Siempre había servido fielmente al gremio, y se lo pagan expulsándolo por no confiar en el poder que su padre le cedió para cumplir una misión imposible para él.
Se fue del gremio y de Magnolia, pero no estaba solo, su amor hasta entonces oculto lo...
A la mañana del otro día, cuando todos despertaron, fueron a ver como se encontraban las chicas del día anterior. Meredy les informó que habían evolucionado correctamente en la noche y sus heridas habían empezado a curarse.
--Aún no despiertan, pero os avisaré cuando pase --habló para tranquilizar a todos los presentes la pelirosa.
--De acuerdo --aceptó el maestro a lo dicho por la maga.
Meredy volvió a entrar a la enfermería dejando a los otros hablar de diferentes cosas.
Pasadas un par de horas la médico volvió a salir, informando que las desconocidas habían despertado y estaban en condiciones de hablar. Todos se adentraron a la enfermería para enterarse de quienes eran cuando el maestro les hiciera las preguntas. Una vez dentro pudieron ver más detalladamente a las dos chicas.
--Hola, me llamo Natsu Dragneel, maestro del gremio en el que os encontráis ¿quiénes sois? --se presentó y preguntó el pelirosa, mirando atentamente a cada una.
--Soy Hikari Yashiba, y ella es mi hija, Jikan -presentó la adulta, señalándose a ella misma y a la otra chica.
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(Ignoren las armas {de momento}.)
--Ahora entiendo el parecido --soltó Sorano.
--Mi hija salió más parecida a su padre, que en paz descanse --admitió con tranquilidad, haciendo a la albina tragar en seco.
--¿Qué os trae por nuestro gremio? --rompió el momento tenso el pelirosa.
--Estábamos en una pelea, pero el otro que iba con nosotras nos traicionó y nos atacó por la espalda, huí lo más rápido que pude y encontré este edificio, estaba muy mal herida y Jikan se había desmayado, llamé pero caí inconsciente yo también, después solo recuerdo despertar y encontrarnos con esta señorita --hizo referencia a Meredy, que estaba revisando la intravenosa de la otra chica.
--Vale, no os preocupéis, aquí Meredy os atenderá y tratará y después os podréis marchar --contestó el peliazul con tranquilidad.
--¿Has dicho que esto es un gremio? --le preguntó al pelirosa, que asintió.
