1. Aniversario.

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Aisslyn se levantó temprano esa mañana. Después de bostezar y estirarse un par de veces debajo de las sabanas, se sentó en la cama y tomó su teléfono que descansaba en la mesita de noche. La pantalla marcaba un mensaje nuevo en su bandeja de entra. Aisslyn sonrió y apretó el botón que decía “leer”.  

Gracias por regalarme un año de tu vida, te amo. Siempre será así. Louis.

Ella soltó una risita de alegría al leer el mensaje de buenos días. Se dispuso a contestarlo sin apartar esa sonrisa de su rostro.

Gracias a ti por todos los buenos momentos, también te amo, te amo mucho más. Aisslyn.

Era el día de su aniversario, aniversario de un año. El más importante de todos. Para una pareja llegar a estar juntos un año era una verdadera meta. Aisslyn, se sentía la mujer más afortunada. Louis, era un chico hermoso, poseía unos hermosos ojos azules y una bella sonrisa. De esas que te quitaban el aliento. Pero también era bello por dentro. Detallista, respetuoso y caballeroso. Y también debía mencionar que era muy talentoso.

Aisslyn se levantó de la cama y se dirigió a su tocador. En una hora se reuniría con su novio y festejarían juntos su aniversario. Tomó una ducha de agua tibia, y al salir se miró en el espejo. Se acomodó el cabello castaño oscuro y ondulado, puso un poco  de crema sobre su piel blanca, su procedencia latina no era notable, y después se maquilló naturalmente.

Cuando salió del tocador, abrió las ventanas. El día estaba soleado y el cielo estaba despejado. Sería un buen día. El otoño no tardaría en comenzar pero aun la temperatura no bajaba lo suficiente. Tomó un short de mezclilla, una blusa simple sin mangas de color café muy bajo y se puso unas sandalias.

La casa estaba muy silenciosa, como ya era costumbre. Aisslyn llevaba ya mucho tiempo viviendo en Londres, más de un año para ser más específica. Vivía sola, había decidido que necesitaba tiempo para ella. Antes de cumplir los 19 años, ella se fue de su país, con la promesa que cuando regresara entraría a una universidad. La promesa no se había cumplido, claro está. Pero ella era feliz así y  pensar en regresar no le agradaba mucho, más bien pensaba en entrar a una universidad ahí, aunque sus padres no sabían nada al respecto.

Fue a la cocina para tomar un desayuno rápido, jugo y un pedazo de pan, y después salió de ahí, para reunirse con su amado.

Su departamento se encontraba en el centro de la ciudad, y el lugar donde debía encontrarse con Louis no estaba lejos, así que decidió caminar.

Hoy se encontraba más contenta que otros días y a ella le parecía que todo el mundo estaba más feliz. Tal vez eran exageraciones de ell, o era tanta su felicidad que la contagiaba. Mientras caminaba varias personas le sonreían.

Al llegar al parque donde Louis la había citado se sorprendió por lo que vio. Su novio estaba parado esperando por ella, con esa sonrisa tan linda y con la mirada sobre ella. En las manos sostenía un ramo de rosas rojas. A su lado estaba una manta y una canasta.

Aisslyn con una gran sonrisa corrió hasta donde estaba Louis y lo abrazó, sin pensar que podía maltratar el ramo de flores, solo quería tenerlo cerca. Al despegarse Louis sonrió.

—Te amo Aisslyn.

—Yo también te amo, Louis — con una sonrisa tomó las flores —Gracias.

—Gracias a ti, preciosa. Por hacerme muy feliz —dijo dándole un dulce beso en la mejilla.

Aisslyn al sentir ese tacto se sonrojó un poco. Y Louis rio al notarlo.

—Eres tan linda cuando te sonrojas —murmuró Louis cerca de ella y acarició su mejilla con un dedo.

I Didn't Expect That... { l.t & h.s. }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora