Eran exactamente las seis de la tarde y Oscar no podía dejar de ir de un lado a otro a la espera de que Adrién tocara el timbre. La verdad ya no estaba tan seguro de querer ir a cenar con él, porque sabía lo que pasaría...tendría que escucharlo y de sobra esta decir que su corazón estaba anhelando escuchar lo que el francés tenía para decir. Si, seguía enojado con él, pero tampoco podía negar que lo echaba de menos con todas sus fuerzas, porque puede que solo hayan convivido tres meses, pero en ese corto tiempo Oscar se acostumbro a la compañía de Adrién, se acostumbro a tenerlo alrededor todo el tiempo, así que no era fácil estar separado de él.
Sin embargo tampoco podía dejar de lado el miedo que le causaba ser lastimado otra vez. Jamás quería volver a experimentar esa sensación de estarse rompiendo por dentro, de querer gritar, de querer quedarse metido en la cama y no volver a salir nunca. Le daba miedo porque sabía que Adrién era el único que podría provocarle un dolor como ese y aceptarlo de vuelta significaba entregarle su corazón y rogar por que no lo rompiera una vez más.
—Si sigues caminando de esa manera vas a abrir un surco en el suelo y estoy seguro de que mamá no apreciaría eso— Comentó James desde el sofá donde, en compañía del tío Oren, veían la televisión. — De cualquier manera todos aquí sabemos que tu cursi novio vendrá en cualquier momento.
—No es mi novio—se quejó, porque ya no lo era...y eso le molestaba. Dolía
—Pero va a serlo de nuevo—Esta vez James no se burlaba y era un poco extraño darse cuenta de eso. —Cuando lo perdones.
—Yo ya le he perdonado— confesó clavando la vista en sus zapatos...o mejor dicho los de James porque realmente el no había llevado ninguna prenda ni remotamente formal. Por lo que tuvo que pedir prestada la ropa que su primo solía usar cuando era más joven y estaba menos tonificado. — Lo hice al día siguiente de enterarme de la verdad.
—Bastante pronto diría yo.
—No es agradable guardar rencor hacía una persona que amas, eso solo hace que el dolor sea más grande—respondió acogiéndose de hombros.
—Eso es algo bastante maduro para decir —Esta vez fue tío Oren quien habló. Sus ojos oscuros lo observaban con algo parecido al orgullo. —No cualquiera podría afrontar una traición de esa manera.
— Tienes razón, papá—James volvió a poner su atención en la televisión. —Nuestro pequeño Oscar es admirable, porque yo no creo haber sido capaz de perdonar a alguien que me hiciera daño, al menos no de esa manera.
Guardaron silencio luego de eso y de nuevo Oscar se mantuvo preguntándose si las cosas que a veces decía su primo, esas que estaban cargadas de melancolía, tenían que ver con su ausente esposa. Si se lo preguntaban, a Oscar nunca le terminó de agradar Rosmary; ella era amable y comedida...pero había algo sobre ella que nunca termino de cuadrar. Pero no es como que hayan convivido demasiado, por lo que no podía asegurar que hubiera realmente algo malo con Rosmary.
Sin embargo sus divagaciones se vieron interrumpidas cuando el timbre sonó. Su corazón se disparó como un fusible y estaba bastante listo para empezar a hiperventilar. Su tío y James se rieron al ver su reacción, mientras su tía se encargaba de abrir la puerta.
—¡Oscar, te buscan, cielo!
«Vamos, tú puedes» se dijo antes de avanzar hacia la puerta y como no podía ser de otra manera, James lo siguió de cerca, el muy entrometido.
Pero todo el nerviosísmo de Oscar se esfumó cuando en la puerta vio al Bonnet equivocado esperándolo. Jean le sonrio con amabilidad cuando lo vio aparecer. Sin embargo su sonrisa se desvaneció cuando sus ojos se posaron en James...uh, no estaba seguro, pero creía que saltaban rayos entre esos dos, como si en serio se odiaran a muerte. No pudo evitar soltar una risita cuando escuchó a su primo decir algo parecido a: "Pomposo francés del demonio".
![](https://img.wattpad.com/cover/187873934-288-k127731.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Amour Inattendu (Suerte #6)
RomantikPortada cortesía de la talentosa @UmbraBlack ❤ Spin- off de la saga suerte, especificamente de "¿Se nos acabo la suerte? (suerte #4)" Un amor inesperado puede ser maravillosamente hermoso o problematicamente doloroso. Todo depende de que tan dispue...