Amour Inattendu (Suerte #6)

6| Un poco de convivencia

Cap (3/3)
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Dos semana enteras habían pasado desde que se mudo a vuvir al mismo apartamento que Oscar Cross. Claro que en esos días no habían pasado demasiado tiempo junto, ambos metidos en sus propios asuntos y de cualquier manera, Adrién estaba demasiado enfocado en encontrar un trabajo que no había puesto especial empeño en conocer a su compañero de piso.

Además se había prometido que evitaría volverse demasido cercano a él.

Pero como fuera, los últimos tres días de aquella semana Adrién había estado fuera de la ciudad, en Worcester. Lugar en el que había surgido una oportunidad de empleo que lucía prometedora. cuando recibió el correó en donde le daban fecha y hora para una entrevista, no dudo en hacer una pequeña maleta e ir en busca de esa oportunidad. Le causaba un poco de desazón que fuera tan lejos y que posiblemente tendría que dejar el piso que recién había conseguido pero...era una oportunidad y no se podía permitir el perderla; especialmente cuando sabía que su padre seguía esperando el momento en que se rindiera.

Al menos eso había dicho Anne Marie un par de días antes durante una llamada teléfonica. "Esta muy convencido de que volveras" había dicho la chica con un poco de preocupación. "Por favor tio, se que lo que el abuelo pide es injusto. Pero creo que pueden solucionar esto sin necesidad de llegar a tanto". Puede que ella tuviera razón pero Adrién no estaba preparado para enfrentar a su padre. Sabía que al hacerlo tendrían que tocar un tema del cual había estado huyendo todo ese tiempo...

El asunto es que tres días después de haber llegado a Worcester, empezaba creer que la única forma de lograr seguir ejerciendo su profesión era irse al otro lado del pais. Tal vez en Washington, tenía algunos colegas ahí...no creía que las influencias de su padre lograran dominar todo el territorio norteaméricano. Bufó molesto mientras se sentaba en la sala de espera en la que lo habían dejado hacía más de una hora.

Elemental Group, se llamaba la empresa que le había concedido la entrevista. Sin embargo algo estaba sucediendo porque no hacían más que cambiarle la hora y la fecha de la entrevista. O como aquella mañana que solo le habían dicho que la chica de recursos humanos aun no llegaba. Vio el reloj que pendía de la pared. Las tres de la tarde y aun no lo habían atendido, estaba cerca de levantarse y largarse de una maldita vez. Eso hasta que la secretaria que lo había atendido apareció.

—Señor Bonnet, la señorita Monahan esta lista para recibirlo.

«Ya era hora» pensó con molestía, sin embargo se limitó a asentir y seguir a la secretaría. Fue llevado hacia una enorme y minimalista oficina que contaba con un moderno escritorio de cristal. Trás dicho escritorio se encontraba una mujer joven, muy hermosa con cabello negro azulado recogido en un elegante moño.

—Buens tardes Señor Bonnet, tome asiento por favor.

—Gracias y solo llameme Adrién— la verdad es que le daba cierto resentimiento ser llamado por aquel apellido, ya que era eso lo que estaba causándole tantos problemas para encontrar un empleo.

—Muy bien, Adrién — ella sonrio amigablemente y eso le infundió un poco de esperanza. — Traes tus referencias contigo.

—Por supuesto— le tendió la carpeta en donde figuraba su currículum y todas los proyectos en los que había trabajado desde que empezó a ejercer la profesión.

A él no le gustaba alardear, pero sabía que tenía una carrera impecable y sólida. Sabía que era un buen prospecto para trabajar en aquella empresa. La señorita Monahan resvisó minuciosamente los papeles, haciendo que el tiempo para Adrién pareciera eterno. Ella asentía de vez en cuando con aprobación con lo que veía en aquellos papeles, pero de pronto el teléfono de la mujer emitió un sonido, seguramente alguna notificación. Le echo un vistazo a la pantalla y frunció el ceño antes de alzar la vista hacia él.