41. Regresando al pasado.

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De nuevo se vio despertando en esa cama tan cómoda que parecía estar hecha de nubes esponjosas y blancas. Abrió los ojos mirando de nuevo esa gran y espaciosa habitación con grandes ventanales. Se incorporó sintiendo el dolor en sus huesos y su piel. Aún no estaba del todo recuperada.

Se quitó las sábanas de encima y se levantó sintiendo el frío de la madera en las plantas de los pies, en cuanto lo hizo el dolor pareció haberse ido a pesar de que las heridas seguían allí. Se dirigió a la salida con una gran sonrisa en la boca.

Las pesadillas se fueron. –Se dijo.

Abrió la puerta y recorrió el pasillo. Se sentía un tanto emocionada, pues no esperaba para ver a su maestro en uno de esos sueños en los que conversaba con él, sin embargo, la vergüenza también estaba allí, puesto que estaba llena de heridas y lesiones, y la ropa que estaba usando en ese momento no era la más adecuada, ni siquiera para ocultarlas. ¡¿Cómo se atrevía a mostrarse así en frente de su maestro?!

Se acercó a la cocina y, con algo de temor, se asomó por el marco de la puerta, observándolo cocinar algo. Sonrió y se mostró completa.

—¡Maestro! —Dijo con gran emoción en la voz. El mencionado se giró para mirarle.

—A mí también me alegra verte. Toma asiento.

La inhumana de inmediato acató la indicación y se sentó en una silla cercana a la mesa, aquella que siempre solía usar, la cual se encontraba frente a su maestro, con la pequeña mesa entre ambos. Frente a ella había varios platos con comida, sin embargo, había algo extraño y eso era que parecían ser los mismos platillos que había comido en casa de Maki cuando Trunks llegó. El mayor dejó otro plato frente a ella, lleno de arroz.

—Buen provecho —Dijo el hombre para tomar asiento en la silla de enfrente.

—G-Gracias —Respondió un tanto confusa.

—¿Cómo te hiciste esas heridas? —Preguntó el hombre.

—Salvando a Trunks, yo... Cuando No.18 estaba por darle ese golpe final yo intervine y recibí el ataque.

—¿Por qué lo hiciste?

—¿Eh? —La pregunta la hizo ponerse nerviosa— Este... Bueno... Yo... Eto... —Tragó saliva y tomó seriedad— Yo le prometí a Trunks y a su madre que daría mi vida por la de él.

—Y, ¿Por qué esa promesa?

—Trunks me liberó de los laboratorios y salvó mi vida un par de veces —Dijo recordando—. Sé que prometí mi corazón al maestro, pero... a él le debo mi vida, mi libertad.

—¿Y cómo se lo has pagado?

—Ayudándole a lograr su objetivo.

—¿Cuál es ese objetivo?

—Destruir a los androides y regresar la paz al mundo humano, además de vengar a su maestro.

—Ahora, responde, ¿Por qué no quieres que viaje al pasado?

—Porque, si lo hace y revive a ese hombre, yo... no seré libre.

—Pero los androides serán destruidos, ¿verdad? —Ella asintió—. Eso, ¿No es su misión?

—Si.

—¿No dijiste que darías tu vida por él? ¿Qué le debías eso y tu libertad?

—Lo sé, pero yo... yo no... Yo no quiero volver a ese sitio y...

—¿Sufrir? —Asintió— ¿No estás sufriendo con esas heridas en tu cuerpo? ¿Con dada batalla perdida? ¿Con cada golpe y ataque que recibes? Tan solo mírate, casi mueres en el último combate. ¿Qué no es el mismo dolor? —Shaira se abstuvo de responder y solo apretó su puño— Sin embargo, esta vez es a voluntad —Le pareció escucharlo soltar una risilla—. ¿Será que te está gustando?

Un Futuro Con Esperanza. [Fanfic DBZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora