5. No eres humano.

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Abrió los ojos de golpe al escuchar aquel estruendo que lo sacó del sueño en el que estaba. Observó el techo sobre su cabeza, era gris y estaba agrietado, parecía estar a punto de caer sobre él en cualquier momento, podía ver una luz naranja que bailaba, sombras que llegaban al techo y la pared a su izquierda. Más pronto que tarde escuchó el chisporroteo de las llamas del fuego así como una fuerte lluvia que era presente.

Giró la cabeza notando la sábana que cubría su cuerpo. Miró a su alrededor percatándose del sitio en el que se encontraba: un pequeño cuarto abandonado, él se encontraba sobre un colchón viejo, a su derecha había una fogata y detrás de esta, pegada a la ventana sin vidrio, se encontraba su compañera. No le miraba, se mantenía en silencio con los brazos cruzados observando la lluvia caer.

—¿Estás bien? —Solo así ella le miró.

—Estoy bien —Dijo soltando un suspiro. Se acercó a él—. Debes descansar.

En cuanto estuvo de frente al fuego notó que tenía la correa de su espada en el hombro. El brillo que le daba la fogata la hacía verse escalofriante. Por unos instantes le pareció ver que sus ojos eran de un color rojo sangre. Parpadeó meneando la cabeza. Solo era una ilusión. ¿Cierto? Ella desvió la mirada.

—¿Cuánto tiempo pasó?

—Demasiado —Esperó a más—. Casi dos horas —Dijo llena de seriedad mientras se acercaba—. No te levantes, tu cuerpo debe descansar.

Sacó la espada de su funda, utilizó la hoja de metal para mover una rama del fuego. Trunks se puso nervioso en cuanto el filo se aproximó demasiado a su rostro. Sus ojos azules siguieron la línea recta del arma, subieron por el brazo de la portadora y llegaron hasta su rostro. Permanecía seria aunque podía apreciar algo de miedo.

—¿Qué tratas de...?

—Tú no eres humano —Le interrumpió llevando el filo del arma a su cuello.

—¿Cómo lo...?

—Cállate y escucha —El chico hizo lo indicado, más por curiosidad que por miedo—. ¿Recuerdas que te dije que no podía curarte demasiadas veces? —Asintió— Es porque noté eso extraño en ti. Un humano cualquiera posee sangre con cierto color, sabor, olor, densidad y consistencia. La tuya difiere en algunos de esos aspectos: El sabor y el olor. Las diferencias son mínimas, no detectadas por alguien que no sea lo que yo soy —El filo de la espada se movió un poco a la mejilla del chico—. No eres un humano. ¿Qué eres en verdad?

—Soy un híbrido humano y una especie extraterrestre de fuertes guerreros. Mi padre...

—¿Cuánto tiempo pensabas ocultármelo? —Estaba algo sorprendido ya que no veía confusión en su rostro. ¿Le creía?

—No lo sé, no creí que fuera importante.

Shaira soltó un suspiro mientras guardaba el arma en su funda. Desvió la mirada volviendo a observar la lluvia. Permaneció unos segundos allí hasta que cerró los ojos para prontamente despojarse de la funda y tomar asiento en el suelo con la espalda recargada en la pared. Permaneció en silencio observando el fuego frente a ella.

—¿Me crees? —Cuestionó el pelilila. Asintió pasándose la mano por el cabello.

—Te creo porque yo no soy humana —Tomó una rama y la arrojó al fuego. Trunks esperaba más y eso recibió—. Soy de otra especie, y es por eso que me encontraba en aquellos laboratorios.

—Ya veo, experimentaron contigo —Volvió a asentir pegando la nuca a la pared.

—Lo hicieron buscando la fuente de mis poderes —Le miró seria—. Es por eso que desconfié de ti. Creí que habías hablado con ellos y cobrarías por un rescate, pero veo que me equivoqué. En verdad me salvaste y es por eso que voy a salvarte a ti —Se aproximó a su bolso y comenzó a rebuscar. Al poco tiempo sacó un pequeño frasco y se lo aproximó—. Bébelo, te ayudará —El saiyajin se incorporó.

Un Futuro Con Esperanza. [Fanfic DBZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora