Un Futuro Con Esperanza. [Fanfic DBZ]

19. No puede ponerse peor.

En cuanto ese pensamiento surgió en su mente pudo distinguir como el ki de su amiga permanecía constante. No se desvanecía como antes. Seguía con vida. Sintió un gran alivio en el pecho. Lo había logrado. Le había salvado la vida, justo como ella lo había hecho antes. No podía creerlo. Ni él ni el chico que le observaba desde la puerta de tela que, al escuchar como alguien se acercaba, salió corriendo.

Trunks soltó un gran suspiro, pero algo aún no cuadraba. ¿Por qué no despertaba? Se debería suponer que después de todos esos choques debería haberse levantado o abierto los ojos, sin embargo ella seguía tendida en el suelo. La tela que hacía de puerta se hizo a un lado dejando ver a aquel hombre residente del edificio en forma de caja. Este se acercó en silencio y miró a la chica.

—¿Sigue viva?

—Sí, así es.

—Entonces es momento de regresarla al refugio —El pelilila le miró con curiosidad—. Necesita descansar.

—Tiene razón —Soltó en un suspiro—. La llevare al refugio, es lo menos que puedo hacer por ella.

Tomó a su amiga en brazos y se puso de pie. Salió de la carpa y luego emprendió el vuelo bajo la mirada de cierto joven quien se escondía detrás de uno de los vehículos.

━━━ ஜ • ☆ ◦ ❀ ◦ ☆ • ஜ ━━━

Al poco tiempo llegó a la edificación con esa forma tan graciosa y peculiar. Atravesó el sitio con la chica en brazos, bajo la mirada de todos los presentes. Un grupo de chicas le miraba en particular, pero solo una se atrevió a seguirle. Subió las oscuras escaleras con cuidado. Estando frente a la única habitación con puerta, la chica que le seguía le ayudó a abrir, él agradeció y entró a ese estrecho sitio. La habitación se había sumido en la oscuridad debido a la ya entrada noche. El atardecer había tenido lugar hacía ya un par de minutos por lo que la oscuridad era lo único que podía verse en ese cielo, además de las diminutas estrellas.

Gracias a la luz de la lámpara de aquella chica pudo ver bien dentro de la habitación. La recostó en la única cama y se levantó ante la mirada de la desconocida quien se armó de valor y habló con tono firme.

—¿Qué pasó? ¿Qué le hiciste? —En su voz se notaba la preocupación.

—Nada. Ella... salvó la vida de una mujer y su hija, eso fue todo.

—Salvo sus vidas... ¡Eso no explica que esté así!

—Al principio se reusó, pero yo le pedí... no, la obligué a que lo hiciera y... creo que es mi culpa.

—¡Eres un idiota! —Se adentró en la habitación y se interpuso entre él y Shaira— Ella sabe lo que hace y lo que no hace, ¡Es más inteligente de lo que piensas! ¿Qué no confías en ella?

No respondió, simplemente se fue en silencio ante la mirada de Maki. Salió del edificio sin querer pensar en nada y se fue volando.

━━━ ஜ • ☆ ◦ ❀ ◦ ☆ • ஜ ━━━

Al poco tiempo aquel pequeño escuadrón de vehículos volvió al edificio al que pertenecía. Al llegar no esperaron mucho para contar las noticias de lo que había pasado. Entre ellas la extraña actitud de la misteriosa "doctora", así como del nacimiento de la pequeña niña y del milagro que ocurrió salvando así la vida de la madre. Todos hablaban asombrados y llenos de euforia. Incluso el hombre llamado Makoto, quien, por azares del destino, había salido del refugio junto con otros refugiados para compartir su comida con las demás personas.

A pesar de toda la felicidad presente en el refugio, cierto chico moreno (nuevo en el refugio), rebuscaba entre las cosas de los autos, alegando que quería ayudar a limpiar las frazadas manchadas por la sangre de la mujer en pleno labor parto. Las sacó todas del auto y comenzó a revisarlas. Entre todas pudo encontrar una en especial: aquella que había servido de tapete en la pequeña casa de campaña donde ocurrió el milagro, así como un pequeño frasco con un líquido purpura. Al extenderla y ver las manchas de sangre, de inmediato la guardó debajo de su chaqueta y, dejando de lado las demás telas, salió corriendo a la parte trasera del edificio-refugio. Debido a la oscuridad de la noche, así como a la celebración de los asilados dentro, nadie se encontraba afuera y nadie le prestó la mínima atención.