Amour Inattendu (Suerte #6)

2| ¿Un hijo rebelde?

Hola, hola!!

Hoy tenemos doble capítulo 😁

Cap(1/2)
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A la una treinta ya estaba listo esperando en el parqueo junto a su hermano y su sobrina. Poco después aparecieron sus padres, solo entonces los choferes sacaron los autos. Se repartieron en dos, en el primero viajaban los señores Bonnet en compañía de Marco y en el segundo viajaban Adrién y Anne Marie.

Adrién se sentó con la mirada fija en la ventanilla, tenía un dolor de cabeza horrible ya que no había podido dormir ni un poco. Su mente no se quedaba quieta y no podía dejar de pensar en la charla de antes, seguía preguntándose que pasaría si todos supieran su secreto y eso solo servía para ponerlo de peor humor.

—¿Todo bien?— preguntó Anne Marie recostándose contra su hombro. — Es que estas muy callado y no sueles ser así.

—Lo siento, justo ahora soy mala compañía. Estoy cansado.

—Mmm— la chica dudó pero luego sonrio tratando de subirle el animo— bueno, tal vez solo necesitas distraerte un poco. Y creo que el lugar al que vamos te gustara mucho.

—¿En serio?

—Si. Mientras tú y papá descansaban, le robe un poco de información a la abuela y resulta que estamos yendo a Mont Blanc— Adrién arqueó una ceja de forma interrogativa — es un restaurante nuevo, recién abrió sus puertas el mes pasado. Es super moderno y elegante.

—¿Ya haz ido?

—No a comer— Anne Marie se encogió de hombros — pero Bonnet & Asociados lo diseño.

Eso logro llamar su atención. Anne Marie parecía muy orgullosa al decir aquello y Adrién tuvo una sospecha de cual era la razón de esa sonrisa.

—Dejame adivinar, tú participaste en ese proyecto.

—Si, en parte— Se encogió de hombros — pero la mayoría del trabajo lo realizó el Arquitecto en jefe de la firma aquí en Paris, yo solo fuí su apoyo.

—Pero de cualquier manera participaste ¿eh?— le revolvió el perfecto cabello sabiendo que eso la volvería loca y no se equivoco.

—¡Tío! ¡no hagas eso!— lo empujó y se movió hasta el otro extremo del asiento mientras se pasaba las manos por su desordenado cabello— ¿Acaso tienes idea del tiempo que me tomo lucir así de bien?

El solo sonrio, olvidándose momentanemente de su malestar. Sin embargo la sonrisa le duro poco cuando la chica se lanzó sobre él y le pagó con la misma moneda dejándolo todo despeinado. Al final los dos terminaron estallando en carcajadas. Pero su tiempo de juego terminó cuando llegaron al dichoso restaurante.

Era una edificación bastante impresionante a los ojos de Adrién. Era moderno, elegante, vistozo. Para empezar tenía un bonito jardín que precedía la entrada del lugar, el cual tenía paredes de cristal casi en su totalidad que dejaban ver el interior.

—¿Te gusta? — preguntó la chica a su lado aferrándose a su brazo.

—Es bastante increible, felicidades Anne. Me alegra saber que estas centrada en el trabajo— la chica le sonrio con agradecimiento. A veces le costaba creer que su dulce sobrina había podido llegar a ser tan caprichosa en el pasado y lo peor de todo era no saber si aun lo era o si es que había cambiado desde que volvió al viejo continente.

Siguieron a los demás al interior parándose frente al jefe de meseros para informarle sobre la reservación prevía, luego fueron guiados a través del lujoso restaurante. Adrién creyó que les asignarían una mesa en el centro como cada que asistía a comer fuera con su familia, pero eso no paso. En cambio los llevaron hasta la parte trasera, en donde traspazaron una puerta corredera de madera.