13| Un par de confesiones

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Cap (2/5)
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Realmente no planeaba ir a ver a Marco, Adrién solo necesitaba un momento para si mismo lejos de Oscar y todo lo que tuviera que ver con él. Además no pensaba ir a ver a su hermano cuando estaba con ese humor tan decaido, bien sabía que Marco no era demasiado observador, pero tampoco era tonto y haría preguntas, las cuales Adrién no tenía la intención de responder.

Caminó a lo largo de la calle sin rumbo alguno. Era una suerte que Oscar le hubiera mostrado algo de los alrededores porque de lo contrario terminaría perdiéndose. Una sonrisa amarga surcó sus labios al darse cuenta de que sus pensamientos inevitablemente terminaban en Oscar. No importaba cuanto tratara de no hacerlo, al final todo tenía que ver con el pelinegro.

Si bien había estado soportando toda esa situación incomoda como la mierda por una semana, Adrién no creía poder seguir haciéndolo y se dio cuenta de eso durante el almuerzo. Cuando se sentó en aquel restaurante con la silenciosa compañía de Velkan, jugando con la comida mientras se preguntaba con quien había quedado Oscar. No es que esperara que el pelinegro le informara con quien iba o que es lo que hacía, por supuesto que no. Pero se habían hecho muy cercanos, era inevitable que Adrién se sintiera curioso acerca de su vida ¿no?

Así que lo único que el francés pudo pensar fue que tal vez Oscar iría a almorzar con Sherry y eso realmente le dolió. Bueno, joder tampoco era para tanto. No es como que Oscar le debiera algo, eran solo amigos, pero... Apretó la mandibula cuando sintió un nudo en la garganta. En algún momento Oscar se conseguiría una no novia, tal vez Sherry ya lo era y si no era ella, entonces sería alguien más. Adrién había dicho que no le importaba ocultar sus sentimientos para siempre si eso le permitía mantenerse junto a Oscar, pero la realidad era que ya no estaba tan seguro de ello.

La sola idea de verlo siendo feliz con una chica le partía el corazón y eso le hacía sentir malditamente egoista. Oscar se merecía ser feliz y si una chica conseguía eso ¿por qué debía él sentirse tan mal?

Se detuvó frente a un paso de zebra esperando que el semáforo cambiara a verde y así poder cruzar la calle hacia el parque que había enfrente. Era pequeño pero estaba lo suficientemente tranquilo para poder pensar con libertad o para sentirse miserable, por que no.

Cuando pudo cruzar lo hizo con parsimonía demasiado desganado como para apresurarse, provocando que la gente a su alrededor lo esquivara para poder seguir su apresurado caminar. Entró al parque con la cabeza gacha y las manos metidas en los bolsillos de su pantalón. No se detuvó hasta que encontro una banca justo bajo una farola del alumbrado público y entonces se sentó. Colocó los codos sobre sus rodillas y hundió la cabeza entre sus manos.

"Esperaba poder hanlar contigo esta noche, las cosas han esta raras entre nosotros y quería..." había dicho Oscar cuando lo dejó en el estacionamiento fuera del hospital. Si debía ser sincero consigo mismo, esa declaración le heló la sangre ¿de qué quería hablar Oscar? ¿Es que le pediría que dejara el apartamento? ¿le diría que ya estaba al tanto de sus sentimientos?

Dios, cada posibilidad le daba más miedo que la anterior. Si Adrién hubiera sido lo suficientemente valiente hubiera aceptado hablar en ese preciso instante y acabar con todo de una vez por todas, pero ahí estaba...sentado en un jodido parque vacío luciendo tan derrotado que incluso dolía. Y como si no fuera lo suficientemente malo, unas finas gotas sobre su cuello lo hicieron estremecer; alzó la cabeza y si...estaba lloviendo.

No era una lluvia demasido fuerte, pero si los relampagos que surcaban el cielo significaban algo, no tardaría mucho en empezar a llover de verdad. Tal vez era buena idea volver a casa, aunque tampoco es que le molestara mojarse, es más...le encantaba la lluvia.

Amour Inattendu (Suerte #6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora