44. Dualidad de hermanos.

136 19 2
                                    

No. 18 sonrió grandemente, camino hacia el de ojos verdes quien le observaba atento a cualquier movimiento. De un momento a otro, la mujer frente a él desapareció de su vista apara aparecer detrás de él y mandarlo a volar de un golpe hacia una pared cercana en la cual se estrelló, escupiendo sangre azul, para luego caer al suelo.

¿C-Cómo...? Apenas pude verla... –Miró a los hermanos– ¡No creí que fueran tan fuertes y veloces!

Cierto era que anteriormente había visto a su hermana combatir contra aquellos hermanos, sin embargo, no era lo mismo ver un combate a punto de terminar, con los contrincantes ya desgastados, mal heridos y debilitados, a ver la recién comenzada pelea, con la energía a tope y la fuerza a su máximo. Sabía que eran fuertes, ¡Pero eso era exagerar!

Miró al frente, donde yacía el cuerpo de su hermana había un charco de sangre purpurea se había hecho presente, comenzando a carcomer tanto el cemento como la piel de su portadora. Zacay gruñó.

Si la dejo allí, morirá. –Levantó la vista a los androides.

—Este será tu fin —No.18 levantó una mano dispuesta a hacer una esfera de luz.

—¡No.18, mira! —Llamó su hermano emocionado—. Parece que también son como ella.

Ambos gemelos miraron detrás, encontrando a cientos de esas criaturas rojas yendo hacia ellos. Ambos sonrieron emocionados.

—Esto cada vez se pone más emocionante. Espero que esa pelea se repita.

Los androides fueron a atacar a aquellas criaturas mientras el rubio tomaba el cuerpo de su hermana, sacándola de aquel charco de sus propios fluidos. Al hacerlo, sintió ese ardor típico de su sangre. Apretó los dientes para luego tomarla en brazos y salir corriendo de allí aprovechando la distracción de los rojos.

Salió a toda velocidad logrando alejarse pocas cuadras del sitio, escuchando a sus espaldas las explosiones y los temblores por la batalla que se libraba entre ambas partes de criaturas peligrosas y terroríficas. Los recuerdos del pasado llegaban a su mente, los recuerdos de su antiguo hogar, de la guerra, de la traición. Detuvo el paso, observando a la chica en sus brazos.

Todo eso... es igual... –Miró la columna de humo a sus espaldas– Es... es una guerra... Como la que peleé en Kolman... No. ¡Es peor! –Aumentó la fuerza del agarre al ver de nuevo ese rostro pálido— Y tú... estás viviéndolo...

Entró al edificio más próximo, encontrando que era una casa ya abandonada por sus inquilinos quienes, de seguro, habrían salido despavoridos debido a las fuertes explosiones cercanas. Recostó a su hermana en uno de los sofás de la sala que los recibió, mordió su mano y cerró los ojos, esperando unos segundos. Al poco tiempo, la sangre dejó de caer, las heridas se curaron y los huesos volvieron a unirse; sin embargo, había algo raro en medio de todo eso.

Estaba curada, no del todo, solo lo suficiente como para hacerla despertar y estar consiente. Shaira despertó, sus ojos miraron a la persona a su lado sin creer lo que miraba. Zacay le sonrió y sintió como todo ese dolor se había ido de su cuerpo y de su alma. Esos ojos negros se llenaron de lágrimas, no esperó para abrazar al rubio con fuerza.

—Zacay...

—No es nada —Sonrió el mayor—. Te la debía —Notó como comenzó a sollozar, la abrazó con fuerza— Oh, Dios, ¿Por qué tienes que ser tan sentimental?

—Lo... siento —Tragó saliva y con ello recobró la compostura—. ¿Dónde...? —Preguntó al ver a su alrededor.

—Los rojos aparecieron, los androides están peleando contra ellos.

Un Futuro Con Esperanza. [Fanfic DBZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora