcha atras con esto, más allá de la situación que la entiendo ojo, neta que la entiendo-.se acercó a su amigo-. El juez me dijo que la enviara a un reformatorio, y la neta es que.. no le deseo eso a nadie y lo sabes-.

Poncho quedó viéndolo por un rato, pues su amigo sabía lo que era que tus padres te traigan al mundo, te busquen nombre y apellido y a los pocos días te dejen tirado con todos tus datos en la puerta de una iglesia, el había pasado por muchos reformatorios, hasta que al cumplir la mayoría de edad, y ser expulsado de allí, encontró a los Herrera, y estos lo adoptaron con amor y compromiso.. todo lo que tenía había Sido a pulmón, Poncho más que nadie sabía que detrás de esa coraza de casanova se encontraba ese niño dolido sintiendo aún el desamor que sufrió por años..

-. Me oyes o que?-. Dijo Ucker sacándolo de sus pensamientos.

-. Si, disculpa, mira.. en cuanto vuelva de la conciliación de los Arellano voy a tu oficina y pues hablamos con la chavita no?-.

Ucker, más que conforme con la respuesta salió de la oficina de su amigo, haciendo que Poncho vuelva a concentrarse en su trabajo, perdiendo por completo la noción del tiempo, solo volvió al mundo real al oír unos suaves golpes.. Danna su secretaria lo miraba impaciente

-. Disculpe doctor, el señor Arellano se encuentra aquí-.

Sonrió en respuesta y sin más tomo su portafolios y salió.

-. Me voy Danna, sabes si la doctora Puente ya ha salido para la corte?-.

-. Hace varios minutos salió con la señora Arellano-.

Volvió a sonreír, e intentando que no se notará la necesidad de verla que tenía saludo a su cliente y salieron hacia su destino..

Allí, una nerviosa Annie esperaba, no había peor cosa para ella que la impuntualidad de la otra parte.. quienes al llegar se acomodaron rápidamente, de esta manera el juez pudo dar comienzo a la conciliación.

-. Hola a todos, soy el Juez Mendive y esperemos que sea una conciliación beneficiosa para todos y sobre todo respetuosa.. primera palabra la tiene la demandante, en su defensa la doctora Puente-.

Annie tomo aire, y dió un paso al frente.

-. Señor Juez, señor Arellano, doctor Herrera-. A Alfonso le exito la manera en la que sus labios se movían al pronunciar su nombre, no podía dejar de verla, como se movía, como respiraba, como sus ojos miraban a todos y a nada a la vez, como se desenvolvia, había nacido para esto, sus altos zapatos la mantenían en el suelo decidida, sus hermosas piernas eran ajustadas por una negra pollera tubo, y su camisa azul destacaba el color blanco de su piel, estaba radiante, sus cabellos rubios caían en su espalda de una manera que debía de estar prohibido, debía de dejar de pensar en ella, debía de concentrarse, intento dejar de verla y se acomodó la corbata negra que caía sobre su torso-. Como ya dije, mi clienta ha Sido victima de maltrato, físico y también psicológicamente, por lo que exigimos, además del divorcio, también una retribución económica por daños y perjuicios ocasionadas por este señor-.

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