Cuanto tiempo

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Al día siguiente, todos se reunieron en el gremio, sin nada que hacer, pero parecía que Jackal tenía otra cosa en mente.

--Maestro, Gray ¿por qué no entrenáis? Cuando la etapa de embarazo avance más no vais a poder, por lo que tenéis que entrenar más seguido --argumentó en busca de ver otra vez ese gran entrenamiento.

--Jackal ¿por qué te gusta tanto vernos entrenar? --preguntó divertido el pelirosa.

--Porque ese entrenamiento es épico --respondió con gran ilusión.

--Jackal tiene razón, tenemos que empezar a entrenar más seguido para acostumbrarnos antes, cuando el bebé nazca no tendremos tanto tiempo --estuvo de acuerdo el azabache, poniéndose en pie para dirigirse a la parte trasera, seguido del menor.

--Vamos Axel, tienes que colocar el muro --apresuró el demonio al lobo, cogiéndolo de la muñeca y saliendo corriendo, para después ser seguidos por el resto, que vieron como el mago de Rock Maker hacía lo pedido. --Los nuevos, colocaros por los huecos --advirtió colocándose al lado del peligris, con Laxus y Happy en el contrario.

Haciendo lo dicho el grupo se colocó por los huecos que habían quedado en el muro improvisado, viendo a la pareja hacer unos calentamientos básicos, antes de erguirse y mirarse fijamente.

El dúo hizo aparecer su forma humanoide, dejando sin habla a los 7 nuevos, contemplando las alas, cola y cuernos que ambos poseían.

La batalla inició, con las ondas de choque, incrustando una vez más a todos en el muro creado por Axel, quedando anonadados ante la gran fuerza que desprendían, cada vez aumentando más.

Pasaron posiblemente 3 horas antes de que se detuvieran por un antojo del embarazado, viendo a sus espectadores algunos caer de pie y otros cayendo de boca al suelo.

--Cada vez aguantáis más --elogió el demonio acercándose a ambos.

--Eso parece, oye Jackal ¿me creas un poco de fuego, por favor? --pidió mientras ambos volvían a ser humanos, recibiendo una afirmación por parte del demonio.

Entraron y comieron, cada uno algo distinto.

--Oye Gray ¿y si vamos luego a ver a Konan? --preguntó mientras se comía el fuego que el rubio le creó.

--No estaría mal, así le pedimos ayuda para lo de la ropa --concordó con su novio, terminándose su comida.

--Pero Natsu ¿qué pasa con el gremio? --preguntó el gato azul a su amigo.

--Puede quedarse al cargo Gerard, ya ha sido maestro, por que lo sea un par de días más no creo que pase nada, ¿qué dices? --habló dirigiéndose al aludido.

--No pasa nada, además, ya están dejando misiones, si cogen alguna solo tendremos que preocuparnos por la cocina --apuntó el peliazul a lo pedido por el maestro.

--Genial, ¿nos vamos, Gray? --cuestionó hacia su pareja.

--Claro, aunque sabes que vamos en tren ¿verdad? --interrogó con tono preocupado.

--Por desgracia sí --contestó con la mirada baja, retirándose con Gray a la salida. --No os metáis en líos en nuestra ausencia --advirtió con mirada afilada, asustando a los presentes, para luego salir con el mayor del gremio.

Se dirigieron a la estación, acabando Natsu otra vez escondiéndose en el cuerpo del azabache, ahora más que nunca le tenía asco al tren, ya de por sí tenía ganas de vomitar por el embarazo, ahora se iba a querer morir del todo.

--No te preocupes, Natsu, estaremos juntos en esto --afirmó, atrayendo más el delicado cuerpo del menor contra el suyo.

--Gracias, Gray --agradeció con ternura, llegando a la estación y subiéndose al tren que los llevaría a la capital.

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