Amour Inattendu (Suerte #6)

16| Esas palabras...

Importante:

Antes de dejarlos con el cap de hoy quiero contarles que...¡Tenemos historia de Tommy! 🙌🙌🙌 Para aquell@s que querían saber más sobre él. Ya pueden leer la sinopsis y el primer capítulo. Encuentran la historia en mi perfil como "Un beso real".

Ahora si, les dejó con el capítulo. Que lo disfruten 😉

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—¡Velkan!— se quejó Adrién y Oscar no pudo hacer más que reirse desde el suelo, que era en donde había terminado luego de que la bola de pelos lo empujara. —No se que bicho te picó, pero hoy estas siendo malicioso.

Más allá, el perro meneaba la cola mientras mantenía vigilados los movimientos de Adrién. Las llaves colgaban de su hocico. Resulta que cuando volvieron del trabajo y el francés sacó las llaves para poder entrar, Velkan las robó y empezó a correr a lo largo del pasillo. Al parecer había decidido que era buen momento para correr de un lado a otro como desquiciado y por supuesto que creyó que a sus amos les haría gracia.

—Velkan, viens ici [ ven aquí]— pidió con seriedad y el perro camino, más no se acercó demasiado. —No me fais pas en colère contre toi [No hagas que me enoje contigo].

—Uh, si fuera tú no dudaría en devolverle las llaves— aconsejo Oscar, pero Velkan apenas si le dedicó una mirada.

—Viens ici, maintenant [Ven aquí, ahora]— esta vez la voz de Adrién fue más autoritaria y maldición. Oscar sintió un cosquilleo agradable en su espalda. Había algo sobre su dulce francés con esa expresión sería que lo ponía a mil.

Suspiró mentalmente, ultimamente lo único que podía pensar era en Adrién y su magnifico cuerpo. Se besaban, como en serio mucho pero Oscar se estaba dando cuenta de que cada vez se quedaba con ganas de más. Era un poco ridículo, pero a veces se sentía como gata en celo, queriéndose frotar con Adrién sin pudor alguno. Por pensamientos como ese su mente hacía corto circuito y terminaba con ganas de darse de golpe contra la pared. El había jurado que iría lento y ahí estaba, deseando y fantaseando con Adrién todo el santo días.

Cualquiera pensaría que después de enterarase de la virginidad de Adrién su deseo había disminuido, pero en realidad le pasaba todo lo contrario. Se le antojaba tan sexi, adorable y hasta cierto punto increible que un hombre tan atractivo como lo era el francés, siguiera siendo virgen. Y llámenlo, pervertido o aprovechado, pero Oscar se moría de ganas por ser la primera vez de Adrién Bonnet.