14|El secreto que cubre su risa

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Cap (3/5)
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Adrién se removió en la cama, hundió la cara en la almohada y no pudo evitar suspirar cuando el aroma fresco de Oscar se colo por sus fosas nasales. En serio que el pelinegro olía realmente bien...estiró la mano por la cama  solo para darse cuenta que el lugar junto a él estaba vacío. Abrió los ojos un poco desconcertado. Oscar no estaba en la habitación.

Por un momento sintió que el estómago le daba un vuelco ¿acaso había imginado todo lo de la noche anterior? Se sentó lentamente dando un vistazo a su alrededor, la puerta estaba entreabierta y Velkan dormía en el suelo a mitad de la habitación. ¿De verdad lo había imaginado todo?

Entonces escuchó el sonido de pisadas acercándose, por lo que se dejó caer de nuevo sobre el colchón y cerró los ojos. Lo siguiente que escuchó fue el sonido de la puerta abriéndose. Los latidos de su corazón enpezaron a acelerarse y aun más cuando sintió como el colchón se hundía bajo el peso de Oscar; lo siguiente que supo fue que el pelinegro se acurrucaba a su lado soltando un suave bostezo.

Trato de seguir fingiendo que aun dormía, pero no resistió la tentación de abrir los ojos y asegurarse de que el chico a su lado era tan real como se sentía. Sonrio cuando lo primero que vio fue aquella cabellera negra descansando sobre su pecho. Alzó la mano y con un poco de nerviosismo hundió sus dedos en aquellas espesas hebras oscuras.

—Hey— Oscar alzó la cabeza con una sonrisa en los labios— ¿Te desperte?

—Non— susurró dejando que en un impulso, su mano resbalara hasta la mejilla del chico. Sip, definitivamente aquello no era un sueño. — Bonsoir — saludó.

—Eso no lo habías dicho antes ¿qué significa?— preguntó curioso.

—Es otra forma de decir buenos días, aunque también puedes tomarlo como un "hola".

—Oh, ya veo— La sonrisa de Oscar se amplió todavía más— me gusta como suena. Bonsoir— repitió copiando su pronunciación.

Tenía unas tremendas ganas de besar al chico, pero Oscar había pedido que fueran lento y Adrién no quería hacer algo que lo incomodora por lo que prefirió quedarse quieto, simplemente observando esos ojos castaños que le recordaban tanto a los de un cachorro, le parecían incluso más inocentes que los de Velkan. Lo que era gracioso puesto que estaba seguro de que Oscar era todo, menos inocente.

Se quedaron ahí, simplemente observandose, compartiendo calor bajo las sábanas. Puede que fueran solo minutos, pero también podían ser horas por lo que Adrién sabía. Pero era imposible, al menos para el francés, no perderse en los razgos masculinos y atractivos del pelinegro. La línea de su mandibula, sus labios delgados, la no tan espesa barba que cubría la parte inferior de su rostro. Pero lo que estaba matándolo, era aquel adorable lunar en su mejilla derecha. Si, sabía que debía ir lento pero no pudo evitarlo, no quería...por eso se inclinó ligeramente y le besó fugazmente esa manchita negra que tanto le gustaba.

Oscar soltó una risita, pero no se quejó por aquel repentino toque. En cambio se quedó quieto, con la mirada espectante como si esperara por el próximo movimiento de Adrién. Así que sintiéndose un poco más confiado, descendio hasta que su boca quedó a un suspiró de la de Oscar.

Había algo sobre esa sonrisita traviesa que tenía a Adrién conteniendo el aliento. Joder, Oscar era tan guapo y desprendía tanta confianza que eso inevitablemente atraía a Adrién como una polilla hacia la luz. Una de las cejas del pelinegro se arqueó como si dijera "¿Qué estas esperando?" Y oh por todos los cielos, Adrién esperaba no estar malinterpretando esa mirada. Bueno, también podía preguntar y asegurarse...

Amour Inattendu (Suerte #6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora