Una semana después llegó el día en el que decidieron se juntarían sus demonios, por lo que dejaron a Ryû con Gerard y ese día no fueron al gremio.
Ambos entraron a su mundo interno para hablar cada uno con su demonio.
(Con Gray)
--Hoy se cumplirá nuestro trato --habló mirando al azabache alado que tenía delante.
--Claro, ya iba siendo hora, empezaba a creer que no lo cumplirías --se burló, empezando a acercarse.
--Siempre cumplo mis tratos --sentenció para extender su mano, cediendo el control del cuerpo.
Sin esperar más, el demonio agarró la mano y tomó el control del cuerpo de Gray.
(Con Natsu)
--Llegó la hora --empezó a decir el dragón, acercándose al otro.
--No te preocupes, te devolveré el control e intentaré que no pases mucho dolor luego --consoló falsamente el demonio.
--Me importa más que uses protección --se sinceró, extendiendo su mano.
El pelirosa alado agarró la mano y tomó el control con una gran sonrisa.
(Volviendo con ambos)
Los demonios se encontraron de frente y se vieron con lujuria, para luego lanzarse sin espera hacia el contrario, besándose con gula por haber tenido que esperar tantos años por eso.
El demonio de Gray cargó en peso al de Natsu y lo arrojó sin cuidado alguno a la cama que había en la habitación, luego subiéndose él también y colocándose entre sus piernas, siendo atraído por las necesitadas manos del pelirosa, volviéndolo a besar con necesidad, a lo que no se resistió y lo intensificó metiendo su lengua y empezando a quitar la camiseta que portaba, decidiendo romperla.
--Natsu se enfadará por eso --se burló el otro demonio al ver lo hecho por el azabache.
--Pues que se enfade --restó importancia y se quitó la larga chaqueta que portaba.
Mordiéndose el labio inferior, E.N.D cambió el sentido y quedó sentado en la cadera del mayor, empezando a pasar las manos por el bien formado cuerpo de su amante, excitándolo y escuchando sus deliciosos jadeos y gruñidos. Llegó a sus hombros y las bajó por los brazos, empezando a mover su propia cadera en un vaivén en la erección del otro demonio. Una vez hubo disfrutado de ese contacto separó sus manos y de un ágil movimiento retiró los pantalones del otro, pero sin quitar los suyos, logrando un gruñido de enfado, por el cual sonrió con malicia, agachándose sobre el cuerpo ageno y mordiendo la fría y sensible piel de su cuello, sintiendo la vibración de cada jadeo, gruñido o gemido que salían de su boca. Bajó de ese lugar a las clavículas y luego a sus formados abdominales, donde estuvo un rato delineando cada músculo con su lengua al mismo tiempo que cogía las manos del azabache con las suyas y las ponía sobre su cabeza, evitando el contando.
--Malnacido --maldijo en un gruñido al sentir la cálida lengua del menor por todo su abdomen y no poder acariciar su tersa piel para escuchar los lascibos sonidos que saldrían de su húmeda boca.
Ignorando el insulto siguió haciendo lo que quería con el cuerpo que estaba debajo de él, separándose de su abdomen ahora lleno de su saliva y retirando los pantalones que llevaba junto a los boxers del otro, revelando la enorme erección que ya portaba. Soltó las manos del mayor y dirigió una de ellas a la erección que tenía, sacando un gran gemido al otro, empezando a masajear el glande y después introduciéndolo en su boca, devorándolo con hambre y empezando a chupar como si fuera una paleta, sintiéndose orgulloso al escuchar las maldiciones por parte del otro demonio, que se sentía desfallecer con cada lamida y succión que E.N.D hacía de manera experta apesar de ser también su primera vez.
Harto del lento ritmo que el pelirosa había adoptado situó las manos en la cabellera rosa que poseía y empezó a marcar el ritmo que él quería, a una velocidad mucho más rápida que la que llevaba antes.
Habiendo logrado su objetivo el pelirosa dejó que el demonio de hielo marcara el ritmo, hasta que sintió como estaba apunto de correrse, saboreando el dulce sabor del líquido preseminal, por lo que hizo fuerza y se apartó, viendo la mirada de ira que le dirigió el azabache junto con dejar ver sus colmillos en muestra de enojo. Se retiró sus boxers y le dio un espectáculo visual al chico debajo de él. Se estiró hacia el cajón de la mesilla a un lado de la cama y lo abrió bajo la atenta mirada de el otro, sacándo un preservativo, haciendo elevar una ceja al ojirosa.
--¿En serio? --preguntó con burla al ver las intenciones del menor.
--Yo cumplo mis tratos --dijo con voz sombría, abriendo el paquetito y colocándolo en el erecto miembro del otro.
Sin darle tiempo a volver a hablar se sentó de golpe encima de su miembro, penetrándose y alcanzando ese punto dulce en el interior del cuerpo que controlaba, escuchando también el gran jadeo que salio de los labios del azabache. Empezó a moverse de arriba a bajo, colocando las manos en el abdomen húmedo por la saliva de antes, disfrutando cada vez que golpeaba el punto que lo volvía loco, intensificando el ritmo por segundos, sintiendo también como el miembro en su interior iba creciendo, alcanzando mejor su punto dulce. Continuando con las embestidas, el mayor colocó las manos en la seductora cadera del pelirosa e intensificó en gran medida cada estocada, ayudándolo también a saltar con mayor facilidad. Estuvieron así hasta que E.N.D se corrió en el abdomen de ambos y el demonio azabache en el preservativo que había usado, ambos soltando un gran gemido que retumbó por toda la habitación.
Satisfecho, el demonio de hielo salió del interior del pelirosa y lo tumbó a un lado, cediendo ambos el control de vuelta a los dragones, que vieron en las condiciones que quedaron.
--Sí que se lo pasaron bien --opinó Gray al notar la saliva y las mordidas por todo su cuerpo.
--E.N.D cumplió lo que dijo --sonrió al ver el preservativo que habían tirado en el suelo.
Sin decir más se acomodaron juntos y se durmieron rápidamente.
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Nueva familia
FanfictionSiempre había servido fielmente al gremio, y se lo pagan expulsándolo por no confiar en el poder que su padre le cedió para cumplir una misión imposible para él. Se fue del gremio y de Magnolia, pero no estaba solo, su amor hasta entonces oculto lo...