Acxa se preguntaba quien estaba tocando su puerta a esa hora, Verónica estaba en una celebración por parte de su empresa y no tenía a nadie que fuera a visitarla, después de tanta insistencia abrió la puerta de mala gana encontrando a Keith con una gran maleta a su espalda.
–¿Qué haces aquí?
–¿Puedo pasar? –Keith se escuchaba cansado.
Sin poder negarse, Acxa abrió paso, Keith pasó y tiró su maleta al piso, para después tirarse al sofá y cubrir su cara con un cojín.
–¿¡Qué haces animal!? ¡no subas los zapatos al sofá!
Acxa no recibió respuesta, molesta tiró sus pies a un lado y obligó a Keith a sentarse bien.
–Ahora explica que está pasando –Acxa exigió.
–Me escapé.
–¿Te escapaste?
–No voy a volver a casa, no puedo ver a Lance a la cara.
–¿Ahora qué hiciste?
–Ayer Lance estaba furioso por el compromiso de Allura, y yo me confesé en el calor del momento. Arruiné las cosas.
Acxa se sentó a su lado y lo tomó de las mejillas para verlo a la cara.
–Tienes los ojos hinchados ¿lloraste?
–Solo un poco.
Acxa abrazó a Keith.
–¿Qué te dijo cuando te confesaste?
–Nada.
–¿Qué?
–No dijo nada, de seguro estaba disgustado.
–Serás idiota.
Acxa se separó del abrazo y lo miró escéptica.
–Como sabes eso si ni siquiera te ha respondido –Acxa reprochó.
–Nunca me respondió, ayer llegó a casa y no me buscó, y esta mañana se fue sin decir nada, debe ser que ni siquiera quiere verme.
Acxa lo comprendió un poco y acarició la espalda.
–¿Y ahora estás invadiendo mi casa?
–No, solo será un momento, necesito descansar.
Acxa a pesar de no ser la persona más servicial menos con Verónica, trajo un vaso de agua y permaneció sentada junto a él.
–Entonces... ¿Cuál es tu plan?
Keith sacó de su bolsillo la servilleta donde tenia todo lo que necesitaba y se lo mostró a Acxa.
–¿Podrías prestarme algo de dinero? –Keith preguntó avergonzado.
–Ayer nos pagaron –Acxa lo miró con confusión.
–Utilicé todos mis pagos para devolverle a Lance todo lo que hizo por mí.
–No puedo creerte...
–Necesito comprar un tiquete y pagar unas noches de hotel.
–Préstame eso –Acxa tomó la servilleta y le echó un vistazo–, un par de amigas viven allá, puede que te den estadía por unos días.
–Gracias Acxa, no sé qué haría si...
–Sí, sí, basta de cursilería –Acxa marcó en su teléfono.
Keith sonrió agradecido de tener una amiga como Acxa. Después de una corta conversación, sus amigas aceptaron con gusto.
–Esta es su dirección –Acxa le entregó un pedazo de papel–, apenas llegues allá me llamas.
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Entre Garras y Colmillos - Klance
ParanormalUn vampiro viviendo en una sociedad sin ser descubierto durante siglos suena algo imposible, pero para Lance esto no fue tan difícil. A pesar de tener al rededor de docientos años, su aparecía no supera los 25 años. Un día después de salir de su tra...