Amour Inattendu (Suerte #6)

22| ¿Es el fin?

Cap (1/2)
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—¿Vas a casarte con Celine Grenoir? — cuando esa pregunta abandonó los labios de Oscar, Adrién sintió como si le hubieran dado un puñetazo, como si le hubieran dejado la mente en blanco. Su cuerpo paralizándose por completo, las palabras huyendo de su boca.

Debía decir algo. Malditamente lo sabía, pero ni siquiera podía moverse. Vio a Oscar obtener su respuesta sin que él hubiera abierto la boca y luego todo sucedió demasiado rápido. Lo siguiente que supo fue que Oscar había salido prácticamente corriendo dejándolo parado  frente a la mesa. Cuando por fin pudo reaccionar fue realmente aterrador, un vacío formándose en su estómago amenazando con tragarlo de adentro hacia fuera. Apenas atinó a sacar la billetera para extraer unos cuantos billetes y tirarlos sobre la mesa. Seguramente había más de lo necesario, pero eso no era lo importante en aquel momento.

Salió disparado, siguiendo la dirección que Oscar había tomado. Corrió todo el camino de vuelta al hotel, esquivando personas, empujando a otras y murmurando disculpas. Su corazón latía desenfrenado, más que por la carrera, era por el miedo que le causaba no ser capaz de alcanzar a su cachorro. Sin embargo logró alcanzarlo justo en la entrada del hotel, trató de tomarlo del brazo para detenenerlo, pero el chico se las arregló para rehuir de su toque y meterse en el elvador antes de que se cerrara.

Adrién no lo pensó dos veces antes de tomar las escaleras, corriendo a todo lo que sus piernas daban y puede que se resbalara un par de veces, pero no se detuvo hasta que llegar al piso indicado. Oscar estaba parado frente a la puerta de su habitación luchando con la llave para poder entrar. Maldijo un par de veces antes de lograr abrir...

Creyó que la puerta sería estrellada contra su nariz, pero el pelinegro ingresó a la habitación dejando la puerta abierta en una clara invitación, pero aun así Adrién no se permitió relajarse. Sabía que las cosas no se solucionarían fácilmente.

—Oscar, por favor, puedo explicarlo— dijo justo después de haber cerrado la puerta a sus espaldas.

—Por supuesto que vas a hacerlo— El pelinegro se paró a mitad de la habitación con los brazos cruzados sobre el pecho y la barbilla en alto. Su mandibula tensa y sus ojos llenos de una mezcla de ira, dolor y decepción. —Y espero que sea aun buena maldita explicación porque justo ahora tengo ganas de patearte el trasero.

Adrién tragó en seco, no sabiendo muy bien por donde empezar, al parecer el pelinegro tenía sus propios planes porque volvió a repetir la pregunta que le hizo antes de salir corriendo.

—¿Te vas a casar con Celine Grenoir?

—Si...es, debo hacerlo — Oscar dio un paso atrás como si lo hubiera golpeado.

—¿Desde cuándo estas comprometido?

—No es un compromiso como tal. Al menos aun no.

—¿Desde cuándo?— gruñó Oscar apretando los diente tan fuerte que Adrién temió que se hiciera daño, más no se atrevió a decir algo al respecto. —Respóndeme.

—Desde antes que empezaramos a compartir apartamento — El pelinegro abrió los ojos como platos e hizo una mueca de puro dolor que formó una nudo en el estómago del francés.

—¿Y ese compromiso tiene que ver con los problemas que tenías con tu padre? ¿Es esa la razón por la que te dejó sin nada?

—Si— suspiró sintiendo agotado, como si sus energías estuvieran siendo drenadas—  quería que aceptara el matrimonio que él y los padres de Celine habían acordado.

Aun dolía pensar que su padre tuvo el valor de imponerle algo como eso. Pero era peor saber que el mismo se lo estaba dejando fácil, que estaba cediendo.