15. Una nueva amistad

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—Eh…— vaciló, y entonces recordó lo que su mamá había dicho: “Tu padre te llamara” —Muy bien, papá. ¿Y tú?

—Muy bien también —contestó jovialmente —Creo que tenemos una plática pendiente.

—Lo sé —murmuró Aisslyn.                                                        

—Me dijo tu madre que piensas quedarte a vivir en Londres.

—Es correcto —se limitó a decir.

Hubo un silencio.

—Vamos dime las razones por las cuales te quieres quedar, pequeña —le ordenó con dulzura.

—Bien, en primera amo esta ciudad, estoy enamoradísima del lugar; segunda cosa, he encontrado a verdaderos amigos aquí y no me gustaría apartarme de ellos —miró a Harry y a Isa quienes le sonrieron —tercera, es un lugar con muy buenas oportunidades; y cuarta la universidad de aquí me ofrece una buena beca.

—¿Entonces eso es lo que quieres? —preguntó su padre después de un rato en silencio.

—Sí, papá. Investigué y me informé, como una joven responsable. Estoy decidida —le dijo con determinación.

—Siempre seguirás siendo una hija de papi —su padre rio —Te seguiré pagando la escuela.

Aisslyn respingó ofendida.

—Si tengo que trabajar para quedarme aquí lo hago —contestó.

—Vaya, en verdad te gusta el lugar —  rio de nuevo, parecía muy divertido con todo lo que su hija le decía —Sabes, quería verte y platicar esto en persona, junto con tu madre.

—Papá, no seas…— rio entre dientes —con mamá no se puede tener una conversación tranquila.

—Bueno, bueno, pegará el grito en el cielo cuando le diga que te di el permiso.

—Eso sin duda… — entonces Aisslyn se dio cuenta de lo que decía y gritó, haciendo que sus amigos dieran un salto —¿Enserio papa?

—Sí, sí, querida.

—Ay papá, eres el mejor, te amo, te amo, te amo —repetía y su padre reía.

—Bueno pero tengo una condición para ti —anunció.

—Oh, era demasiado bueno para ser verdad —murmuró e hizo una mueca —¿Cuál?

—Tendrás que venir a pasar aquí las fiestas navideñas —explicó.

—¿Qué? Pero…— eso no se lo esperaba.

—Sí, quiero que pases un tiempo con la familia y que digas que ya no vivirás más aquí.

—Papá —comenzó a protestar pero fue interrumpida.

—Lo siento hija, esa es mi condición —suspiró.

La navidad pasada la había compartido con los chicos, habían cenado, intercambiaron regalos, jugaron, entre tantas cosas. Había sido una de las mejores navidades en su vida y le dolía perdérsela ese año.

—¿Y no se puede otra cosa?

—No lo creo, querida.

Suspiró malhumorada.

—Aún queda tiempo para hacerte cambiar de opinión —dijo con una risita —Pero por el momento me quedo con que ya me diste el permiso.

—Bueno, bueno, ya lo hablaremos después.

—Sí, ahorita estoy en camino a mi departamento, acabo de salir de la universidad — Aisslyn se metió en una conversación con su padre sobre la universidad y otras cuantas cosas, hasta que llegaron —Bien papá. Me dio gusta hablar contigo y saber esa noticia.

I Didn't Expect That... { l.t & h.s. }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora