Capitulo XII

2.3K 296 32
                                    

Lance finalmente pudo liberar el dolor que llevaba conteniendo por años, no un dolor físico, el dolor de perder a tus seres queridos y siquiera mantener un recuerdo, Keith comprendía perfectamente aquel sentimiento, pero no sabe como solucionarlo, él mismo ni siquiera sabe que hacer con su propio caso de amnesia.

Keith trató de hablar con Lance sobre el tema, pero el vampiro se vio distante, con la mirada perdida y triste, parecía tener una barrera a su alrededor, Keith se sintió impotencia, seguía siendo solo un desconocido para Lance, pero aun así desea ayudarlo de alguna u otra manera, le debe mucho.

Desde entonces Lance cambió ligeramente, era algo casi imperceptible, pero no para un observador hombre lobo. Los dolores de cabeza de Lance se volvieron más constantes y a pesar de que hacía todo lo posible para ocultarlo, Keith siempre va a la droguería en la motocicleta durante sus ratos libres de trabajo y compraba pastillas para el dolor de cabeza las cuales deja sobre la mesita de la sala, a la vista de Lance.

Después de aquel día ninguno se atrevió a tocar el tema de lo ocurrido, Lance solamente se disculpó por lo sucedido y prometió que nunca volvería a pasar, Keith intentó nuevamente hablar con Lance para saber si tenía alguna manera de ayudarlo, pero Lance siempre se hacia el desentendido y cambiaba el tema.

No pasan más de dos días en los que Lance evade cualquier tipo de preguntas de Keith sobre lo que pasó, Keith no deja de sentir aquella impotencia pero aun así no piensa rendirse. Keith en el trabajo consiguió una amiga y consejera, su nombre es Acxa y con ella cambia turnos, trabajando en la caja o repartiendo a domicilio, ella no necesitó que Keith hablara en exceso sobre Lance, notó con su forma de hablar y brillo en los ojos que le gusta el moreno.

–¿Qué tal te fue hoy? –Acxa preguntó al momento Keith entra al restaurante.

–Bien, aunque casi no llego a tiempo, no conozco de direcciones –Keith respondió con un notorio cansancio.

–No me refiero a las entregas, ¿cómo te ha ido con 'tú ya sabes quién'?

–Desde el problema de hace unos días atrás ha estado muy distante –suspiró con aires de tristeza.

Acxa palmeó su espalda intentando animarlo, Keith solo sonrió de lado y se sentó al lado de Acxa, atrás de la caja registradora, no pasó ni un minuto cuando el teléfono sonó, Keith suspiró con agotamiento y Acxa contestó a la llamada, en una libreta tomó el pedido y colgó.

–Es un pedido de Hunk, ¿quieres que lo lleve en tu lugar?

Keith negó con la cabeza.

–Haré este último encargo por hoy, tú te encargas del resto.

Acxa no puso queja, así que Keith esperó que la comida estuviera lista, revisó la dirección de la "Compañía Altea" y condujo con la moto hasta allá. Afortunadamente no estaba lejos, pero el problema fue al momento de tener que entrar al edificio, era enorme, el portero le dio unas indicaciones pero estas no sirvieron de mucho porque de un momento a otro ya estaba perdido. Una chica de gesto aburrido y cabello rubio se acercó a Keith.

–¿Quién eres tú? –la rubia le preguntó.

–Vengo a hacer una entrega a Hunk Garrett –Keith respondió nervioso, parecía que la chica no tenía ganas de estar ahí.

–Sigueme.

La chica lo llevó hasta el ascensor, de ahí subieron al séptimo piso y  lo guió entre montones de cubículos, pero al llegar, Hunk no se encontraba ahí.

–No sé dónde puede estar, no debe estar lejos así que buscalo por ahí –la desconocida concluyó con aquello, se alejó encontrándose con una compañera de trabajo que la llamó "Leifsdottir"

Entre Garras y Colmillos - KlanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora