25. ¡BASTA!

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SSus ojos rojos volvieron a la normalidad mientras respiraba agitada tratando de calmar su respiración. Su piel ardía debido al calor que expulsaban las esferas de energía que recibió, su espalda estaba adolorida debido a los golpes que había recibido tanto por el ki como por ser estrellada una y otra vez contra el grueso concreto de los edificios. Su costado dolía debido al fuerte golpe que había recibido, agregando el calor del ki que recibió al girarse cuando fue atacada. Por desgracia su regeneración se había vuelto lenta debido a varias "fugas" que ocurrieron cuando sus venas se rompieron causando esos hematomas en gran parte de su cuerpo.

Esas "fugas" eran la prioridad dado a que si la sangre se estancaba no habría manera de conocer la situación de la mayor parte de su cuerpo, sumado al hecho de que incluso sus propios músculos y sus órganos no resistían del todo lo corrosivo que era aquel fluido, solo el sistema sanguíneo era capaz de contenerlo y manejarlo a la perfección.

Escuchó un ruido que la hizo voltearse creyendo que era uno de los gemelos, sin embargo, grande fue su sorpresa ante el silencio que se hizo presente. Miró a su alrededor y, usando los sentidos, se dirigió a la puerta con la idea de buscar a sus amigos para saber cómo se encontraban o esconderse en otro sitio hasta recuperarse. Con cautela excesiva, asomó la cabeza por el marco de la entrada observando la vacía calle llena de grandes rocas, tierra y algunos materiales de los edificios colapsados. Un gran trozo de edifico estaba al final de la calle convirtiéndola en una sin salida. Salió y avanzó lentamente.

El débil sonido de unas piedrecillas golpeando el suelo la puso alerta. No solo porque había sido cerca, sino porque habían sido acompañadas de una débil vibración del suelo causado de cuando alguien da un par de pasos rápidos. Se detuvo esperando y obteniendo más información.

Se escuchan dos respiraciones, dos corazones latiendo. Olor débil a sangre... la sangre no es normal.

Caminó otro poco más hasta llegar hasta el escondite de aquellas personas el cual era detrás de una gran pared rota.

—¿Maki? —Se asomó un poco y pudo ver a ambos. La mencionada corrió hacia su amiga y le abrazó.

—¡Shaira! —Fue apartada con algo de brusquedad, estaba por regañarle cuando notó las lesiones en su amiga, así como el enrojecimiento de su piel— ¿Qué pasó? ¿Estás bien?

—Sí, estoy bien —Miró detrás de su amiga notando como Trunks le miraba con molestia, a los pocos segundos desvió la mirada.

—Está mejorando —Dijo Maki llamando su atención—. Ya puede ponerse en pie solo y ya no hay tanto dolor.

—¿Él te lo dijo? —Asintió. Avanzó para hincarse frente al hibrido—. ¿Cómo te sientes?

—Estoy bien —Dijo con seriedad. La inhumana dudó—. ¿Cuándo aprendiste a volar y lanzar ki?

—Te lo explicaré después —Desvió la mirada—. Tengo mucho por explicarte.

—¿Y los androides?

—Siguen por ahí —Se puso en pie—. De seguro esperan a que salga de nuevo.

—Iré contigo —Apoyó las manos en el suelo a punto de incorporarse.

—Ya esperaba que dijeras eso, por eso te digo que no —Con su pie lo empujo haciéndolo sentarse nuevamente—. Tus heridas ahora son pequeñas aberturas, si se rompen seguirá el caos.

—No voy a dejar que vayas sola.

—Ya te lo dije, sé cuidarme.

—P-Pero, ¿qué pasa si colapsas? —Con esa frase, Maki se ganó la mirada de ambos.

Un Futuro Con Esperanza. [Fanfic DBZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora