Un Futuro Con Esperanza. [Fanfic DBZ]

40. Comportarse como idiota.

En un cuarto blanco y tranquilo, cierto saiyajin tenía pesadillas con los androides, al despertar se topó con su madre y tuvieron una charla (que no transcribiré porque me da flojera hacerlo >:v). El tiempo pasó, las heridas de Trunks ya comenzaban a curarse y cicatrizarse a tal punto que ya podía ponerse de pie. En todo ese tiempo no había podido ver a su amiga dado a que había estado encerrado en su habitación siendo alimentado por su madre y, suponía, la inhumana estaría en su recamara en la misma situación. Esa mañana se levantó entusiasmado, esperando verla en el desayuno como antes, como dada mañana.

Luego de alistarse y cambiarse algunos de los vendajes que aún quedaban, fue al comedor con una gran sonrisa en la boca. A medida que se acercaba, iba escuchando la melodía de la radio encendida y con ello, le acompañaba el olor del desayuno recién hecho. Al llegar vio la mesa vacía y entró a la cocina encontrándose a su madre.

—Buenos días, mamá —Dijo.

—Buenos días, Trunks. Siéntate, ya te sirvo el desayuno.

El híbrido obedeció, regresando al comedor y tomando asiento. Al poco tiempo su madre apareció con la comida y sirvió los dos platos.

—¿Y... Cómo está Shaira? —Preguntó de pronto con cierto nerviosismo.

—No lo sé. No la he visto en todo este tiempo.

—¿Qué? ¿Dónde está?

—Cuando llegaron —Mencionó borrando la sonrisa de su boca— se encerró en su habitación, pero desde hace unos días noté que ya no estaba allí. Debe estar con su amiga, Maki.

—Entiendo, iré a verla en seguida —Mencionó para terminar su desayuno con prisa.

—La saludas de mi parte —Dijo al verle ponerse en pie.

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El saiyajin salió volando de su casa, tomando dirección a la ciudad. Durante esos años de paz, algunos refugios se movilizaron y algunas personas decidieron dejar los refugios y buscar una vida independiente, como el caso de Maki que, siendo convencida por su amiga, se fue a vivir lejos del lago Fukawa, consiguiendo un pequeño departamento en la ciudad. Trunks ya sabía del sitio, dado a que en varias ocasiones tenía que ir para recoger a su amiga.

Al llegar, el portero ya lo conocía, aunque... no por lo que era realmente.

—Buenos días, joven —Saludó amablemente al verle en la puerta—. ¿Viene por su "amiga"?

—¿Eh? Ah, sí —Respondió sonrojado.

—¿Quiere que le diga que está aquí?

—Eh, no, no. Ya lo sabe.

En efecto, siempre que estaba en ese sitio, aumentaba un poco su ki, solo lo suficiente como para que Shaira lo notase y bajara en cuanto antes, pues aún seguía sin llevarse del todo bien con Maki quien parecía repudiarlo u odiarlo. Pasó un cuarto de hora (15 mins) y comenzó a preocuparse, por lo general la espera era de uno o dos minutos, a más tardar cinco minutos. Miró hacia arriba notando el ki de Maki en el sitio, pero no sentía el de la inhumana. Pero, no pudo irse a algún otro lado. Se armó de valor y entró.

—Ah, ya se ha tardado —Mencionó el dueño.

—Disculpe...

—Departamento 24B, piso 3.

—Gracias.

Sin esperar, subió al ascensor y en poco tiempo ya se encontraba frente a la puerta indicada. Aguardó, esperando escuchar voces o algo, pero no había nada más que el sonido de la televisión a un volumen muy bajo. Llamó a la puerta y esta se abrió dejando ver a esa chica humana vestida con unos jeans y una blusa blanca.