La vida de Aisslyn había sufrido una serie de cambios en los últimos tres años. Ya no era aquella chiquilla de diecinueve años que se aventuró sola en otro país. Inglaterra ya había quedado atrás, junto con todo lo vivido.
Regresó a México, sus padres, y sobretodo Circe, se pusieron muy felices de que ella estuviera de vuelta, cerca de ellos.
Gracias a un convenio de universidades pudo seguir los estudios que había iniciado en Londres sin tener que volver al principio. Una gran ventaja que se la ganó por sus buenas notas.
Le había dicho a Eleonor que ni se le ocurriera pensar que vivirían en el mismo techo, Aisslyn había aprendido a ser más independiente y estar de nuevo viviendo con su madre no iba a ser algo bueno. A menos que quisieran que se desatara la tercera guerra mundial. Como siempre su madre se quejó al principio pero finalmente aceptó. Entre ella y sus padres habían conseguido un departamento que no quedaba lejos de la casa de Eleonor y ella podía ir a visitarla las veces que quisiera.
También había conseguido un empleo, en una empresa de publicidad, un trabajo muy simple y básico, pero se ganaba un poco de dinero para cubrir las cuentas de su nuevo departamento. Estuvo viajando mucho con su madre, además de que se paseaba por muchos lugares y pasaba tiempo con ella, aprendía todo lo que podía de las publicidades del extranjero, y así tenía nuevas ideas para sus proyectos de la universidad o del trabajo.
Tenía que agradecer que todas esas cosas habían hecho que no pensara mucho en los amigos que había dejado en Londres, y menos en Harry y Louis. Sin embargo, de vez en cuando, en noches de insomnio, ellos volvían a su mente y sentía la necesidad de llamarles y preguntarles que tal todo. ¿Estarían bien? ¿Serían felices ya? Lo más probable es que se iba a quedar con la duda.
No había tenido ninguna comunicación con nadie de Londres. Se había desaparecido de todos los medios de comunicación y las redes sociales de internet, hasta creó un nuevo correo que únicamente lo utilizaba para asuntos de trabajo y para que la contactaran. Ella no quería ser encontrada de ninguna forma. Y así fue durante mucho tiempo hasta solo un año atrás.
Cierto día estaba revisando sus correos del trabajo y trabajando en unos diseños para una publicidad de un proyecto, cuando un inesperado correo electrónico apareció en su bandeja de entrada. Con solo ver el remitente sintió como su corazón se aceleró, no podía identificar si era de emoción, de sorpresa o de miedo. ¿Cómo Gabrielle había conseguido su correo electrónico? Se suponía que nadie tenía información de ella. Trató de ignorarlo y seguir con sus asuntos para dejar eso en otro momento, pero no pudo distraerse. Vaciló unos momentos y finalmente abrió el mensaje.
Hola Aisslyn.
¿Cómo has estado? Espero que muy bien. ¿Aun me recuerdas? Yo creo que sí. Te preguntaras como es que he conseguido tu dirección de correo electrónico, ya que te has desvanecido del mapa. Bueno, hice un poco de investigación en tu antigua universidad y afortunadamente tenían tus datos actuales. ¿Un convenio con una universidad de tu país? ¡Qué suerte tienes!
Aisslyn pensó que los datos que estaban en la universidad deberían de ser privados. Ya hablaría con alguien para que resolviera eso, a pesar de que ya era tarde
Yo sé que ha pasado ya bastante tiempo desde... la última vez que hablamos y la verdad es que no sé qué decirte o más bien no sé por dónde comenzar. Hay muchas cosas que quiero decirte y mucho por contarte, y seguro que tú también tienes cosas que decirme. Pero me gustaría que habláramos más directamente. ¿Qué te parece si hablamos por Skype? ¿Tienes el mismo usuario? Yo sí. Estaré conectada mañana a las diez de la noche de Londres, creo que no interferirá con tus horarios. Estaré esperándote, si no apareces comprenderé que no quieres saber nada de mí.
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I Didn't Expect That... { l.t & h.s. }
Fiksi PenggemarDespués de su aniversario de un año las cosas se habían jodido, realmente jodido. Aisslyn no podía olvidar la noche en que descubrió la verdad sobre todos sus problemas. Ella lo sospechaba pero no quería aceptarlo, porque eso significaba que ella...