I Didn't Expect That... { l.t & h.s. }

48. Un error más

El día de un de repente se volvió gris, el sol se ocultó detrás de las nubes oscuras y pronto empezó a llover sobre Londres. Aisslyn no había tomado un rumbo fijo se había dedicado a vagabundear por la ciudad, tomando transportes públicos, caminando, tratando de perderse entre la gente y no escondiendo sus lágrimas. No quería ser encontrada, sí así lo quería ella se hubiera ido derechito a su departamento. Las palabras que Gabrielle le había dicho no dejaban de repetirse en su cabeza y cada vez que las recordaba sentí como su corazón se le oprimía dentro de ella. Pero no podía parar esos ruidosos pensamientos y tampoco podía ignorarlos.

Se sentó en una banca, las personas que pasaban frente a ella, bajo paraguas o con impermeables, la miraban curiosos otras simplemente la ignoraban. No sabía exactamente en qué parte de la ciudad se encontraba y por el momento no le importaba.

Sacó de la bolsa de su pantalón su móvil. Miró la pantalla, leyendo con atención el mensaje de su madre. Había tomado una decisión, la que desde un principio debió haber tomado. Marcó el número y espero a que contestara.

—Pensé que no me llamarías —fue lo primero que le dijo Eleonor al contestar.

—Pensaste mal —respondió ella tratando de que en su voz no se notara la tristeza. Antes de que su madre hiciera otra pregunta ella continuó hablando —Se dé que quieres hablarme.

—Sabía que lo entenderías. ¿Quieres tener esta discusión por teléfono?

—No te hablé para discutir, mamá —repuso ella.

—Entonces es mi día de suerte, tal vez pueda convencerte. Aunque no voy a quitar el dedo del renglón tan fácilmente —soltó una risa — como lo he hecho desde que estás ahí en Londres.

Aisslyn suspiró.

—No tendrás que convencerme —murmuró ella.

**

Habían buscado por todos lados, por cada lugar donde pensaban que iba a estar Aisslyn pero simplemente había desaparecido de la faz de la tierra. Todos se habían echado a su búsqueda, después de haberles explicado lo sucedido. Incluso Gabrielle estaba con ellos, preocupada por ella y arrepentida de sus palabras, todo había sido un malentendido. Pero los más aterrados eran Harry y Louis, ya que pensaban que había tomado el primer autobús que la llevara lejos de ahí. Ella debía de estar en la ciudad porque si no era así ya la habrían perdido para siempre y esa idea no les gustaba en absoluto.

Recorrieron muchas veces la ciudad. Gritaban su nombre. Fueron a su departamento, la esperaron un rato ahí pero ella nunca llegó. Ed se sumó a la búsqueda de su amiga aunque tampoco había tenido mucho éxito. Comenzó a llover pero siguieron buscándola. Fueron muchas veces las que pasaron por el mismo lugar, con la esperanza de que ella se estuviera moviendo, pero no estaba. Ella había querido perderse y logró su objetivo. ¿Dónde estás? Pensaba Harry con desesperación.

A mitad de la tarde todos volvieron a reencontrarse en la casa de los chicos, empapados y cansados de tanto caminar por la ciudad, sin obtener ningún resultado. Aisslyn no estaba. Discutían para ir de nuevo a buscarla, echar una segunda mirada a los lugares que ya habían ido, incluso en su departamento, pero estaban bastante cansados. "Aisslyn ya está grande, seguro que mañana estará ahí en su departamento" había dicho Liam. Harry y Louis dudaban que eso pudiera pasar, pero no había nada que hacer.

—Yo no sé ustedes pero yo iré a buscarla de nuevo —dijo Harry levantándose del sillón.

—Iré a dejar a Georgia y a James a la estación de autobuses, te alcanzo más tarde —dijo Louis.