Capitulo XIX

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Keith abrió los ojos con sorpresa al escuchar esas palabras, con miedo llevó sus manos a la cabeza y suspiró al sentir sus orejas fuera, estaba tan perdido en sus pensamientos que no notó nada en absoluto al verse al espejo.

–Explicaré todo, trae a Romelle que no quiero decirlo dos veces –Keith suspiró rendido.

Acxa obedeció y trajo a Romelle arrastrando, Keith les confesó que es un hombre lobo, esperando algún tipo de reacción negativa de su parte, pero se sorprendió al ver que Acxa solo le dio un golpecito amistoso, dándole un pequeño regaño por no decirles nada, y Romelle solo llevó sus manos a sus orejas, mostrando su fascinación al tocarlas.

–Tenemos que volvernos actores, yo seré ricitos de oro y tú serás el lobo –Romelle empezó con sus alocadas ideas.

–¿No sería caperucita? –Acxa preguntó confundida.

–Entonces seré caperucita, Keith el lobo y tú la abuela –Romelle halaba con determinación.

–Querida nieta, tienes dos abuelas, yo y Verónica –Acxa bromeó.

–¿¡Qué!? ¿¡Por qué no me dijiste antes!? –Romelle gritó con emoción.

–No grites tanto –Keith cubrió sus orejas.

–Llevamos casi tres días de novias –Acxa dijo con orgullo y codeó a Keith–, lo siento por presumir Keith.

–No importa, estoy feliz por ti –Keith mostró una leve sonrisa.

–¿Cómo van las cosas con Lance? –Romelle preguntó curiosa–, espera, ¿él sabe qué eres un hombre lobo?

–Lo sabe, desgraciadamente me conoció de esa manera, lo ataqué cuando estaba fuera de mis cabales –Keith llevó la mano a su rostro con frustración al recordarlo.

–Que romántico –Romelle aguató reír.

–Últimamente las cosas se sienten muy incomodas entre nosotros, a veces actúa raro conmigo, me pregunto si esta sospechando sobre mis sentimientos por él.

–O puede que está empezando a sentir algo por ti –Romelle insinuó moviendo sus cejas.

–Eso no lo creo posible, seguramente le sigue gustando Allura –Keith dijo pesimista.

Keith al regresar a casa encontró a Lance escribiendo en su celular, suspiró tranquilo al verlo ahí, y tomó asiento a su lado para descansar de un día pesado, ese día en especial no dejaban de pedir domicilios, Lance al verlo abrió los ojos con sorpresa.

–Tus orejas... ¿alguien se dio cuenta? –Lance estaba sorprendido.

–Romelle y Acxa se dieron cuenta primero se lo tomaron bien, y después me topé con los padres de Hunk, se sorprendieron al inicio, pero no comentaron nada al respecto, incluso la señora Holt curiosa acarició mis orejas, tanta atención me tiene exhausto –Keith soltó un suspiro.

–¿Por qué te decidiste a ir así? –Lance preguntó curioso.

–No fue intencional, cuando llegué al restaurante fue que me di cuenta –Keith rio.

–Es bueno que te sigan tratando bien, me alegra escucharlo –Lance dijo con una sonrisa.

–Deberías intentarlo, aunque al principio sea un poco extraño, me siento mejor que nunca –Keith se dejó caer por el sofá.

–No lo sé Keith, yo... –Lance se rascó la mejilla inseguro.

–Deberías intentarlo, te aseguro que todo irá bien –Keith puso su mano sobre la de Lance.

Lance vio a Keith dudoso, sentía el tacto de Keith muy cálido y por alguna razón se puso ligeramente nervioso y apartó su mano.

–¡Wow! Mantienes una temperatura corporal alta –Lance dijo aparentemente asombrado.

–Sí, lo siento –Keith desvió la mirada.

Keith no podía parar de evitar maldecirse mentalmente por haber hecho, se prometió a si mismo ser más discreto, pero desde lo que leyó ayer, se estaba esforzando por no abrazar a Lance con fuerza.

Nuevamente volvieron a esos silencios incomodos, Keith estaba decepcionando de si mismo pensando que eso era su culpa, mientras que Lance buscaba por internet si estaba enfermo, no era normal que su corazón se acelere de esa manera, ¿o sí?

Como siempre cada uno fue a su respectivo cuarto a dormir, Keith notó que sus sentidos empezaban a agudizarse, y de esa manera fue que a media noche despertó al escuchar a Lance bajar por las escaleras. Curioso salió de su cuarto y se dirigió a la cocina, allí estaba Lance con la respiración irregular, sus ojos irritados, como si estuviera a punto de llorar, mientras que intentaba de beber de un vaso.

–Lance... –Keith llamó su atención.

–Oh, Keith ¿te desperté? Lo siento acabo de tener algo como una pesadilla –Lance dejó su vaso a un lado.

–¿Estás bien? –Keith se acercó.

–Sí, eso creo... –Lance mostró una sonrisa débil.

Keith notó que no era así.

–Sabes que puedes decirme, puedes confiar en mi –Keith extendió levemente los brazos en caso de que quisiera un abrazo.

Lance algo inseguro se acercó lentamente, para después abrazarlo fuerte y soltar pequeños sollozos.

–Los olvidé, no recuerdo sus nombres, ni sus rostros, no sé si siquiera tuve alguna vez familia –Lance dijo cuando finalmente se tranquilizó.

–Tranquilo –Keith soltó un suspiró, se sintió a punto de llorar por un momento y lo abrazó con fuerza–, sé cómo se siente.

Después de aquel largo abrazo se separaron, Keith pidió a Lance que lo siguiera, llegaron hasta el cuarto de Lance y le pidió que esperara ahí, Keith fue a su habitación sacó el periódico del interior del cuaderno y fue al cuarto de Lance.

–Toma, esto puede ayudar –Keith le entregó el cuaderno.

Lance abrió el cuaderno y lo reconoció al instante, era un cuaderno que usaba para contar su die a día, pensaba que estaba perdido.

–Coran lo encontró en su biblioteca, me dijo que te lo diera.

Lance lo abrió el cuaderno y encontró su letra describiendo a su gran familia.

–Puede que ya no los recuerdes, pero te puedes hacer una idea –Keith tomó una pausa–, por cierto, deberías volver a dibujar.

Keith salió el cuarto antes de que Lance pueda decir algo, Lance dirigió su atención a el cuaderno, empezó a pasar las paginas y entendió a lo que se refería, encontró varias ilustraciones las cuales lo llenó de inspiración.

Al día siguiente Keith notó a Lance mucho mejor, nuevamente fue a trabajar si esconder nada y se dio cuenta que el trato por parte de sus amigas como de sus jefes y clientes sigue siendo el mismo, lo cual lo reconfortó.

Keith estaba a punto de regresar a casa, se despidió de sus amigas y salió del restaurante cuando recibió una llamada, cuando miró era Coran quien estaba llamando.

–Hola Coran –Keith contestó la llamada.

"Keith, te tengo buenas noticias" Coran dijo emoción.

Entre Garras y Colmillos - KlanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora